Presentación Película

153ª Tertulia
Presentación: "The lost King"
Director Stephen Frears


Por Graciela Sobral
Ricardo III fue el último rey inglés que murió en un combate. Fue en la batalla de Boswohrt en 1485 ante las tropas de Enrique Tudor, que luego ocuparía el trono con el nombre de Enrique VII. Tras la batalla, el cadáver de Ricardo fue llevado a Leicester y enterrado sin ninguna celebración. 
Su monumento fúnebre parece que fue desmontado durante la Reforma Anglicana y sus restos permanecieron perdidos, en paradero desconocido durante cinco siglos.
En 2012, la Sociedad Ricardiana encargó una excavación arqueológica en un aparcamiento para coches de la ciudad en el sitio antes ocupado por la iglesia de una antigua congregación religiosa. La Universidad de Leicester mediante métodos modernos de datación y de identificación del genoma, identificó el esqueleto encontrado en las excavaciones como el de Ricardo III.
Esta es la historia, ahora os voy a hablar de la película.
La película dirigida por Stephen Frears recrea fantásticamente este tema, y nunca mejor dicho “fantásticamente” que ahora. Porque entre los personajes nos ofrece un increíble y acogedor rey-fantasma que acompaña y ayuda a la protagonista a lo largo de toda la obra. Esto es mágico y precioso, el rey-fantasma no se deja ver por nadie que no sea ella, pero él sabe lo que ella quiere.
Es una película acogedora, graciosa y dramática a la vez, donde el director, como hemos dicho, juega con todos los personajes. La protagonista acaba de dejar su trabajo porque se ha sentido minusvalorada. Va al teatro con su hijo y ve la obra Ricardo III, donde después de la famosa frase “mi reino por un caballo”, Ricardo III es asesinado. ¿qué le pasa a esta mujer? ¿A partir de ver la obra de Shakespeare (1591) tiene una relación real-imaginaria con Ricardo III o era algo que ya la preocupaba antes? Ella se va a dedicar, obstinadamente, a la restauración del rey renegado y olvidado. Se hace socia de la Sociedad Ricardiana y tiene el empeño de encontrar los restos del rey Ricardo III para que sean enterrados como corresponde a su rango. Ella tiene un marido que algunas veces la toma en serio y otras no. Pero lo más importante es la presencia del rey-fantasma que está con ella hasta el último minuto, 
ayudándola a realizar su objetivo. Él le indica a donde tiene que ir en su búsqueda. Es una especie de vuelta atrás a un pasado que por momentos se hace presente hasta que consiguen lo que quieren. Luego se tienen que separar con una mezcla de dolor y satisfacción porque lo consiguieron: los restos de Ricardo III fueron nuevamente inhumados en la Catedral de Leicester el 26 de marzo de 2015 con todos los honores y el rey fue repuesto como legítimo.
Podemos hacernos muchas preguntas ¿Qué función cumplió el rey-fantasma para ella? ¿Su deseo surge al ver la obra o era anterior?
La película muestra también como la historia que prevalece es la que conviene a los vencedores, en este caso a los Tudor. La obra de Shakespeare “Ricardo III” no deja de estar inscrita en esta lectura de la historia por el momento en que acontece.
Muestra también cómo el éxito es usurpado por los políticos e instituciones, en este caso el gobierno local y la Universidad de Leicester.
Si bien, en este caso, la reina le da a la protagonista, tardíamente, la orden del imperio británico.

 




152ª Tertulia
Presentación: "20.000 especies de abejas"
Director: Estíbaliz Urresola Solaguren

Por Marta Mora

Este es el primer largometraje de Estíbaliz Urresola Solaguren, tomando la metáfora de las abejas, pilar delmedio ambiente, desarrolla una historia constructora de puentes y diálogos, que pone sobre la mesa el debate sobre la sexualidad humana. 
En los medios aparece enseguida como la historia de un niño trans, pero ¿es que realmente hay un tránsito de este niño a otra identidad sexual? Aitor, que quiere ser llamado Lucía, es un niño en lo que llamamos etapa de latencia, según Freud, momento en que experimenta un goce extraño en el cuerpo, algo para lo que no tiene una respuesta, que se muestra explícitamente en varias escenas. Se hace preguntas, perdido y angustiado busca como orientarse en su rechazo de ser el falo de la madre. ¿Es suficiente que no le guste su nombre para etiquetarlo como “un niño trans”?
En realidad trata de momentos de crisis, crisis sentimental, profesional y filial de una mujer y madre y de la crisis sexual de un niño que no está a gusto con su nombre ni con su imagen.
Con delicadeza y sin crispación asistimos al desarrollo de esta historia, guionizada por la directora, que muestra lo complejo del conflicto en lo familiar y en lo social. Tomando a las abejas, con una estructura económica, social y política para optimizar tiempo energía y recursos, Estíbaliz aspira a que cada personaje encuentre su lugar y nos empuja a reflexionar sobre los problemas planteados.

El padre de la madre ha muerto, el padre de Aitor está ausente. Sin saberlo tal vez, muestra una característica de la época: la caída del padre, la caída de la autoridad, la caída de los ideales.

Escuchar y acompañar es lo que hace la tía, en una posición respetuosa y considerada. Hay que darle un tiempo a ese niño para que despeje el embrollo que para los seres hablantes es la sexualidad, modificada justamente porque hablamos. Al ser hablantes,
El padre de la madre ha muerto, el padre de Aitor está ausente. Sin saberlo tal vez, muestra una característica de la época: la caída del padre, la caída de la autoridad, la caída de los ideales.
Escuchar y acompañar es lo que hace la tía, en una posición respetuosa y considerada. Hay que darle un tiempo a ese niño para que despeje el embrollo que para los seres hablantes es la sexualidad, modificada justamente porque hablamos. Al ser hablantes, sexuados y mortales, no nos guía el instinto sino la pulsión que no tiene objeto. El sexo no se elige, aunque el discurso de la época nos empuje a creer que somos dueños de nuestras vidas y que la controlamos, impulsando a lo “auto”.

Lacan sumó a los descubrimientos de Freud sobre la sexualidad humana las modalidades de goce, detrás de los semblantes y hombre o mujer lo son, masculino y femenino se refieren a dos posiciones de goce. El goce no se busca ni se elige: se encuentra.
Lacan sumó a los descubrimientos de Freud sobre la sexualidad humana las modalidades de goce, detrás de los semblantes y hombre o mujer lo son, masculino y femenino se refieren a dos posiciones de goce. El goce no se busca ni se elige: se encuentra.
Las dudas de este niño, curiosamente interpretada por una niña, excelente actriz, que manifiesta la incomodidad con cómo lo nombran y lo ven los otros, testimonia que hay algo que falta en la constitución subjetiva de lo humano y eso que falta es la respuesta a que es ser un hombre o que es ser una mujer, la biología no es garantía ni el destino. Confirma el axioma de Lacan “no hay relación sexual”. Cada ser humano se ha enfrentado a ese agujero en el saber sobre el sexo uno por uno.
 
Nos vemos el próximo viernes 19 de mayo a las 18.30h en “María Pandora”


151ª Tertulia 
Presentación: "As bestas"
Director: Rodrigo Sorogoyen




Por Olga Montón

 Dirigida magistralmente por Rodrigo Sorogoyen, “As bestas” no deja indiferente, especialmente sabiendo que está basada en hechos reales. Son dos realidades antagónicas enfrentadas como dos trenes por la misma vía en dirección contraria, imposible un final feliz. El psicoanálisis ha esclarecido cómo en el ser humano la búsqueda compulsiva de la satisfacción puede llevar a la autodestrucción.
En mi opinión, es tan buena la película, que te sumerge en la escena como si fueras un participante más, un vecino del bar. Y todo muy cinematográficamente, en imágenes, con pocas palabras. Vives la angustia de los personajes en primera persona. Refleja la condición humana tan descarnada, la pulsión descrita por Freud en su peor cara, que algunos incluso rechazan de plano el film, “no les gusta”, cuando en mi opinión se les hace insoportable pensar esa violencia
sin sentido, sin mediación, puro acto.

Fue Jacques Lacan, (psicoanalista francés conocido por los aportes que hizo al psicoanálisis, basándose en la experiencia analítica y en la lectura de Freud, incorporando a su vez elementos del estructuralismo, la lingüística, la matemática y la filosofía) el que supo captar que Freud, a partir de 1920 (en su texto “Más allá del principio del placer”), había logrado que un sujeto cambiase “una existencia miserable por una infelicidad admisible”. Nunca consideró la existencia de una salud mental, puesto que forma parte de la esencia misma del discurso analítico cuestionar de raíz los conceptos de salud, bienestar, adaptación, normalidad, etc. Es una de las razones por las que el psicoanálisis se diferencia de la psicología.
Freud (“El malestar en la cultura”), nos habla de un hiato irreductible, una brecha real incurable y sin embargo constitutiva de la realidad. Esta brecha real imposible de simbolizar convoca al horror, al vacío de la existencia con los que la razón traza astucias para defendernos del mismo. Hay algo que agita la vida y el cuerpo de los seres humanos, sus sueños, fantasías, sufrimientos, actos involuntarios, identificaciones, pulsiones, deseos y síntomas.

Justamente lo que tenemos más en común los sujetos es la diferencia con que abordamos estas tres singularidades: que somos seres sexuados, parlantes y mortales y no hay ningún programa pedagógico que enseñe esto. Paradójicamente eso es lo más singular que tenemos y a la vez lo más común, en el sentido del para todos este no saber qué hacer con eso. El lenguaje no es sólo una vía de comunicación o de información sino, fundamentalmente, es la dimensión en la que se forma el ser. El sujeto es efecto del discurso que lo sostiene encadenado.
El inconsciente ha sido admitido en distintas disciplinas que conciernen a lo subjetivo, si bien con valoraciones distintas a la valoración que le da el psicoanálisis, donde el inconsciente no sería, en ningún caso, una exoneración de responsabilidad sobre nuestros propios actos. Si bien el sujeto esta encadenado a una serie de marcas inconscientes que pueden imponérsele bajo las figuras del ideal, la extorsión, la amenaza, la culpabilidad, el deber u otras, Lacan no retrocedió ante esto y afirmó: “De nuestra posición de sujetos somos siempre responsables”. Es decir, el sujeto toma una “posición” frente a aquello que lo constituye, ese instante, absolutamente contingente en el que un ser humano le imprime su propio sesgo a las determinaciones y los azares de la vida que le han salido al encuentro, lo que le confiere a ese sujeto un carácter único y singular.
Con esta introducción quiero comentar esta película desde esta perspectiva. La pura pulsión de muerte que ya Freud desarrolló en 1920 en su texto “Más allá del principio de placer”, texto muy recomendable. Eros (Olga y su hija, posición femenina) y tánatos (Ellos, los hombres) enfrentados. Los protagonistas tienen razón, cada uno a su manera, pero es el odio y la envidia lo que tienen en común, odio al diferente. El intelectual frente al granjero, el pasado frente al futuro, lo tradicional frente a las nuevos “ecologismos”. Tener la verdad frente a tener la razón, ¿es suficiente con una imagen grabada? ¿Dejarse matar para confirmar que tenías razón? Vemos cómo hay una cuestión fundamental, el delirio es intrínseco a la razón, un delirio no es una proposición falsa, sino un estado determinado de la verdad que puede incluso ser compartido por millones de personas.

La violencia del silencio, la ausencia de lo simbólico, todo son actos, amenazas, acoso, sabotajes. Por no hablar de la pasividad de los espectadores de estas escenas, ¡¡¡qué papel juegan siempre los espectadores “pasivos” en los actos de bulling!!!

En la experiencia analítica hay una elaboración de saber sobre nuestro inconsciente que nos hace ver que el malestar no depende de condiciones ajenas a nosotros mismos, sino que nos hace asumir la responsabilidad de al menos una parte del sufrimiento que padecemos. Al mismo tiempo el psicoanálisis promueve un modo diferente de habitar el desamparo, la soledad y la infelicidad de la condición humana. Pero también aporta efectos terapéuticos que se traducen en un alivio de los síntomas que entorpecen la vida de una persona, manteniendo lo que la hace única. Siempre partiendo de la base de que jamás alcanzaremos un equilibrio que no solo es imposible por definición (el conflicto es ineliminable) sino que supondría la disolución de lo que hace de un sujeto algo irrepetible, su propia respuesta sintomática existencial.

Nos vemos el próximo viernes 14 de abril a las 18.30h en “María Pandora”
 



Tertulia 149ª

Presentación: "Vida oculta"

Director: Terrence Malik



Terence Malick, si por un lado es siempre igual a sí mismo, por otro siempre nos sorprende. Esta película, larguísima, con sus bellas imágenes muestra un mundo en tiempo real.
¿De qué trata? Es sobre todo una película ética, una película kantiana podríamos decir. Un hombre, muy religioso, se encuentra frente a una decisión que tiene que tomar y que lo va a llevar a un extremo porque le concierne muy íntimamente y lo enfrenta a algo con lo que no puede acordar.
Franz es un hombre joven y guapo, casado con una mujer que lo adora y a la que adora, con la que tiene 3 hijas. Viven en un hermoso pueblo en el norte de Austria y tienen una granja donde trabajan duramente. Son felices.
Esta historia ocurre en 1941, dos años después del comienzo de la segunda guerra mundial. Austria es anexada a Alemania y los austriacos son llamados a filas.
El pequeño pueblo queda totalmente alineado con las tesis hitlerianas y, sin embargo, casi como una excepción, Franz y su familia viven en oposición temiendo que él, que ya ha cumplido su servicio militar, pueda ser nuevamente movilizado. Cada vez que pasa una bicicleta, temen que pueda ser el cartero trayéndole nuevamente la orden de incorporación al ejército. Debo señalar, una vez más, que él era un hombre del pueblo, sereno, trabajador y querido, hasta que se interpone la guerra y surgen los sentimientos más profundos de todos.
Sin mostrar ni una sola escena de guerra, Malick nos enseña el horror de la retaguardia. Por ejemplo, mientras contemplamos unas hermosas e idílicas imágenes de la naturaleza, por las radios del valle y a todo volumen resuena la voz de Hitler. Es un contraste atroz.
Los austríacos son pro alemanes y beligerantes, pero Franz no. Él no quiere ir a la guerra a pelear en nombre de Hitler, ése es el quid de la cuestión.
Siendo Franz un hombre muy religioso, habla con el cura y con el obispo, quienes lo empujan a alistarse con el argumento de que debe considerar las consecuencias de sus actos.
La gente del pueblo, el alcalde por ejemplo, lo increpa, diciéndole que si él no se alistara sería peor que los enemigos: sería un traidor.
En la conversación con el obispo surge la cuestión de “someterse a la autoridad”. ¿A qué autoridad debería someterse? ¿A la autoridad de Dios? ¿A la de Hitler? ¿O a su propio criterio? También surge la cuestión de la verdad. ¿Cuál es la verdad que está en juego? ¿Qué relación tiene él con la verdad?
Franz no puede huir como le aconsejan algunos amigos, porque el problema está dentro de sí. Él no puede decir sí a Hitler y, frente a eso, no puede escapar ni mirar para otro lado. Tiene una posición de gran determinación.
La iglesia le dice que acepte, el pueblo también… al igual que su cuñada. La única que lo apoya es su mujer que le dice que haga lo que tenga que hacer.
Franz no tiene consuelo porque nadie lo apoya, pero no puede decir que sí. Con el paso de los días irá ganando fuerza en su posición.
Es enviado a la cárcel donde, en contra de lo que se podría pensar, no es especialmente maltratado. En un sentido se podría decir que lo maltrataron más en el pueblo, haciéndole el vacío, que en la prisión. Al contrario, a medida que pasan los días, las autoridades de la prisión intentan convencerlo. Se celebra un juicio donde hasta el juez (magistral Bruno Ganz), en un aparte, lo anima a decir que sí, con el argumento de que lo que importa es lo que él piense, no lo que diga. Pero él no puede mentir. Todas las autoridades intentan hacerlo cambiar de idea pero Franz permanece imperturbable. Sólo lo perturba la visita de su mujer, pero es ahí donde ella le dice que haga lo que tenga que hacer.
Él no puede tener una vida sin honor.
El argumento más utilizado para tratar de convencerlo es que con su acto no va a cambiar nada en el mundo. Él no quiere cambiar el mundo pero no podría seguir viviendo si no fuera fiel a sus ideas. Quiere justicia, pero lo quieren empujar a hacer algo injusto, a participar en una guerra injusta. Un oficial le dice que todos tienen las manos manchadas de sangre… Él ve en la cárcel que nadie tiene amigos ni amor, que están solos y deben ser muy rudos para sobrevivir. No es ese el mundo que quiere. Él acepta morir como una forma de ser fiel a sí mismo. Es una cuestión ética extrema.
Por otra parte, su esposa se consuela pensando que dios no les enviará un dolor que no puedan soportar.
Esto es muy interesante para nuestra discusión, ¿por qué no acepta decir que sí e ir a trabajar a un hospital, por ejemplo? Su decisión ética nos hace pensar en el goce, en el sentido de una posición subjetiva que lo sitúa más allá del placer y el bienestar. No se lo ve sufriendo por su decisión solitaria sino que pareciera que, paradojalmente, disfruta de ésta y solo puede sostenerse manteniendo su “no”.
Esto nos plantea profundas cuestiones ético-morales. ¿Qué haría uno en su lugar?
¿En esta cuestión está implicado su deseo? ¿Qué desea Franz? Él tiene todo lo que quiso tener (familia, hogar, etc.) pero, a la hora de tomar esta decisión, su deseo no prevalece, no se pone en juego; se trata más de un mandato por el cual prefiere ser fiel a su decisión moral aunque pierda todo lo material que posee.

Título y poema final

Malick cuenta la vida de un campesino austríaco que fue beatificado posteriormente por su sacrificio. Encontró la historia de esta película en un libro que recoge las cartas entre Franz y su mujer, mientras él estuvo en la cárcel.

Tanto el título como un poema que aparece al final pertenecen al poeta George Elliot que, en realidad, es el nombre que toma para sí una escritora muy importante en el siglo XIX en Inglaterra: Mary Ann Evans. Uno de sus versos dice: “el bien depende de hechos sin historia y de héroes que descansan en tumbas no visitadas” (hay otra versión que dice “… a causa del número de personas que vivió fielmente una vida oculta y descansa en tumbas no visitadas”). Como vemos, se trata de la exaltación de una vida recóndita, humilde, sutil, sin excesos. ¿Es eso lo que quería Franz?

Para terminar, con su férreo principio moral él se convirtió en un mesías anónimo o en un beato. Tal vez su sacrificio valió para ayudar a restaurar el orden y la coherencia de una población devastada por la 2da guerra. O, en el otro extremo, como todos le decían, no sirvió estrictamente para nada.
Esto es algo que debemos debatir.




Tertulia 148ª

Presentación: "Parásitos"


Director: Bonn Jon Hoo


Por Mirta García Iglesias
Bong Joon Ho es un director polifacético. Ha incursionado en la comedia, la ciencia ficción, el thriller policiaco, el drama. Su cine está atravesado por lo social.
Su última película, Parásitos (2019) es un drama contemporáneo. Nos muestra la polaridad y desigualdad existente en la sociedad actual. Está filmada en Corea del Sur, de donde es originario el director, sin embargo su relato es extrapolable a cualquier otra sociedad.
El director maneja distintos géneros, transitamos por la comedia, la tragedia, el drama, con cuotas de humor también presentes que hacen que el encuentro con un real tan descarnado sea más amable de visionar.
Dos clases antagónicas, ricos y pobres nos dibujan dos mundos aislados y separados  en una época donde el capitalismo acampa a sus anchas. Una familia pobre que se vale de la estafa y el fraude como un modo de supervivencia.  En realidad dos familias pobres  que parasitan a los de arriba.
Aunque el significante “parásitos” se utiliza con un doble sentido. ¿Acaso no son también parásitos, los de arriba, que necesitan a los de abajo para vivir porque no saben valerse por sus propios medios?
Gente desesperada en un mundo absolutamente injusto, donde a la igualdad de oportunidades  acceden solo unos pocos.
La fotografía, la música, la dirección del filme son impecables, además de contar con un muy buen reparto actoral.
Desde el punto de vista cinematográfico realiza una buena utilización de los espacios, estableciendo un contraste entre los pobres y los ricos; los primeros viven en un sótano, hacinados; los segundos tienen su morada en una colina, disponen de amplios espacios, pero solitarios, alienados dentro de su propia casa.
Una de las escenas más impactantes de la película es la escena de la tormenta. La lluvia ha devastado la vivienda de los Ki-taek, sus enseres, sus pertenencias flotan en medio de las aguas fecales. En contraste es bello observar la tormenta desde el amplio ventanal de los Park con vistas a su florido jardín.
El olor a pobre, olor detectado por el pequeño de la familia Park cuando dice que todos ellos huelen igual, será el detonante del film.
En la escena del cumpleaños del pequeño Park, una vez desatada la tragedia, es el gesto del Sr. Park tapándose la nariz lo que lleva al Sr. Kit en un brote de locura, mientras intenta salvar a su hija que se desangra, a apuñalarle. Son el desprecio y la humillación por su condición, más la angustia infinita ante la posible pérdida de su hija lo que lo impulsan al acto.
Como señala con acierto Zygmunt Bauman, la exclusión actual no se ve como el resultado de una mala racha pasajera, sino más bien como un destino irrevocable. Es más, la exclusión, hoy en día, suele ser un callejón sin salida.
En estas sociedades consumistas por antonomasia, los pobres son seres indeseables, no son útiles, no son necesarios, más bien pertenecen a la infraclase, término acuñado y utilizado por primera vez por Gunnar Myrdal en 1963.  Este hacía referencia a los peligros de la desindustrialización que podría convertir a grandes sectores de la población en desempleados permanentes e inutilizabes, no por causa de ineficiencia, sino porque no habría trabajo suficiente para todos aquellos que desearan o pudieran trabajar.
Su hipótesis no produjo mayor atención pública y se quedó en el olvido.
Hoy podemos comprobar que su vaticinio no era incorrecto.
La inestabilidad, la imprevisibilidad y la incertidumbre son patentes en este mundo en todos los órdenes, en el trabajo, en el amor, en las relaciones con los otros.
Los ideales imperantes son el individualismo, la competencia, las relaciones utilitaristas, coyunturales y poco comprometidas, así como el pragmatismo y el liberalismo. Se trata entonces de la época de la pulsión en su permanente y constante empuje a la satisfacción, cuyo objeto puede variar, pero no su fin, que es siempre el de satisfacerse.
Y surge la pregunta acerca de qué ocurre con los sujetos en esta época marcada por un capitalismo atroz en su versión neoliberal.
Consecuencia de este panorama socio-económico imperante es que el sujeto desaparece y en su lugar aparece el individuo usuario, consumidor, productor, que con su yo inflado y sus objetos no precisa de los otros para satisfacerse. La competencia a ultranza ha barrido con la solidaridad.
En la clínica los efectos del discurso imperante y sus ideales sobre los sujetos se perciben en las dificultades para subjetivizar lo que les pasa, aparecen dolores en el cuerpo, síntomas variados y dolor psíquico del que poco pueden dar cuenta.
Las patologías del acto son otra forma de sufrimiento de la época, la violencia machista, la violencia entre los escolares, entre padres e hijos, etc. También las adicciones en sus diferentes formas, ya sea drogas, juego, alcohol, los problemas con la alimentación, ya sea anorexia y/o bulimia.  Son actos compulsivos que empujan al sujeto a satisfacerse, que empujan al sujeto a la acción, aún a costa de ser acciones dañinas.
El deseo también está amenazado, porque con tanta proliferación y oferta, con tanta asfixia, sin hueco para un pequeño vacío, para algo que falte, es difícil que el deseo pueda emerger. Encontramos entonces sujetos desganados, sin ánimo para seguir luchando,  pero sin poder conectar su malestar con este aislamiento.
Parásitos ha obtenido dos premios importantes, uno en el Festival de Cannes y el Globo de Oro, y es una candidata favorita para los Oscar.
Es sin duda una buena película que no nos deja indiferentes.
Nos vemos  el viernes 17 de enero a las 18,30 h. en el café Libertad 8.


Tertulia 147ª

Presentación: "Joker"

Director: Philips Todd




Por Marta Mora

Oscura, violenta, sórdida, incendiaria, cargada de ambigüedad moral, hace una peligrosa conexión entre la enfermedad mental y la violencia, culpable de una idiotez agresiva y probablemente irresponsable... son algunos de los calificativos de la critica para esta película, antes de estrenarse y después. Aún así también la califican de obra maestra.
Joaquín Phoenix, con su interpretación magistral de Arthur, gana el León de Oro en el último Festival de Cine de Venecia. Este Joker viene precedido de grandes actores que lo llevaron al cine: Max Nicholson, Heath Ledger y Jared Lato.
Con Influencias de “Taxi driver”(1976), anunciada con la promesa de producción de Martín Scorsese y la participación de Robert De Niro, ha sorprendido viniendo de Philips Todd quien tiene en su filmografia “Resacón en las Vegas”, “Escuela de pringaos” y otras con un estilo diferente.
El estreno de ‘Joker en USA llegó acompañado de un aviso del Ejército alertando sobre la posibilidad de tiroteos en el país durante sus proyecciones. Una carta de los familiares de las victimas de un tiroteo real, masivo (2012), durante la proyección de “El caballero oscuro: la leyenda renace”, pidieron la prohibición de la proyección y la Warner Bros emitió un comunicado tranquilizador negando que fomentara una violencia similar.
El nombre Joker nos remite al enemigo eterno de Batman (1970), pero no es una película de súper héroes. Es la precuela de Joker, nos cuenta como, cuando y porqué, según Todd, se convirtió en el villano.
Este malo malísimo es tan solo un paria, un resto de un sistema que avanza en el mundo: el neoliberalismo. Parecería que atrapado en la encrucijada entre la cínica del poder y la falta de moral de los medios de comunicación a Arthur, (o a nosotros), no le quedara otra salida que la locura.
Él es lo que se ha dado en llamar un enfermo mental, que descubre su destino matando cuando creía que era hacer reír. En cuanto mata por primera vez, se siente muy bien. Y entonces se arroja a una espiral homicida. Y en su historia nos compadecemos de él, nos despierta por momentos simpatía y no nos cae tan mal.
Al final, el sufrimiento de Joker es tan estremecedor que todo nos empuja a buscar fuera de él, a la sociedad como la verdadera villana. Todo el proceso de caída de Arthur está rodeado de política, ¿es la política la causa de su destino?.
Me parece muy peligroso el vinculo explicito que se establece entre la violencia y las enfermedades mentales. "Lo peor de la enfermedad mental es que la gente se espera que actúes como si no la tuvieras", escribe Arthur en su diario o "¿Qué obtienes cuando cruzas a un enfermo mental solitario con una sociedad que lo abandona y lo trata como basura? Obtienes lo que mereces" dice el Joker justo antes de disparar en la cara y en directo a su héroe de la infancia. Gotham es su ciudad pero puede ser Madrid o cualquier otra.
Si la película hace consideraciones sobre la falta de amor, la locura, lo traumático aparente, la injusticia en lo social...
Que es lo inquietante de esta película?

Los esperamos para conversar y tratar de cernirlo.

Tertulia 146ª

Presentación: "Diecisiete"

Director: Daniel Sanchez Arévalo 


Por Pilar Berbén
Daniel Sánchez Arevalo es para está tertulia un director conocido, en 2006 nos sorprendió con AzulOscuroCasiNegro, su opera prima. Posteriormente ha dirigido otras películas y últimamente ha estado más dedicado a otras facetas más literarias.
Rodada en escenarios naturales de Cantabria, el título hace referencia a la edad de su protagonista.
Nos cuenta la relación de dos hermanos que a bordo de su autocaravana van en busca de un perro llamado “Oveja”.  A pesar de su aparente sencillez, está llena de pequeños detalles aunque muy importantes para resolver las encrucijadas de sus vidas. Nos va dejando perlitas por el camino para hacernos pensar en los problemas de un adolescente peleado con el mundo, desconectado de su entorno y encerrado en sí  mismo y lo difícil que es para todos, no sólo para los adolescentes,  hacerse cargo de la propia vida con sus avatares cotidianos.
En general está muy bien interpretada, destacando a sus dos protagonistas principales que tienen una buena química entre ellos, haciéndonos creíbles  sus personajes.
Los animales también forman parte de esta trama, en palabras de su director: “Los animales nos convierten en mejores personas” Es evidente que está llena de escenas en las que se muestra el respeto y cariño hacia ellos.
Hay otros temas que atraviesan el film, como las familias desestructuradas, los centros de menores, el miedo a la paternidad, el desarraigo, la soledad, o el final de la vida.
Os animo a que veáis esta película para después compartir y enriquecernos con las opiniones de todos.
Nos vemos el próximo viernes, día 18, a las 18,30 h. en el Café Libertad 8.

Tertulia 145ª

Presentación: "Quien a hierro mata"

Director: Paco Plaza



Quien a hierro mata” de Paco Plaza
Olga Montón
En un pueblo de la costa gallega vive Mario (Luis Tosar), un enfermero ejemplar que trabaja en un geriátrico. Cuando el narcotraficante más conocido de la zona, Antonio Padín (Xoán Cejudo, recientemente fallecido), recién salido de la cárcel y enfermo de una dolencia degenerativa, ingresa en la residencia, Mario trata de que se sienta como en casa. “Quien a hierro mata” cuenta el viaje de un hombre herido por el recuerdo de un hermano con las venas abiertas, adicto a la heroína.
Paco Plaza nos muestra dos mundos: la tranquilidad del geriátrico y la agitación entre bandas de narcotraficantes. Un contraste de dos éticas: la del cuidado y la del narcotráfico.
El director español Paco Plaza construye un thriller meticuloso que es a la vez drama familiar con aires shakespearianos, película de terror y western entre rías y cocaína. Conocido y premiado por su trilogía “Rec”, que rodada a modo de falso documental, es especialista en películas de terror.
Quien a hierro mata” muestra, a medida que el relato se hunde en el interior del protagonista, la espiral de venganza que le lleva a un callejón sin salida. La magistral puesta en escena donde todo queda a la vista, hasta el más oscuro secreto, nos lleva a la pregunta: ¿Qué tiene que ver Mario en la muerte de su hermano?
Luis Tosar interpreta, con gran dominio de los matices, un personaje que viaja de la ternura y delicadeza hasta la brutalidad extrema, sin crear apenas contradicciones.
La venganza está ligada a un duelo no resuelto, al cadáver insepulto, como nos lo muestra Antígona, Medea y Hamlet. La venganza lleva al sujeto a estar pegado al objeto, de tal forma que todo gira entorno a ese objeto, no hay nada más. En este caso ni el nacimiento de su hijo lo aparta de él. Pura pulsión de la que el sujeto es responsable, cree que matando al objeto apaciguará su sufrimiento. Freud tiene una frase formidable con respecto a la venganza: dice que hay mujeres (podemos decir también hombres) que no se divorcian porque no han terminado de vengarse. La otra cara de la venganza sería la culpa. Lo vemos en el sujeto que quiere acusar a su padre o a su madre de su propia dolencia, está en una aporía, ya que no podría dejar de sufrir sin perdonar, porque su sufrimiento es la única prueba que tiene de las maldades que le adjudica al otro. La desaparición de su sufrimiento lo dejaría sin argumento. Cabe preguntarnos si Mario en realidad se siente culpable de su propio acto y le es mas fácil vivir poniendo la culpa en el otro.
Como dice Luis Martínez en Metropoli: “descubrir el horror en la belleza del nacimiento de un bebé es algo que marca a fuego”
Os esperamos en el café Libertad, 8, el próximo viernes 20 de septiembre.
ATENCIÓN: CAMBIAMOS POR ESTE MES LA HORA A LAS 17.30




Tertulia 144ª

Presentación: “Clara y Claire”: "Quien crees que soy".  



Director: Safy Nebbou





Por Olga Montón

Claire (Juliette Binoche), una profesora divorciada en la cincuentena, se crea un avatar en Facebook de una chica de 24 años. Lo que en principio era para espiar a su joven amante ocasional Ludo (Charles Berling), se convierte en una historia de amor con su mejor amigo Alex (François Civil).

El director Safy Nebbou, en su sexto largometraje, adapta con mucha sensibilidad, la novela “Celle que vous croyez” (Quien crees que soy) de Camille Laurens de 2016 en esta magnífica interpretación de Binoche.

La protagonista, ante el paso inexorable del tiempo y los cambios físicos, así como el abandono por parte de su marido, Gilles (Charles Berling) y padre de sus dos hijos, se siente insegura. Y es en las sesiones con su terapeuta, Dra. Bormans (Nicole García), donde va desplegando su historia, inventada o no, deseada o no, real o no.

Su marido la abandonó por una mujer que podía ser su hija. Y no es hasta el final que descubrimos la importancia de este hecho, ocultado también a la terapeuta. ¿Cuál es el lugar que “la otra mujer” ocupa en su mundo, en su construcción psíquica? Tan importante como para ocupar su lugar y disfrutar rápidamente de momentos de sensualidad y enamoramiento virtual, sin haberse encontrado en la vida real, aunque el final pueda ser trágico.

Alex por su parte, se enamora de una voz, si, también de una foto, pero la voz y lo que dice es la construcción de un personaje irreal cuya madurez es lo que le atrapa. El juego del misterio, a la vez que es la mujer de otro, porque ella le dice que tiene un novio.

El director juega con nosotros al escondite, conversaciones de WhatsApp y darse largas para no tener un encuentro cuerpo a cuerpo. Donde la visión del cuerpo de una mujer de 54 años podría dar al traste con toda la seducción. ¿Pero es eso cierto? ¿Realmente sucedería así? No lo sabemos, el final queda abierto a esa llamada donde todo puede cambiar en un último giro de guion con sabor metalingüístico donde se despliegan finales diferentes. 

Actualmente las relaciones sociales suponen un gran cambio con las nuevas tecnologías. El tiempo de respuesta es inmediato. Perdiéndose el tiempo para contestar, tiempo para pensar, tiempo para dudar, para encontrar, incluso para inventar. Porque en el cara a cara nos mostramos nosotros mismos, sale el inconsciente aunque no nos demos cuenta y es difícil mentir mucho tiempo. Sin embargo, el flirteo por Facebook o WhatsApp, donde la pantalla hace de velo, tenemos el refugio de la intimidad y de ser otros que podemos creer más fascinantes, más seguros. ¿Es el amor así más seguro?. ¿Si dos personas no se llegan ni a mirar a los ojos puede eludirse la decepción?


Continuaremos en la tertulia con los tres finales posibles que el director nos presenta. Tres finales subjetivos posibles que dan para reflexionar.


Nos vemos el próximo viernes 21 a las 18.30 en el café Libertad 8.


Tertulia 143ª


Presentación: “En buenas manos”


Director: Jeanne Herry



Por Marta Mora

La sinopsis oficial dice: “Theo acaba de nacer. Después de dar a luz, su madre biológica le entrega a un programa de adopción. Los servicios de adopción deben encontrar entonces a la que se convertirá en su madre adoptiva. En el otro extremo, Alice (Élodie Bouchez) lleva casi diez años luchando por ser madre. Un grupo de profesionales trabajará para que Theo y Alice puedan reunirse”.
Aquellos que se ocupan de traducir los títulos al español debió parecerles confuso el titulo original “Pupille” en francés. Sería interesante que nos dejaran a los espectadores ese juego de homofonía del significante entre “pupilo”, niño tutelado por el estado y “pupila”, parte del ojo. Es algo que enriquece y es un gancho más para asistir a la proyección, incluso sería el mejor para ver esta película. El cartel presagia una historia edulcorada que nada tiene que ver con lo que veremos luego. Acaso ignoran que los enigmas invitan al intento de revelarlos?.
Entre una madre que desea un hijo y otra que lo entrega en adopción se desarrollan unos hechos, esta película muestra el interés de el cine como vehículo para dar a conocer el funcionamiento del sistema publico de salud francés. No nos ahorra los obstáculos que aparecen por el camino. La directora, autora también del guión, ficciona una realidad con la propiedad de llegar más al público.
La mirada y la palabra forjan el vinculo de cada uno de los actores de esta historia en la que Theo es tutelado por el Estado para ser adoptado, rechazado por la mujer que lo gestó. No nos cuentan como fue su concepción, se escucha el significante “violencia” entre los asistentes sociales pero lo más claro es el rechazo decidido y rotundo y la ausencia de deseo de esa joven por ese niño. Preocupante para el futuro del bebé, pues sabemos, por nuestra experiencia como analistas, la importancia para un sujeto de haber sido deseado o no. Ese efecto de no haber sido deseado dura largo tiempo en su vida, aunque un niño no deseado pueda “en nombre de no sé qué que le viene de sus primeros bullicios” ser mejor acogido más tarde, “queda la marca de que el deseo en algún momento no existió”.
Es explicita la influencia de Francoise Doltó, medica pediatra y psicoanalista francesa, que junto con Lacan, sostiene la función fundamental de la palabra, ella dice que el bebé oye todo lo que se dice de él , lo que se le dice y, lo que recibe “a quemarropa” le afecta profundamente mientras la gente piensa que no se entera de nada. Considera a Theo siempre como un sujeto de pleno derecho. Se transmite muy bien que la tarea de los trabajadores sociales es encontrar unos padres para ese niño y no un niño para padres sin hijos.
Aunque es una película coral, impresiona Gilles Lelouche, en su interpretación del padre de acogida, el contraste entre su imagen viril y la ternura y el amor con que cuida a ese bebé que en dos meses tiene que entregar, es el tiempo que el protocolo concede a la madre biológica para retractarse de su decisión. Un hombre que cuestiona los rígidos protocolos que prohíben separar a dos hermanos sin tener en cuenta la subjetividad. Su personaje se aproxima más a “un hombre sin ambages” que a lo que los criticas señalan como “una idealización masculina”.
Es el segundo largo de esta directora y la avalan las 7 nominaciones a los Premios César 2019, los Oscar del cine francés, a mejor actriz, mejor actor, mejor dirección y mejor guión original entre otros.
Tendremos muchos temas para conversar.

¡¡Los esperamos el viernes 17 de mayo de 2019!!




Tertulia 142ª


Presentación: “Dolor y gloria”


Director: Pedro Almodóvar


Por Pilar Berbén
Con Pedro Almodóvar no es necesario hacer mención a su filmografía anterior, es conocida por todos. Su larga y brillante trayectoria, con más de veinte títulos como guionista y director, dan buena cuenta de ello. Gran observador de su tiempo, es un maestro retratando los años 80 y la Movida madrileña. Hizo suyo el neorrealismo italiano y tiene una habilidad especial para reflejar en las películas sus preocupaciones, mezclando lo tradicional, lo transgresor y la realidad marginal. Haciendo historias cargadas de dramatismo, donde los personajes femeninos tienen un papel primordial. Con el tiempo sus guiones son más sofisticados y coloristas.
A través de su productora el Deseo, se ha comprometido con el talento del cine español (Isabel Coixet y Álvaro de la Iglesia), con el cine Latinoamericano (Guillermo del Toro y Alfonso Cuarón). Y ha sido valiente comprometiéndose con el documental: “El silencio de los otros”.
Dolor y gloria, es sobre todo una película sincera desde la impactante primera escena hasta el sorprendente final.
El guión trata de cine dentro del cine y nadie mejor que Almodóvar para presentarnos la película: “En mi vida ha habido más gloria que dolor, pero el dolor ha pesado más”. Reconociendo que aquí ha desnudado su alma, sigue: “La película está impregnada de mi mismo, no es autobiográfica, pero si la película que habla más de mi vida. Hay cosas que son ciertas… Otras escenas no las he vivido, pero corresponden a momentos de mi vida”.
El protagonista, en ocasiones con tristeza y cierta melancolía, recorre su pasado tan alterado como su organismo. ¿Cómo afrontar los errores, el paso del tiempo, la enfermedad, el deterioro? El tiempo aquí no importa, es un bucear por la memoria, vamos del presente al pasado mezclando conversaciones con recuerdos. Hermosas escenas y maravillosos los flashbacks remitiéndonos a la infancia y la relación con su madre. Ilustran de dónde viene. Su gran valor está en que toda esa discontinuidad y flujo de idas y venidas alcanzan una total armonía y la película fluye a pesar de la complicada estructura de tiempos.
Destacar la sensibilidad en las escenas tanto de los primeros brotes del deseo como el encuentro con un amor perdido.
Desde el primero al último de los actores hacen un trabajo impecable y magnífico, pero sin duda destaca Antonio Banderas, como protagonista encarnando a Salvador Mallo, papel que hace con gran honestidad, siendo una de las mejores interpretaciones de su carrera.
Disfrutamos de unas fotografías esplendidas de José Luis Alcaine y, como en sus anteriores películas, repite Alberto Iglesias con una banda sonora maravillosa que merece la pena escuchar entera, pero especialmente a Mina cantando “Come sinfonía”, San Remo 1961 y a Rosalía cantando a dúo con Penélope Cruz “A tú vera”.
En muchas ocasiones para seguir adelante hay que mirar atrás, en un ejercicio de introspección no exento de dolor que nos permite reconocernos y reflexionar sobre las incógnitas de nuestra vida, para encontrar la forma particular de afrontar las contingencias y el vacio de la existencia, y ¿Cómo lo hace Almodóvar? Analiza sus frustraciones, sus errores, haciendo un repaso de sus fantasmas particulares, en una auténtica catarsis creativa y emocional, para encontrar en la ficción su vía de salvación y seguir adelante, a través de la música, la fotografía y la narración, convirtiéndolo en obra de arte, como la manera más auténtica de plasmar la verdad.
Son muchos los temas para debatir, como la dificultad del acto creativo, ese impulso creativo hacia lo desconocido que mueve a todo artista. ¿Es posible separarlo de la propia vida? Otros temas importantes podrían ser: El dolor, la culpa, el perdón, el resentimiento, las drogas. ¿Qué hacer con las pérdidas irrecuperables?
Para terminar, sólo un artista de la altura de Pedro Almodóvar derrumbaría el muro del éxito para enseñarnos que detrás se esconde la soledad del que parece que lo tiene todo.
Nos vemos el próximo 26 de abril, a las 18,30 horas, en el Café Libertad. Calle Libertad, 8.



Tertulia 141ª

Presentación: “Asuntos de familia”


Director: Hirokazu Koreeda


Mirta García Iglesias


Cuenta el director con una extensa filmografía. Entre ellas cabe mencionar Nadie sabe (2004), De tal padre, tal hijo (2013), Nuestra hermana pequeña (2015) donde la mirada de Kore-eda se centra fundamentalmente en el tema de las relaciones familiares. Es por tanto la familia un tema que le interesa y al cual retorna una y otra vez.
En esta ocasión, se trata de ahondar en una familia que no tiene lazos de sangre frente a la importancia que la sociedad japonesa le otorga a la consanguinedad.
Una familia unida por el delito, aunque podemos vislumbrar que no solo el delito es lo que los aglutina.
Le motiva al director preguntarse acerca de si existe felicidad en esta familia no biológica, y si esta felicidad es impostada o real.
La miseria, la pobreza, la precariedad en una sociedad asolada por la crisis económica, donde los valores se han ido desintegrando.
Gran relevancia a los niños en una sociedad donde los mismos se han vuelto invisibles.
El visionado de la película nos plantea una serie de interrogantes, acerca del papel del Estado, acerca de la oposición entre naturaleza y cultura, acerca de las leyes imperantes y hasta donde el cumplimiento de las mismas deja aún más desprotegidos a aquellos que supuestamente más lo necesitan.
Ha recibido numerosas nominaciones,  se le ha otorgado los Premios César a la mejor película extranjera y se ha llevado la Palma de Oro del Festival de Cannes.


Nos vemos el próximo viernes 15 en nuestra habitual cita mensual.


Tertulia 140ª

Presentación: “El vicio del poder”


Director: Adam Mckay


Por Graciela Sobral.

Esta película sobre la vida (y obra) de Dick Cheney me ha resultado muy conmovedora. El director cuenta la historia de una manera excelente donde muestra el lado más íntimo y el más político del personaje. Es muy interesante porque creo que nadie que haya visto el desempeño de Cheney en el gobierno de EE.UU. se imagina de dónde viene ni cual ha sido su carrera.
Este es uno de los puntos que hace grande a El vicio del poder porque es sorprendente. De entrada, Dick, marido y padre, es un hombre como tantos, o menos que tantos. Su futuro como político lo construye en el film a lo largo de dos horas, muy entrecruzado con las artes de su esposa.
Se trata de una película que es, en un sentido, sencilla y lineal; pero desde el punto de vista político, resulta escalofriante. Es escalofriante no porque haya escenas violentas si no porque muestra, como en un cuento no de hadas, la realidad en la que vivimos hoy en día.

Os esperamos el viernes 15 de febrero a las 18,30 hs en Libertad 8
Un saludo



Tertulia 138ª
Presentación: “La buena Esposa”

Director: Björn Runge




Por Pilar Berbén


Björn Runge, es sueco, nació en junio  de 1.961. Director, guionista, dramaturgo y autor, desde los 20 años trabaja en la industria cinematográfica realizando  cortometrajes,  producciones de televisión y cosechando diversos premios. Esta es su 5ª película. Recordemos algunos títulos anteriores: Al final del día (2003), Mun mot mun  (2005)  y Happy end (2011).


La buena esposa está basada en la novela de Meg Wolitzer, con guión de Jane Anderson.


Presentaré la película y a sus protagonistas con palabras del director: “Cuando leí este guión, se conectó  con experiencias fuertes de mi propia vida, sentí que estaba familiarizado  con los personajes  y el viaje dramático en el que estaban…” “El marco del que parte el filme es un gran escenario: la ceremonia de los premios Nobel de Estocolmo, donde la familia se prepara para celebrar la exitosa obra de Joe (Jonathan Pryce). Pero tras esto se esconde un gran secreto… después nada será nunca lo mismo”. Sigue B. Runge: “Pero por encima de todo, La buena esposa es la historia de Joan (Glenn Close).  Ella es sencillamente fascinante y poética y es su determinación  la que nos engancha”.


Se trata de Joan y Joe Castlema, (Sorprende la similitud de sus nombres, no debe ser casual) una pareja que durante 40 años de matrimonio y a través de flashbacks vemos cómo se gesta y consolida esta relación, en la que en ocasiones hay humor, ternura y mucha complicidad, ellos han tomado muchas decisiones juntos  sobre sus vidas y el proceso creativo,  pero los prolongados silencios de Joan, nos van revelando poco a poco el volcán que puede despertar en cualquier momento en lo que aparentaba ser una relación sólida.


Todos los papeles están bien interpretados, Jonathan Pryce es un gran actor, su personaje es complejo y contradictorio, vive en un dilema permanente lleno de luces y sombras. También mencionar a Max Irons, Annie Stark y el obstinado escritor Christian Slater,  pero hay que destacar  las miradas, los gestos, las frases a medias y los primeros planos  del rostro contenido  y a la vez esplendido de Glenn Closse que está espectacular.


Los caminos del deseo son complicados ¿Qué le pasa a Joan para que llegue al límite y saque todo lo que lleva dentro? La forma singular de gozar de cada ser hablante, esta marca primaria, condiciona y determina  la elección de amor.


Por amor una mujer puede llegar a extremos insospechados. Lacan decía: “…Hasta el punto de que no hay límites a las concesiones que cada una hace para un hombre de su cuerpo, de su alma, de sus bienes.” Él  habla de un nuevo amor que haga de la palabra un territorio común.


Les  animo a que vean está película que nos permitirá hablar de los tres personajes  masculinos; plantear problemas tan actuales como la creación artística, el movimiento “Me too” o el escándalo que ha rodeado a la Academia sueca este año, suspendiendo el premio nobel de literatura. Debatir sobre el enigma femenino con su gran pregunta ¿Qué quiere una mujer? En definitiva, sobre el amor y sus encrucijadas.


Nos vemos el próximo día 16 de noviembre, en el Café Libertad, calle Libertad, 8.


Tertulia 137ª


"Viaje al cuarto de una madre"

Director: Celia Rico Clavelino




Por Marta Mora

En un pueblo de Sevilla, dos mujeres, una hija que desea marcharse, que supera el temor a hacerle daño a su madre, diciéndoselo y una madre que desearía retenerla, callando lo que siente pero empujando con hechos a que su hija realice su deseo sin culpa. Dos deseos enfrentados que suelen ser ley de vida, la una por crecer y volar, la otra por retener, enfrentándose al dolor de la separación, sin reproches. Ese momento no es fácil para ninguna de las dos. De fondo una tristeza cuyo origen se irá despejando en el devenir de la narración en un clima de mucha ternura y complicidad.
Con pocos personajes, un diálogo mínimo, miradas y gestos y una ambientación muy simple, la debutante Celia Rico Clavelino construye una narración que nos lleva de la mano por ese momento que han dado en llamar, colonizadamente, “nido vacío” pero también nos muestra el abismo al que se asoma el que se va.
Una película llena de sutiles detalles que sorprende por su calidez, con un enfoque intimista y diferente a las películas que han tratado esta temática porque tiene en cuenta las dos miradas ante la separación física, haciendo hincapié en el vacío que deja el que se va y los efectos en quien se queda.
Extraordinaria la actuación de Lola Dueñas, (Estrella, la madre) y de Anna Castillo (Leonor), un duelo actoral de primer orden y una dirección de actores artesanal.




Tertulia 136ª

"Happy End"

Director: Michael Haneke



Por Olga Montón

Michael Haneke, de 76 años, dirige esta película, protagonizada por Isabelle Huppert (Valley of Love, La Pianista), Jean-Louis Trintignat (Amor, Un Héroe muy discreto), Mathieu Kassovitz (De plus belle) y Fantine Harduin (Dans la brume).
Haneke describe el áspero universo de una radiografía familiar, los Laurent, de la alta burguesía de Calais. Su afición al sarcasmo nos da este título que ironiza sobre los finales felices de las películas de Hollywood. Pensar que esta película no está a la altura de otras obras del director es cuestión de expectativas. Puede parecer una versión descafeinada del universo del artista, pero es tan perturbadora y deprimente como Amor o Funny Game, donde no hay finales felices. Parece que aborda de manera caustica su propia obra haciendo una relectura estimulante y sofisticada de temas centrales en Haneke como la superioridad moral, el clasismo, el racismo, la eutanasia, el suicidio, la violencia doméstica, la violación de la intimidad e incluso de la maldad como algo abstracto. 
El mejor Haneke perturbador aparece en secuencias como la conversación de Trintignant con un grupo de migrantes en la que no se oye nada, pero todos estamos pensando que les pide ayuda para suicidarse. En la mirada siempre extraviada de la joven Eve, su silencio, donde pesa más lo que calla que lo que dice; la manera en la que ve, en la conversación telefónica del padre, que hay una amante. La paliza que recibe el hijo (Pierre) de Isabelle Huppert (Anne) en plano general largo. O el derrumbamiento del muro en la obra de la empresa familiar.
Las nuevas tecnologías marcando la era digital están muy presentes en la película. Dan cuenta del abismo entre los personajes y el inevitable choque generacional. Secuencias como las grabaciones con el móvil, las conversaciones pornográficas por chat o las conversaciones por WhatsApp nos muestran las relaciones y vínculos en nuestra época.
Me ha interesado especialmente el personaje de Eve. El director retrata la infancia, a través de Fantine Harduin de 12 años, de una forma despiadada y fría, aparentemente testigo mudo de todo lo que le ocurre a esta familia. Deja en el aire la pregunta de si Eve ha envenenado a su madre con somníferos igual que al hámster, dejando una sensación de incomodidad en el espectador.
Happy end es básicamente perturbadora porque nos descoloca. No sabemos si nos movemos en clave de drama cotidiano o en tragedia. Todo nos resulta familiar pero lo inquietante es el tratamiento que hace de la violencia, el suicidio o la muerte, con el tacto pueril y cruel de lo intrascendente.
La proliferación de objetos de satisfacción (móviles, Tablet, tv.) al alcance del ser hablante, especialmente en niños muy pequeños, tiene mucha importancia en la constitución del circuito pulsional, más allá incluso del cuerpo de la madre, que es el primer objeto de satisfacción. Vemos en la consulta como estos niños hacen funcionar perfectamente los aparatos cuando aún no han accedido al habla, no hablan o no hacen ademán de dirigirse al otro. Vemos en la película como Eve no habla casi nada, ni la hablan. Hay una carencia simbólica tremenda. Todo es la pantalla, el silencio, “Es fácil hacer callar a alguien” dice Eve. Tampoco le habla al hermanito cuando llora. En un momento dado el padre le dice: ¿cómo no me has dicho que estabas triste, que te sentías sola? Podríamos pensar: ¿Pero le has preguntado?
En Happy end vemos una falta de amor que da paso al aislamiento, a la pura satisfacción pulsional, donde no interviene el deseo.
Esta película nos plantea distintos interrogantes y mi reflexión personal es entorno a la falta de relato entre los sujetos y el empuje a la satisfacción inmediata mediante el objeto sin dejar lugar al tiempo del deseo.
¿Cómo salir del embrollo del goce con el objeto pantalla frente al desvanecimiento y descomposición de las formas narrativas tradicionales? ¿Cómo separar a los sujetos de ese goce autista de “él solo” con la pantalla? Reintroduciendo la palabra, pero la palabra encarnada. Es necesaria la presencia real de un cuerpo que vivifique a su manera lo simbólico. Por eso no es lo mismo aprender a solas con el ordenador que en presencia de un maestro que encarne el saber, que lo vivifique.
Es entonces cuando la presencia de otro, que de manera simbólica intervenga (en algunos casos puede ser el analista, en otros el maestro), lo que haría posible la entrada del sujeto en los circuitos de satisfacción. Por ejemplo, en el goce sin sentido atrapado en la sonoridad de una palabra, o en el relato del niño sobre sus videojuegos, donde puede establecerse una pregunta, una puntuación que tenga efecto de corte, de recorte del goce, relanzando el deseo. Que, de otra forma, el niño solo frente a la pantalla, no tiene, no pasa por el circuito del Otro.
El deseo humano permanecerá para siempre irreductible a cualquier reducción y adaptación… El sujeto no satisface simplemente un deseo, goza de desear y ésta es una dimensión esencial de su goce”, señala Jacques-Alain Miller en su curso “Los divinos detalles”. Se trataría de un deseo que encuentre una manera de hacer con el goce. Pero ¿Quieres lo que deseas?, título de las próximas Jornadas de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis.
Nos vemos el próximo viernes 21 de septiembre a las 18.30 h. En el Café Libertad Ocho, en calle/ Libertad 8, Madrid.



Tertulia 135ª

"Corporate"

Director: Nicolas Silhol



Por Olga Montón 

Película dirigida por Nicolas Silhol y protagonizada por Céline Sallette (Emilie), Lambert Wilson (Stèphane), Violaine Fumeau (Marie) y Stéphane De Groodt (Vincent).
Emilie ha sido recientemente contratada por su superior, Stéphane, como jefa de recursos humanos de la multinacional Esen por su falta de escrúpulos y remordimientos. Su misión es conseguir que los empleados, que la empresa considera “no rentables”, renuncien ellos mismos, y así no ser acusada de despedir a cientos de trabajadores y pagarles indemnización. La estrategia de Esen, con 90.000 empleados, es crear una serie de circunstancias adversas, un ambiente hostil al trabajador seleccionado, acosándolo, para que, con el tiempo, presente su renuncia. Emilie sigue el programa con total obediencia, anteponiendo la sumisión y los beneficios empresariales a cualquier otra consideración. Hasta que un día, uno de sus empleados se suicida saltando desde la ventana de su oficina. La inspectora del trabajo y los ejecutivos de la empresa comienzan una investigación en la que la principal sospechosa es ella. Película con una puesta en escena ágil, sin contrariedades formales que despisten la verdadera esencia de fondo, donde se observa que solo hay música en instantes sin texto.
La película comienza con un letrero donde se nos advierte que "los personajes del film son ficticios, pero los métodos son reales".  Y es que entre el 2007 y el 2010, en tres años, se produjeron en la empresa France Telecom más de sesenta suicidios entre sus empleados. El hecho provocó una investigación en la que se pusieron de manifiesto los crueles métodos que utilizaba la empresa para deshacerse de sus trabajadores. Finalmente, la fiscalía francesa pidió el procesamiento de siete ex-directivos de “France Télécom” por “acoso moral” y “desestabilización” de sus trabajadores.
Actualmente sabemos que muchas empresas tienen un protocolo de actuación en caso de suicidio de uno de sus trabajadores, lo que indica que no ha cambiado mucho la presión sobre ellos. Presión ejercida en nombre de eufemismos como “gestión del saber estar” y “curva de emociones”. Así, vemos a Emilie preguntarle a un empleado durante su evaluación: “Tiene usted 46 años, ¿dónde se ve dentro de 10 años?” Y subraya: “No es una pregunta trampa, ¡eh!”.
Es entonces cuando hace su aparición Marie, la inspectora de trabajo, que con su manera particular de entender el lugar que las mujeres ocupan en el entorno laboral, lleva a una crisis a Emilie, la lleva a preguntarse sobre su posición ética u a asumir las consecuencias de sus decisiones. También su secretaria, Sophie, única verdaderamente honesta en este thriller de tonos grises.
El capitalismo construye subjetividades y este es el punto clave que diferencia la época actual que vivimos de otras epocas anteriores donde las sociedades estaban ordenadas, en la teoria de los cuatro discursos de Lacan, entorno al discurso del amo. El discurso del amo permitía cierta flexivilidad respecto de los sujetos. Uno podía someterse al amo, pero también podía revelarse, sublevarse y luchar por sus derechos. Habia otro con quien hacer vínculo de una u otra forma.
Actualmente el discurso capitalista, como muy bien muestra la película, crea subjetividades en la medida que los sujetos creen el discurso que viene del otro y lo hacen propio. Son “empresarios de sí mismos”, “emprendedores de sí mismos”, se gestionan en base al rendimiento económico, ya sea monetario, de ocio o de tiempo. Las personas tomadas como maquinas de producción autónoma, no solo para el amo invisible, tambien para ellas mismas. De forma que si no estas produciendo para consumir, aunque sea ocio, no eres feliz, te sientes culpable de no hacer nada en tu tiempo libre. Así surge el fenomeno del “burn-out” (consumirse, colapso físico o mental causado por esceso de trabajo) de manera que hay una sobreadaptación al esceso de trabajo que nos roba nuestro tiempo. Incluso gestiones y tramites que antes hacian las propias empresas, ahora se nos pide que lo hagamos nosotros online, mientras se despide a los trabajadores.
El capitalismo maneja dos significantes subjetivos importantes: la autoestima y la resiliencia. La autoestima revela de un modo privilegiado las exigencias superyoicas del modo de producción de subjetividad neoliberal. Mientras la resiliencia demanda una sumisión despolitizada al siguiente mandato: hagan lo que hagan contigo vamos a premiar que lo soportes y haremos de esto una cualidad que te designa. Es un término que reclama que por abstracta y opaca que sea la fuerza que siempre te pide más, la virtud reside en quien se somete a ella
Tambien resulta muy interesante los tres personajes mujeres (la de recursos humanos, la policia y la secretaria) frente a los tres personajes hombres (el jefe, el suicida, y el marido de Emilie). Personajes que comentaré durante la tertulia sobre sus vínculos y posiciones subjetivas distintas.
Os esperamos el próximo viernes 15 a las 18.30 en el café Libertad 8.
Olga Montón

134ª Tertulia 


Crónica: "Custodia compartida"



Director: Xabier Legrand













Pilar Berbén


Inicia este debate nuestra colega Mirta García recomendado la película: “El Cairo confidencial” y a pesar de que no fue la elegida para esta tertulia, considera que es una buena película.

Custodia compartida es el primer largometraje de Xabier Legrand, aunque anteriormente había hecho un corto titulado: “Antes de perderlo todo”, premiado con un Cesar y nominado al Oscar. El director tenía previsto hacer tres cortometrajes para ilustrar los distintos momentos o tiempos por los que pasa una separación, pero posteriormente se dio cuenta que ese formato no era suficiente para transmitir el tema que quería desarrolla y decidió hacer una película. Obtuvo numerosos premios: En el festival de Venecia, mejor dirección y mejor opera prima. En San Sebastián el premio del público al mejor film europeo. De TVE, premio de la crítica en San Pablo, al mejor guión en Miami y especial del jurado en Zurich.

Legrand es un actor de teatro que en 1987 trabajó en la película: Adiós muchacho.  Para este relato se inspirar en tres filmes: Kramen contra Kramen, La Noche del cazador y El resplandor. Comenta en una entrevista que le hace un guiño a Kubrick, al desarrollar el desenlace de la película en el baño.

Según el director, en Francia cada dos días y medio muere una mujer y hace 10 años que a él le interesa este tema. Para investigarlo realizó un trabajo de campo muy exhaustivo antes de escribir el guión, asistiendo a grupos de terapia para hombres maltratadores; entrevistándose con numerosas mujeres víctimas de violencia de género; acudió a juicios, a comisarias; se entrevistó con psicólogos y con trabajadores sociales. Legrand dice: “Hacer cine es tomar la palabra” y él quiere hablar como hombre y como ciudadano.

Desde el punto de vista cinematográfico, la cámara -a la altura de los ojos de los personajes- busca el efecto de acercarnos a la tragedia que viven los protagonistas, como en las escenas filmadas dentro de la camioneta, sentimos que estamos ahí.

Como banda sonora utiliza los sonidos cotidianos y sólo hay música en el cumpleaños de la hermana, en contraste con el final, que el silencio es total cuando van apareciendo los créditos. A la pregunta de por qué no utiliza música, Legrand comenta que recordó el relato de una mujer que con sólo escuchar la llave en la cerradura de la puerta ya sabía cómo venía el marido y si iba a recibir golpes o no.

En cuanto al trabajo de Julien, interpretado por Thomas Gioria es excelente. Su mirada refleja miedo, indefensión, rabia, dolor e impotencia. Sólo hay una escena (en casa de los abuelos) donde sonríe un poco.

Al empezar la película vemos a la jueza leyendo una carta de Julien. No sabemos a qué atenernos, quién miente de los dos, cuál es el conflicto. Porque, aunque son las menos, también hay casos donde hay mujeres que manipulan a los hijos. Reflexioné sobre la poca atención a la declaración del menor cuando dice claramente que no quiere ir con el padre.

La película es un retrato descarnado sobre la violencia machista, aunque la mirada está puesta en los niños y en las consecuencias que sufren cuando las separaciones o divorcios son tan conflictivos, siendo los más vulnerables e indefensos. Nos invita a reflexionar sobre la custodia compartida que aunque siempre es lo mejor, no siempre es posible. En Francia, si la madre es maltratada no ven ninguna razón para prohibir que los niños vean al padre, el director considera que esto es un error tremendo y la pregunta que subyace todo el tiempo es si un hombre maltratador tiene derecho a ver a sus hijos y si puede ser un buen padre. Muchos son los interrogantes. ¿Hasta dónde es capaz de llegar un padre o una madre con tal de hacer daño a su pareja? Tendría que prevalecer el amor por encima del odio, sin embargo, la realidad nos señala que en muchísimos casos pasa lo contrario y los  menores son tomados como piedra arrojadiza entre sus progenitores.

Los niños aprenden reproduciendo conductas, pero ¿qué aprenden cuando viven en un hogar donde impera la violencia y el maltrato?¿Cuáles son los valores que se les están transmitiendo? En muchos casos tienen inseguridad, falta de empatía. Pueden sufrir fobias, dificultades para amar a sus semejantes, fracaso escolar, dificultades en la adolescencia a la hora de enamorarse. Otras señales pueden ser conductas adultas o infantiles inapropiadas para la edad del niño. Reacciones que puedan representar una agresividad extrema. Otra señales puede ser: Excesiva preocupación por complacer a las figuras que representan la autoridad; sentirse continuamente enfermo, o sufrir muchos accidentes. Digamos que son muchas las patologías que pueden desarrollar, porque es bastante difícil enfrentarse a la devastación que genera la ausencia de un deseo parental.

Mirta comenta que tanto en Francia como en España son muchas las mujeres que retiran las denuncias y un porcentaje mínimo las que denuncian los hechos. Nos recuerda la escena en la fiesta, después del encuentro violento con el marido, la hermana de Myriam le dice “Mañana le denuncias” y ella responde: “Para qué, si no sirve de nada.” Por desgracia y para no extendernos, escuchamos continuamente casos que confirman esta hipótesis.

Termina su exposición hablando de la importancia del Coordinador parental y cómo se aplica esta figura en España, ya que es diferente al mediador, dado que lo nombra el juez.

Comienza el debate en la sala y como en las demás ocasiones, el clima permite una gran participación donde hubo mucha reflexión en torno a la violencia de género, esta pandemia que sufrimos no sólo en España, sino en el resto del mundo.

En general, la película gusto mucho. Admirable cómo el director maneja los silencios, las miradas y las escenas tan sutilmente. Es enormemente eficaz, nos da tanta información sobre lo que ha pasado, que nos deja totalmente destrozados y nos remueve por dentro. Se resalta el trabajo de todos los actores. El personaje de Miriam, hablando muy poco, pero haciéndonos sentir su miedo, su inseguridad. Es un duelo de los dos protagonistas. Antoine, el padre, siempre al borde de la explosión en su forma de hablar y comportarse y sobre todo destacar el espléndido y extraordinario trabajo del hijo, Julien.

No se tiene en cuenta la carta del niño en la que dice por qué no quiere ir con su padre y no puede expresarse en el juicio. Parece que los niños no tienen nada que hablar y nada que decir, pero recordamos que para el psicoanálisis todos los seres humanos, incluidos los niños, somos sujetos de pleno derecho y tenemos voz y voto y hay que escucharlos tengan la edad que tengan. Otra cosa es lo que la ley diga. Los jueces escuchan a partir de los 12 años, pero los niños mucho más pequeños pueden decir lo que quieren y lo que necesitan y hay que hacerles mucho caso. Si un niño no está a gusto en una relación por algo será y, en todo caso, habrá que custodiar esa relación. En los juzgados de familia cuando hay conflictos intervienen otros profesionales para emitir informes sociales y psicológicos y el juez escucha. El Estado tiene una responsabilidad y tiene que hacerse cargo de esta situación, protegiendo primero a los niños y al mismo tiempo a la mujer cuando es maltratada.

Antoine es incapaz de dialogar. Es una víctima de si mismo porque es él quién provoca el problema. Es un hombre que no tiene ninguna tolerancia a la frustración, no entiende que una mujer le deje de amar. Seguimos en un mundo, donde amar es cada vez más difícil, en cambio hay lugar para la rabia y la destrucción, para no saber resolver las vicisitudes negativas sino por medio del odio. Se trata de un paranoico, que no sabe amar. Confunde a la mujer con su objeto perdido, lo ha encontrado, le pertenece, no lo va a soltar bajo ningún concepto y lo quiere a cualquier precio y si no que no exista. Por otra parte, no olvidamos que él también sufre (rompe a llorar).
La custodia compartida tiene muchas aristas, es un problema social muy grave y en muchos casos no se trata de que uno es el bueno y otro el malo. Puede haber violencia entre dos cónyuges y pueden ser buenos padres. Cuando un niño, por las razones que sean, no quiere ver a su padre, la mayoría de los padres tienen sufrimiento y el hijo se está perdiendo la oportunidad de esa relación. Pero si los hijos no quieren saber nada del padre, hay que tenerlo en cuenta y debía condicionar la custodia compartida. En cualquier caso, estas relaciones entre hijos y padres maltratadores, deben ser vigiladas y muy protegidas.
Queda claro que los recursos económicos son fundamentales. Estamos hablando de muchos más juzgados especialistas en violencia de género, los que hay están desbordados. Más casas de acogida, para mujeres que han denunciado y que su vida corre peligro, donde a veces hay hacinamiento, pensemos que las personas que llegan tienen una situación muy conflictiva.  Muchas están en manos de ONG, porque las instituciones no tienen recursos suficientes y sin los cuales no se puede hacer nada. Hay un montón de niños que son huérfanos porque su madre murió asesinada y después el padre se suicidó o está en la cárcel y hay poco o nada de ayuda para estos huérfanos que están en instituciones o en la mayoría de los casos al cargo de los abuelos u otros familiares. También son necesarios recursos para prevención.
Desde 2016 existe un fondo de ayudas para niños y niñas que han perdido a su madre a causa de la violencia de género, establecido por la familia de Soledad Cazorla que fue la primera Fiscal del Tribunal Supremo contra la violencia sobre la mujer. Pero este fondo es muy escaso y sólo testimonial para hacer referencia a la falta de recursos.
Hasta hace muy poco solamente podían recibir ayuda económica las mujeres que tenían una denuncia previa. Ahora se ha conseguido que otras figuras puedan avalar que esa mujer es víctima de maltrato, aunque no haya denuncia. Por ejemplo, un informe médico. A veces no nos damos cuenta el panorama que tiene una mujer cuando decide dejar el domicilio conyugal porque su vida corre peligro. El problema es enorme, tiene que abandonar la casa clandestinamente ¿Qué hace una mujer que no trabaja y tiene niños? Si no tiene familia ¿a quién recurrir? ¿Dónde vive o qué come? El dinero ayuda y por eso tiene que existir partida presupuestaria, aunque estaría bien cambiar el tipo de terapias, tanto para las víctimas como para los maltratadores, para que esas personas puedan reflexionar sobre sus actos y la relación de esos actos con su vida y con su historia, preguntándose por qué hacen eso para que la historia no se vuelva a repetir. Para esto se necesita mucho dinero y sería un dinero muy bien invertido.
La falta de recursos y tiempo para que los profesionales puedan hacer bien su trabajo, ya que tienen que tomar decisiones que afectan a la vida  de las personas, se nos muestra en las primeras escenas. Vemos la mesa de la jueza llena de legajos y al otro lado a los padres. Esa sentencia no se puede resolver en un ratito como si estuviéramos con una conversación banal. Una cosa es el fallo de una sentencia y otra la ejecución, que tiene que ser un proceso y debiera ser revisable, vigilada y tutelada por la jueza y su equipo, ya que puede ser bueno que el niño tenga a su padre y a su madre, pero falta la vigilancia y el seguimiento.
En cuanto a la educación, hay que hacer un trabajo muy grande desde la infancia por la igualdad para no llegar a las situaciones que aborda la película. En esta sociedad de consumo, tremendamente individualista y violenta ¿Qué valores enseñamos? ¿Cómo son las relaciones de nuestros jóvenes? ¿De usar y tirar? También para que no confunden los celos con el amor y sobre todo para hacer entender que las mujeres no somos propiedad de los hombres. Que aprendan a reflexionar sobre el respeto y los vínculos afectivos.
Aunque el trabajo sea uno por uno, quedan muchas preguntas en el aire: ¿Qué les pasa a los hombres? ¿Vienen así de fábrica? ¿Dónde se empieza a crear toda esa violencia que este señor despliega? ¿Por qué hay más asesinatos ahora? ¿Es que antes no había visibilidad? La mujer ha hecho un movimiento en la sociedad que no está siendo digerido por algunos hombres. Están muy bien las leyes, pero es fundamental trabajar con los hombres. Por otra parte, confiemos que algo está cambiando y lentamente parece que se empieza a romper el silencio cómplice de los hombres en este tema y existen asociaciones de hombres por la igualdad de género. Esto tiene un valor y quiere decir algo. El libro: Iron John, de Robert Bly, se apoya en el cuento de los hermanos Grimm para desarrollar que los roles y valores que nuestra cultura ha venido convencionalmente asignando a la mujer y al hombre ya no son válidos.
En cuanto a la publicidad, siempre se pone el foco en la mujer maltratada y el director dice “¿Por qué no hacer algo con los maltratadores? ¿Por qué las campañas no van dirigidas a ellos?”.
¿Hasta qué punto el sistema ha colaborado con esta mujer o la ha perjudicado? Todos tenemos nuestras dudas acerca de la decisión de la jueza. En cambio, cuando la mujer ve que el marido llega a la casa, ella llama y la persona que se pone en contacto con ella le va dando las instrucciones, por suerte ahí el sistema funciona. Es decir, el sistema a veces nos perjudica y otras nos beneficia.
Se destaca la importancia de las terceras personas, que estamos alrededor de estas familias para denunciar estos hechos. Se salvan porque la vecina lo denuncia. La llamada de ella no hubiera llegado a tiempo.
Por último, Sólo puede acceder a un psicoanálisis alguien que se hace algunas preguntas sobre sí mismo y con un tiempo pueden tener la oportunidad de salir de esa situación. Porque hay que recordar que en el abordaje de cualquier problema o malestar psíquico en el ser humano, ningún tratamiento incluye lo que llamó Freud la pulsión de muerte. Este es un punto que sólo el psicoanálisis trabaja y esto es igual para la mujer maltratada, para el maltratador y para todos. Por decirlo coloquialmente, sería este empuje o pulsión que tenemos los seres humanos que por una determinada satisfacción somos capaces de hacer algo incluso aunque nos pueda hacer daño, porque nos da cierta satisfacción. Por ejemplo fumar, que es lo más fácil de decir y entender. En este sentido, el psicoanálisis trabaja este punto que tiene que ver con la violencia hacía los otros y hacía uno mismo.
Damos las gracias al Café Liberad por sus atenciones.

Tertulia 133ª

Presentación: 

"El Aviso"
Director: Daniel Calparsoro



Pilar Berbén



Dirige esta película Daniel Calparsoro, nacido en Barcelona, aunque afincado desde niño en San Sebastián (Cien años de Perdón, Combustión, entre otras y varias miniseries para TV). Es un  thriller de misterio y emoción,  basado en la novela  homónima de Paul Pen, escritor madrileño con gran éxito de ventas en EEUU. Guión que ha dado muchas vueltas y ha pasado por diferentes manos.


La atmósfera, la foto, el tempo y la historia nos introducen en el género hasta el final.  Se mueve en dos planos temporales: 2008 y 2018. Jon (Raúl Arevelo) es un afamado matemático que empieza a investigar una serie de asesinatos, con ciertas conexiones numéricas. Creyendo que no puede ser cosa del azar, se encierra en casa para dilucidar una ley que pueda regir todo lo que está pasando, llegando a la  conclusión que un niño se encuentra en peligro. En palabras del director: “Aquí hay intriga añadida a la novela: Es un hombre que quiere salvar a un niño, y que, de alguna manera, al hacerlo, se salva a sí mismo”.

 Por otra parte,  están el miedo de Nico (Hugo Arbues) ante el acoso de sus compañeros de clase y de la carta que ha recibido. Así como la madre y sus fórmulas para acabar con ese miedo. ¿Quién escucha a este niño? Nos faltan sus palabras ¿Qué siente, qué le pasa? ¿Por qué se toman decisiones sin oírle?
En las primeras imágenes aparece el protagonista en un coche y llama la atención la tristeza de su mirada, es un día lluvioso y se reconoce fácilmente Madrid, con las cuatro torres al fondo de la ciudad. En los continuos flashbacks, se van sucediendo alternativamente las escenas lluviosas o con sol, utilizadas  como contraste.
Para Calparsoro está es una metáfora sobre la incomunicación. Está claro que a pesar de tener una relación de amistad, el mundo de Jon paulatinamente se va cerrando a cal y canto. ¿Qué le pasa? No hay muchas palabras. Algunas cosas nos muestra la cámara, como que toma medicación. Llamadas de teléfono que no contesta.  Sabemos que en secreto, tiene una foto de su amiga ¿La ama? Cada vez su mundo se reduce a  buscar la revelación de esa verdad que lo ilumina todo: la repetición de un acto violento en el mismo sitio y con el mismo número de víctimas cada cierto tiempo, él es sólo la única persona que parece comprender el inexplicable suceso. Es tan riguroso que vive exclusivamente para esa idea, tiene que descubrir la verdad. Y llega la certeza: YA TIENE LA SOLUCIÓN …
Según me opinión esta es una película que nos plantea muchas preguntas y pocas respuestas, pero nos permitirá hablar de temas tan complicados como el miedo, el acoso escolar, o la violencia.
Por otra parte, también nos permitirá conversar de cómo un sujeto, bajo transferencia, puede encontrar soluciones singulares para hacer un anudamiento –estructuralmente fallido-,  o dicho de otra manera,  la respuesta que alguien puede construir a partir de un vacio, de un conjunto de elementos, su realidad.
Nos vemos el próximo día 20 de Abril, a las 18,30 horas, en el Café Libertad 8.













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131ª Tertulia
"Tres anuncios en las afueras"
Director: Martin McDonagh






Por Olga Montón.



Martin McDonagh es un dramaturgo y director de cine irlandés. Fue conocido en sus inicios por la gran brutalidad y estilo cinematográfico de algunas de sus piezas teatrales. Se considera que cultiva una vertiente extrema del teatro de la crueldad, conocida como “In-yer-face”, que destaca el aspecto violento y grotesco de las obras para captar la atención del espectador. Preguntado sobre el estilo de sus diálogos, Martin McDonagh declaró: «Son diálogos que intentan reflejar la manera en la que hablamos de verdad. Si apuntásemos todo lo que decimos a lo largo de un día, parecería de locos. Es muy difícil hacer eso en una obra, pero intenté reproducir esa especie de locura del discurso.» Martin McDonagh se ha convertido en el autor anglosajón más representado en América del Norte después de Shakespeare. Sus obras se han estrenado en 39 países y en 29 idiomas. La película ha sido comparada con justicia con el ritmo, el humor sardónico y la tipología de la América Profunda de los hermanos Coen. “Tres anuncios en las afueras” ha sido galardonada con cuatro globos de oro a mejor actriz, mejor actor de reparto, mejor guion y mejor película dramática. También tiene el Premio del Público del Festival de San Sebastián y el de Mejor película del Festival de Toronto. Además, está nominada a sietes Premios Oscar y nueve Premios Bafta. La película es una historia esquemática y rotunda sostenida por una Frances McDormand (Mildred) emocionalmente trastornada por la violación y asesinato de su hija. Su perfil llena la pantalla, generando por si sola su propio elemento icónico, vestida con ese mono de obrera metalúrgica que le da una dureza extra de mujer obstinada. Mildred hace pocas concesiones a la simpatía y es el punto de partida de esta historia a la que le da sentido y dirección. Ella es el motor emocional que sostiene la película. Vemos, desde su punto de vista, desde su prisma, cómo se desarrollan los personajes que la rodean. Su
exmarido Charlie al que no puede enfrentarse, maltratador y ex-policía que sale con una joven de 19 años. El jefe de policía Woody Harrelson (Bill Willougby) enfermo de cáncer que inexplicablemente mantiene en su puesto a un policía racista y homófobo, Sam Rockwell (Jason Dixon). Y su hijo al que tiene desconcertado son los cuatro personajes masculinos que la rodean. Es verdad que los personajes parecen caricaturas de sí mismos. Pero se trata de una película de humor negro con tintes de wester. Y precisamente porque es una película el director se autoriza a la fantasía de los excesos. Cada escena sobrepasa la anterior, te sorprende por lo inesperado. El marco cinematográfico se mantiene fronterizo entre la vida y la muerte. El director consigue que el espectador empatice con los personajes, que sus dramas importen, gracias a la música indie-folk que acompaña las escenas. Mildred hace de la búsqueda del asesino de su hija una causa, una causa que la permite vivir, una causa superior a su propia vida. Es una madre que no puede pasar por alto el desconocimiento, el no saber. De la misma manera que los sujetos que se psicoanalizan, Mildred tiene una cierta relación con la verdad y busca en su entorno la manera de hacer que surja, de hacer que se
construya publicando tres anuncios en las afueras de Ebbing, Missouri. La película es un relato entorno a tres frases, que son un relato en sí mismas: Violada mientras moría ¿Todavía no hay arrestos? ¿Porqué jefe Willougby? Haciendo preguntas, hace la demanda de saber, revoluciona el pueblo y ofrece una exposición mediática. El texto es una escritura, no se borra, aunque se queme. Vemos en el hijo de Mildred, Lucas Hedges (Robbie) como trasmite que las frases le hacen daño, que pasan por el cuerpo, por eso no quiso leer el informe. Como decimos en psicoanálisis la letra se encarna, hay dichos y relatos que nos marcan. Y me pregunto ¿hay un antes y un después de recibir una carta? ¿Puede una carta cambiarnos la existencia? El jefe Willoughby se suicida para no ver en los ojos de su mujer el sufrimiento que su deterioro le supondría. ¿Es un
acto de amor ese suicidio? En las cuatro cartas que deja el jefe de policía vemos un hombre sensible, preocupado por los demás, amoroso. Son cartas que suponen un acto, hay un antes y un después de las cartas. Lo que se deja escrito no es lo mismo que lo que se dice, hay un legado. Para el agente Dixon hay tres hechos que le cambian la vida. Un hecho de basta, de hasta aquí, el nuevo jefe le echa del trabajo y simbólicamente le pide la placa y la pistola, le despoja de lo que imaginariamente le sirve de impunidad. Otro hecho en lo simbólico es la carta del jefe Willoughby, alguien cree en él, que le dice que puede ser un gran detective, que le dice que tiene que cambiar el acto por la reflexión. Y cambiar el odio por el amor. Y finalmente en lo real, desde la muerte del que estaba en el lugar del padre hasta su propio accidente en el incendio de la comisaria. ¿Es posible ese cambio a partir de estos hechos? Sí que es verdad que Mildred y Dixon confluyen en algo, son personas del acto. Necesitan actuar para sentir que tienen el control. Y es ese punto de ver en el otro lo más propio nuestro, ese punto de identificación, el que los hace respetarse y unirse en esa escena final tan inverosímil como mentirosa en la que Dixon le confiesa que sabe que fue ella la que incendió la comisaria y que parece pedir la frase final de “Con faldas y a lo loco”: “nadie es perfecto”

Os esperamos el viernes 16 de febrero a las 18.30 en el café Libertad 8. Olga Montón


Tertulia 130ª

Presentación:
"Perfectos desconocidos"
Director: Alex de la Iglesia






Marta Mora

Queríamos empezar esta etapa, después de vacaciones y fiestas, con una comedia, algo liviano después de las últimas tres peliculas elegidas que fueron bastante densas. Aunque elegir una comedia tiene sus riesgos...conociendo lo que Lacan dijo de la vida, que es una comedia. Eso será después de la experiencia de un análisis pues es más común pensar que es un drama. Y también siguiendo nuestra costumbre, queriamos darle un  lugar al cine español.
Y esta película nos pareció que reunía estos dos deseos. Desechamos entonces el drama y nos decantamos por Perfectos desconocidos, sin saber, antes de verla, que se trataba de un remake de "Perfetti sconosciuti" de Paolo Genovese que se estrenó en 2016 en Italia y recibió varios premios.
Lo del remake disipó la sorpresa acerca de un Alex de la Iglesia muy alejado de lo que nos tiene acostumbrados.
Transcribo la sinopsis: "En una cena entre cuatro parejas, que se conocen de
toda la vida, se propone un juego que pondrá sobre la mesa sus peores secretos: leer en voz alta los mensajes, y atender públicamente las llamadas, que reciban en sus móviles durante la cena".
En un escenario ínfimo, como si de una obra teatral se tratara, se desarrolla toda la película, un comedor y un balcón, la noche en que se producirá un eclipse que tiñe la luna de rojo .
Un reparto excelente donde destacaría al inmenso Eduard Fernández, pero donde todos se desempeñan con brillantez, con un guión que no decae en ningún momento y donde se despliegan diversos temas: la relación con los adolescentes, los padres, las infidelidades, el rechazo a la homosexualidad, la verdad y los secretos de los sujetos.
Es una puesta en cuestión de ese "conocerse de toda la vida" y una reivindicación del secreto, en una época en que el anonimato tiende a desaparecer, donde la información digital genera un stock de información sobre los sujetos a una enorme velocidad con consecuencias inéditas de un crecimiento exponencial del saber. Un saber que quisiera alimentarse  de nosotros, crecer y extenderse y transferirse de forma imparable como la compulsión de repetición que Freud descubriera en la pulsión de muerte. Paolo Genovese eligió primero pero  Alex de la Iglesia parece haber coincidido en que este tema del secreto es un tema de la época digno de ser mostrado al público en forma de una aparente divertimento.

Los esperamos para conversar el próximo viernes 19 de enero de 2018!!!

 




Tertulia 129ª

Presentación:
"En cuerpo y alma"
Directora: Ildikó Enyedi


Mirta Garcia

Hacía aproximadamente dieciocho años que Ildikó Enyedi no filmaba. Tenía en su haber, cinco largometrajes, uno de ellos fue premiado.
Éste, su sexto largometraje donde también oficia de guionista, obtuvo el Oso de Oro en el Festival de Berlín y premio a la mejor película en el Festival de cine de Sidney.

Nos ofrece una historia cargada de dolor, belleza y también amor, donde el amor juega un papel fundamental.
Dos seres solitarios y carentes se encuentran y es a partir de este extraño y curioso amor que algo diferente ocurrirá en sus monótonas y tristes existencias.
Dos escenarios donde se desarrollará el relato: un gélido matadero, donde trabajan los dos protagonistas y un gélido paisaje nevado donde vemos deambular a dos ciervos.

Es a partir del conocimiento que obtienen ambos debido a un robo cometido en el trabajo que la relación cambia entre ellos.
Los dos sueñan lo mismo noche tras noche. La curiosidad, la extrañeza, hace que a partir de este descubrimiento, una complicidad sea compartida. Se acercan.  Y es en este acercamiento donde va surgiendo este extraño amor.

Filmada con grandes dosis de hiperrealismo, minimalista, y con un lenguaje más cinematográfico que abundante en texto.

Nos vemos el viernes 17 donde tendremos ocasión de comentarla.

 



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Tertulia 128ª

Presentación:
"El amante doble"
Director: Francois Ozon















Por Pilar Berbén


François Ozon, nacido en 1967, es un prolífero director, esta es su  decimoctava película, además de otros tantos cortometrajes. Sus producciones  se caracterizan por su ingenio agudo e irónico. En algunas ocasiones es tachado de peculiar e irreverente por su forma de abordar los temas sobre la sexualidad humana, explorando siempre nuevos retos narrativos, como explica él mismo refiriéndose a su anterior filme: “Después de Frantz, que fue una película más clásica, quería hacer algo más lúdico”.
El amante doble, es una adaptación libre de “Vidas Gemelas”, un relato de Joyce Carol Oates, publicado con el seudónimo de Rosamond Smit.
Para algunos críticos Brian de Palma sirve como referencia de este thiller erótico, para otros su ambigüedad y cierta perversión recuerdan a Verhoeven (Elle), así como a Cronenberg en Inseparables; sin olvidar la influencia del cine de Hitchock como maestro del suspense y el misterio. Respondiendo a la recurrente pregunta sobre la similitud de su filmografía con las temáticas almodovarianas como los personajes femeninos complejos o el punto provocador, dice el director sentirse muy halagado cuando lo comparan con Almodóvar porque es un cineasta que realmente le gusta.

Hablando de la primera secuencia –que rememora el corte de ojo de “El perro andaluz”- como la luz que ilumina la trama, es Ozon quién refiriéndose a Luis Buñuel en una entrevista, dice: “Quería que desde los primeros instantes de la película el espectador tuviese muy claro cómo es visualmente el filme, que entramos en el cuerpo de alguien”. ¿Qué le parece El perro andaluz? “Me encanta desde niño. Me obsesioné con ella. Visité una exposición sobre surrealismo de crío y vi ese filme una decena de veces”. ¿Y qué opina de Buñuel? “Definitivamente, ha marcado mi carrera. Sobre todo, cuando he hablado de realidad hecha sueño o de sueños hechos realidad. Él transgredió las fronteras entre realidad e imaginación, planteándonos preguntas sobre si lo que vemos es cierto. Siento que su influencia crece en mi obra en los últimos años, y eso me divierte”.

Para esta película Ozon vuelve a contar con Marine Vacht, con la que trabajó en “Joven y Bonita”, en esta ocasión encarna a Cholé la atribulada protagonista. Desde los primeros planos es fantástica su actuación; el desafío interior de su personaje, una joven perdida entre la represión y el deseo, contrastando con su belleza exterior.
El otro protagonista es el belga Jérémie Renier, vinculado al cine de los hermanos Dardenne, con un papel doble, interpretando a dos psicoanalistas gemelos con personalidades opuestas. Sobre su personaje y este triángulo amoroso, Renier plantea: “Llega un momento en que ya no sabemos si son tan diferentes. Hay todo este juego de quién es quién, ¿Con quién estoy hablando ahora mismo?, ¿Son realmente dos o es uno solo?, ¿Están jugando con Chloé?, ¿O es Chloé que se ha vuelto loca?”.
Sin olvidarnos de Jacqueline Bisset, que con un breve papel, también interpreta a un doble personaje: encarna a la madre de la protagonista y a una figura del pasado de los gemelos.

Con una puesta en escena delicada y elegante, sin olvidar la fuerte carga de erotismo y provocación, “El amante doble” se mueve en el mundo de la dualidad, entre la fantasía, la realidad o la mentira. Enigmática, nada es lo que parece. En una entrevista dice Ozon: “Creo que lo imaginario lo necesitamos muchísimo en nuestra vida. Para poder seguir viviendo el día a día necesitamos recurrir a la ficción. En el caso de Chloé, su fantasía le permite descubrir qué le ocurre realmente y llegar a una verdad, y por eso recurro a esto muchísimo en mis películas”. “… Lo que me interesaba era mostrar la dualidad y por eso hay tanto juego de espejos, de reflejos, y no solo están los gemelos, también nos damos cuenta que el personaje de Chloé también es doble”.

Nos siembra la duda si es real lo que vemos o sólo ocurre en la cabeza de la protagonista. Explora la fantasía y deseo de sus personajes.

Llena de símbolos y detalles que nos permiten profundizar en el hilo argumental, como las flores (en este caso orquídeas) símbolo de belleza y seducción; la tierra como idea de arraigo; los gatos con esa mirada permanente, como seres  venerados y sagrados en otro tiempo, que parecen saberlo todo sobre nosotros; El juego de la cámara con los espejos para acercarnos más las imágenes o duplicarlas.

En mi opinión, es posible que no sea la mejor película de este director, pero sin duda no dejará a nadie indiferente.

Para finalizar, dejo en el aire algunas preguntas para el coloquio: ¿Cuál es la posición ética del analista ante la singularidad del sujeto y su goce en el acto analítico? ¿Cómo pensar la posición del analista en el contexto de nuestra época? ¿Hay salida ante este laberinto y desvarío? ¿Dónde termina la realidad y comienza la ilusión? ¿Se trata de cegar la mirada convencional para que surja la mirada hacia el interior?
Os animo a que veáis esta provocadora película, llena de posibilidades, con escenas polémicas que nos harán contrastar nuestras opiniones y enriquecernos con las de los demás.
Nos vemos el próximo día 20 de octubre a las 18,30 en el Café Libertad 8, ubicado en la calle Libertad nº 8. Madrid

 
   




Tertulia 127ª

Presentación


"Ana, mon amour"

Director: Calin Peter Netzer


 

Por Olga Montón

El director rumano Calin Peter Netzer obtuvo el Oso de Oro en el Festival de Berlín por su anterior película “Madre e hijo”, 2013. Película en la que analizaba la relación compleja materno filial. “Ana, mon amour”, que ha sido distinguida en el mismo Festival por su sobresaliente montaje, trata del análisis y evolución de una pareja de enamorados a lo largo de los años. Basada en la novela de Cesar Paul-Badescu el director nos da la perspectiva del psicoanálisis del protagonista masculino, Toma, en la película.
Desde el comienzo, el montaje, los primeros planos, la velocidad y los “flash-back” te sumergen en esta relación como si la vieras en primera persona, de manera que te adentras en su intimidad, en su realidad cotidiana, dejando espacio al espectador para la interpretación personal de la cronología dramática. El método de la asociación libre que practica el psicoanálisis da un sostén narrativo que permite vivir el relato de un modo subjetivo e intenso.
Esta relación incipiente de Toma (Mircea Postelnicu) y Ana (Diana Cavallioti) comienza en la universidad, donde estudian literatura. La película se desarrolla, de manera hiperrealista, en cuatro tiempos, siendo el eje conductor las visitas de Toma al psicoanalista. Esto se muestra de manera efectiva en el cambio de apariencia, de pelo y de ropa, de los personajes.
Ana tiene episodios de angustia que no comprende. Con el tiempo vemos como se aísla y tiene episodios depresivos, llegando a intento de suicidio. Es Toma quien nos va descubriendo las vicisitudes en la vida de Ana, en el relato que hace a su psicoanalista entre recuerdos, experiencias y sueños. En realidad, no conocemos la versión de Ana. Es él, Toma, el verdadero protagonista.
Sabemos desde Freud que un síntoma comporta una satisfacción pulsional. De la escucha clínica bajo transferencia Freud extrajo las “condiciones” inconscientes de la elección amorosa. Esas condiciones anudan lo imaginario, el goce en juego y el abanico simbólico que determinó, en el sujeto, su lugar de objeto en el deseo del Otro.
Hay que pensar el anudamiento entre mujer, síntoma y goce para abordar lo que lleva a un hombre a mantenerse unido a una mujer. Somos seres de la palabra, “parletres”, y en la elección de pareja hay una determinación inconsciente. Es la experiencia psicoanalítica la que posibilita ubicar en la mujer elegida el rasgo que la ata a él. En “Ana, mon amour” parece que para Tomas ser “el salvador”, el que la sostiene y la cuida, es el rasgo que lo mantiene unido a ella. Parecería que son acciones altruistas, pero ¿no se trata del control? Así, vemos que cuando ella sale de esa posición él se desmorona, pierde su lugar, llega a soñar que Ana muere.
El personaje de Ana se mantiene en silencio prácticamente toda la película y es cuando puede hablar, primero con un psicoanalista y luego con Toma, cuando puede salir de esa posición y cambiarla por una que hace la vida más digna.
Interesante las soluciones al malestar subjetivo comparando entre la propuesta farmacológica, la religión y el psicoanálisis, lo que nos dará mucho debate.
No faltan personajes para la trama. Por un lado, los padres profesionales de Toma, él violento en contra de esa relación y ella controladora. Por otro, la madre de Ana, más humilde y abandonada por el padre de Ana cuando ella era pequeña y vuelta a casar. Ana no se enteró hasta los 16 que dormía con su padrastro.
Vemos en el cartel de la película cómo la mano de Toma agarra el brazo de Ana. Pero ¿lo agarra o se agarra? Una imagen que da para interpretaciones.
Nos vemos el próximo viernes 15 de septiembre a las 18.30 h. En café "Libertad 8", calle Libertad Nº 8, Madrid 28004
Olga Montón
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Para ver Comentario/Presentación Temporadas anteriores a la 100ª Tertulia, pinche aquí.



Tertulia 126ª

Presentación 

"Clash" 

Director: Mohamed Diab









Por Olga Montón


CLASH. De Mohamed Diab. 2016



Clash trata sobre los violentos disturbios ocurridos en el verano de 2013, en El Cairo, dos años después de las revueltas de la plaza Tahrir, en la llamada Primavera Árabe. Inmediatamente después de la destitución del presidente islamista Morsi, un día de violentos disturbios, un furgón de la policía se lleva a un grupo de manifestantes con convicciones políticas y religiosas diferentes. Un microcosmos efectivo que refleja las contradicciones de la sociedad egipcia y sus aspiraciones de libertad. No se sabe si van a lograr superar sus diferencias para salir adelante, un final que queda abierto.

Clash nos recuerda “Náufragos” de A. Hitchcock (1944), al introducir en un bote salvavidas a todo un mundo en guerra durante la Segunda Guerra Mundial, o “La habitación” de Lenny Abrahamson (2015), una madre y su hijo secuestrados en un contenedor, o “A fondo” de Nicolas Benamou (2015) encerrados en un monovolumen. Y por repetido, no es menos efectivo el resultado.

Rodada enteramente en los ocho metros cuadrados de un furgón policial, el ambiente claustrofóbico que se genera, caldea todavía más el ambiente a pesar de la violencia que se vive fuera. Película coral donde nos encontramos con un periodista egipcio-estadounidense y un fotógrafo, ambos sospechosos para todo el mundo por pertenecer al cuarto poder, por lo que son tratados de traidores. Por otro lado, logra introducir en el furgón a miembros de todas las facciones políticas y religiosas enfrentadas, incluso a un militar más perdido que los presos, y a un indigente, lo que completa el panorama de lucha, resentimiento y odio. Además, hay una mujer moderna, enfermera, y una adolescente seguidora de los hermanos musulmanes.

En su segundo largometraje, el oficio de Diab es impresionante, de una sinceridad brutal, su estrategia narrativa arriesgada traspasa la pantalla para alcanzar el cuerpo del espectador. Con un magnífico uso del sonido, el montaje y los colores, con los punteros láser y su uso de la cámara de 180º da cuenta del fascinante espectáculo del terror que tiene lugar fuera. Mientras el espacio interior, que era cárcel, se va convirtiendo en refugio y única zona de libertad al ser atacados por todas partes.

Diab no toma partido, los protagonistas van transformando el odio en el vínculo posible por la supervivencia del conjunto. 

Esta película es un reflejo de cómo las identidades religiosas o políticas te pueden llevar a lo peor, si pierdes la perspectiva del uno por uno, de lo que constituye nuestra singularidad. Cuando son capaces de escucharse, de ver más allá de las identificaciones, de lo que cada uno representa para el otro diferente, aparece el vínculo, la solidaridad.

La identidad “tiene que ver con el Otro, con las imágenes reinas y los significantes amo” (M. H. Brousse, “Les identités, une politique, lìdentification, un processus et lìdentité, un symtome”) que al organizar nuestro goce, tienen efectos sobre nuestras respuestas en la vida. Empujados a elegir entre los significantes, en un intento de respuesta al imperativo ¡Identifícate! que los medios de comunicación y las redes sociales nos ofrecen, quedamos etiquetados pretendiendo borrar lo más subjetivo. 

Frente a este imperativo, la experiencia analítica permite deshacer una a una estas identificaciones que organizan nuestra subjetividad, para poder alcanzar la singularidad del modo de gozar de cada uno como ser hablante. Lo que puede permitir una vida más digna y con menos sufrimiento, accediendo a nuestro verdadero deseo.

Nos vemos el próximo viernes 16 a las 18 horas en el café Isadora, Divino Pastor 14, Madrid.

Olga Montón

Trailer: http://www.guiadelocio.com/cine/archivo-peliculas/clash-choque




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Tertulia 125

Presentación 
"El viajante" 
Director: Asghar Farhadi

Por Mirta Garcia
 

Tal vez no sea El viajante la mejor obra de Asghar Farhadi .Lo recordamos fundamentalmente por su película Nader y Simin, una separación por la que obtuvo un merecido Oscar en el 2011.
El viajante fue galardonado en Cannes con el premio al mejor guión y mejor actor, asimismo obtiene el Oscar 2017 a la mejor película de habla no inglesa. Desde mi punto de vista, este último premio puede leerse en clave política, debido a la política imperante bajo la era Trump.
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De todos modos es una película interesante. Comprobamos que cuando existe un buen guion y un director con estilo, pocos medios y un saber hacer son suficientes para obtener un buen producto.
En esta ocasión, una vez más vemos la inquietud del  director iraní en adentrarse en el tema de las parejas y de las relaciones familiares.
Comienza la película enseñándonos la huida de los inquilinos de un inmueble que está a punto de derrumbarse. Dos imágenes, una de ellas una pared resquebrajada y otra, un cristal en las mismas condiciones como último plano de esta primera escena. Grietas que anuncian el deterioro y derrumbe que se producirá  en la relación de Emad y Rana.


Asistimos a dos puestas en escena, dado que los personajes principales, Emad y Rana comparten una pasión que es el teatro. Ambos son actores amateur. Están representando Muerte de un viajante de Arthur Miller.
En la obra teatral, Emad representa a Willy, personaje principal de la obra de Miller. Comparte con éste último la decadencia moral.


Este drama familiar que puede ocurrir en cualquier lugar del mundo, cobra unas dimensiones diferentes al suceder en un país árabe, donde el papel de la mujer tiene connotaciones distintas que en Occidente.
Muchos son los sentimientos que se despiertan a partir del acontecimiento que vive la pareja. Dolor, culpa, rabia, venganza, humillación entre otros.


Al principio, nos desconcierta que la pareja no denuncie, no recurra a la autoridad y se haga hincapié en la falta de confianza en la policía.
Sin embargo, si valoramos esta actitud en clave iraní, entendemos la razón por la que Rana se niega a denunciar. ¿Cómo explicar que ha abierto la puerta a un desconocido?
Es preciso mantener la agresión en el ámbito privado, abrir la puerta bajo esas coordenadas puede ser un factor culpabilizador para la mujer ya que con ese proceder puede de algún modo incitar o favorecer la conducta del agresor.


A partir del acontecimiento, asistimos a la transformación que sufren ambos. Rana está presa del miedo y Emad más preocupado por la venganza que por contener a su damnificada mujer. Nadie dice lo que piensa y la distancia entre ellos crece.


¿Hubo agresión sexual? Nada se dice sobre ello, sin embargo hay pautas que sugieren que efectivamente sí.
Emad, preso de patrones conservadores, herido en su virilidad, por momentos parece que el agredido sea él, más que Rana.
Esclavos del qué dirán, de la mirada de los otros, se van consumiendo poco a  poco.


La humillación parece ser el mayor agravio. La venganza de Emad se centra fundamentalmente en humillar al agresor.
Rana sale en su defensa,  y tal vez la moraleja sea que la venganza no provoca más que dolor, destrucción y caos.
Nos plantea un final abierto, seremos nosotros como espectadores los que singularmente ofrezcamos nuestra propia visión.
Nos vemos el viernes 19 en nuestro apreciado Café.




Tertulia 124


Presentación 
"El otro lado de la esperanza" 
Director: Aki Kaurismäki



Por Graciela Sobral

¿Cuál es el otro lado de la esperanza?
En esta película, como si fuera una banda de Moebius, figura topológica que es una banda o cinta cuyos extremos están ligados de tal manera que no tiene interior ni exterior, donde se pasa de uno al otro sin darse cuenta; pasamos de la esperanza a la desesperanza de la misma manera. En ella conviven la esperanza (la bondad, la solidaridad, la fraternidad) con la desesperanza (la soledad, la injusticia, el extremismo).
Kaurismaki es un director muy particular, monta sus películas como una comedia del arte, con personajes que son como máscaras, que tienen algo hierático, no humano siendo, a la vez, atentos al otro y solícitos.
En este caso el tema central es la inmigración producida por las guerras. Los hombres producen guerras pero luego no se hacen cargo de sus consecuencias, o no del todo. Aquí se trata de un inmigrante no voluntario que llega al norte de Europa y encuentra las dos caras que comentábamos al comienzo. El fascismo, el odio al otro, al diferente (le dice un nazi “te voy a matar, judío” cuando él, muy evidentemente, es árabe) y la solidaridad desinteresada.
Esta película es la segunda de una serie de tres. La primera, El Havre, cuenta la historia de un joven que quiere llegar a Inglaterra y su relación, fundamente, con un francés que lo acoge, arriesgándose.
Se trata de un cine que muestra algo que hay que ver, si bien, el aspecto hierático de sus personajes no nos lleva tanto a la emoción como a la expectación.
Espero que la veáis, que os guste y que podamos conversar el viernes 21, como es habitual, en el Café Isadora, a las 18 hs.




Coordina: Graciela Sobral
Crónica: Pilar Berbén
Responsable: Olga Monto




Tertulia 123
Presentación "Moonligth" 
Director: Barry Jenkins






Por Marta Mora

Moonligth cuenta la infancia, adolescencia y madurez de un joven en un barrio de las afueras de un Miami, un Miami que no se muestra habitualmente, un Miami que nos sorprende y nos orienta sobre la mirada del director.
Es una historia que puede nombrarse como “pseudo autobiográfica a dos”:  es la vida del escritor de la historia original que coincide en muchos aspectos con la del director. 
Tallel McCraney escribió el guión, que se convirtió en la base para la película en Yale, como parte de un curso de teatro de postgrado en 2003 al regresar de su ciudad, a la que viajó por la muerte de su madre.
Barry Jenkis también nació en Liberty City, Miami, florida, en noviembre de 1979.
Sus vidas fueron muy similares, ambos fueron criados por una madre adicta al crack, la droga que arrasaba en los 80, sin padre desde pequeños. No se conocían hasta que, gracias a amigos comunes, la historia cayó en manos de Jenkins.
Digo “pseudo autobiografíca” porque el final del protagonista, Chiron-Litle-Black no es el de ninguno de estos dos hombres, al menos hasta donde llega la película.
A través de un trío de talentosos actores (Alex Hibbert, Ashton Sanders y Trevante Rhodes) en la piel del mismo personaje en tres fases diferentes de su vida, Moonlight nos habla del dolor de crecer, del despertar de la sexualidad y de la elección del destino a través de las marcas de los encuentros contingentes.
Parece que la confusión que acompaña el hacerse adulto se hizo lapsus en la ceremonia de los Oscar, con la entrega del premio a la Mejor película 2017 y  que impidió que Jenkins leyera el texto que tenía preparado y que decía:

 “Tarell [Alvin McCraney] y yo somos Chiron. Nosotros somos ese chico. Y cuando veis Moonlight, no asumís que un chico que creció como y donde lo hicimos crecería y haría una obra de arte ganadora de un Oscar. Lo he contado muchas veces, y he tenido que admitir que yo mismo me puse esas limitaciones, me negué ese sueño. No tú, nadie más, yo mismo. Así que, a cualquiera que vea esto y se sienta reflejado en nosotros, que sea un símbolo, una reflexión que te lleve a amarte a ti mismo. Porque al hacerlo puede que sea la diferencia entre soñar y, de alguna manera y por la gracia de la Academia, realizar sueños que nunca te permitiste tener. Mucho amor”.

Esta critica de Jordi Revert resume muy bien el trabajo deJenkins…” ha entregado una obra mayor a partir de la más desarmante sencillez, una pequeña sonata en la que la mínima expresión consigue un alcance universal.”

Espero disfruten la película y los esperamos para conversar en el acogedor Café Isadora.

 
 
 
Coordina: Marta Mora
Crónica: Mirta Garcia
Responsable: Olga Monto


Tertulia nº 122
Manchester frente al mar 
de Kenneth Lonergan



“Manchester frente al mar” o cómo bordear el agujero.
De Kenneth Lonergan
Olga Montón

El director neoyorquino se confirma como un narrador maestro en su tercera película, donde construye un universo propio. Sus tres películas se centran en tres accidentes fatales: en 'Puedes contar conmigo' (2000) fue con un coche, y en 'Margaret', con un autobús. En 'Manchester frente al mar' es la tragedia de una vida entera. También las tres usan la pérdida y el dolor como ejes dramáticos, cada una a su manera. 'Puedes contar conmigo' observaba la tormentosa reconciliación entre dos hermanos, y 'Margaret' exploraba la crisis moral de una adolescente que se siente culpable por la muerte de una transeúnte.
Kenneth Lonergan es conocido en Hollywood por escribir comedias como “Una terapia peligrosa” (1999) y “Las aventuras de Rocky y Bullwinkle” (2000) antes de trabajar con Martin Scorsese en
 el guion de “Gangs of New York” (2002).
Este drama estadounidense aborda la historia de Lee (Affleck), un solitario conserje, encargado de mantenimiento de edificios en Boston. Lee se ve obligado a regresar a su pueblo natal tras la muerte de su hermano mayor Joe (Kyle Chandler). Allí se encuentra con su sobrino de 16 años, Patrick (Lucas Hedges), del que se convertirá en tutor legal, un adolescente difícil de manejar. Lee Chandler también tendrá que enfrentarse a un pasado trágico que le llevó a separarse de su esposa Randi (Michelle Williams) y de la comunidad en la que nació, North Shore.
El director lleva años dedicado a dibujar personajes heridos; dañados por la pérdida. Esto lo marca muy bien la película. Desde el primer minuto el protagonista nos trasmite la tristeza y el vacío que le habita. Su exmujer le dice: “No puedo verte muerto”, y así es como vive, como un zombi, muerto en vida.
La grandeza de esta película está en los gestos cercanos, mínimos, en los silencios, en las miradas y las escenas donde sólo la música acompaña a la tragedia que se transmite. Desde
 el adagio en sol menor de Albinoni & Giazotto mientras le transmite al sobrino la muerte del padre sin que sepamos que le dice; hasta “He shall feed his flock” del “Mesias” de Haendel durante el funeral. Sobran las palabras en la cinta, y es que no hay palabras para decir, no hay palabras que puedan dar cuenta de la muerte, del vacío. Y ahí su grandeza; ahí su capacidad para tocar lo más profundo, lo real de la muerte. En la imposibilidad de hablar de lo único que no se puede mantener en silencio. Y es que el laberinto de los personajes se parece demasiado, en su vacío, en su irreflexiva huida hacia adelante, al de cualquiera de nosotros. Es en las escenas sin palabras donde cada uno de nosotros puede revivir su propia desolación, poner sus propias vivencias acompañadas de la música.
Es la incapacidad de poner orden en
 elsinsentido de la tragedia lo que abruma y nos arrastra hacia una tristeza identificable. Por eso, su crueldad. Por eso, su lucidez. Por eso la pérdida de un hijo no tiene significante que lo represente en ningún idioma. No se puede nombrar.
La película ha sido criticada como lenta, y sí, es lenta, pero no es algo negativo, es
 eltiempo lógico que demanda la historia del duelo y de un personaje omnipresente que se define más en el presente, por lo que le ha pasado con los otros personajes, que por sus acciones. Lee Chandler muestra su vacío interior y su lucha con la nueva situación. Pero finalmente se nos muestra derrotado, dividido y superado por el pasado que lo empuja a beber y a pelearse. No puede con elregreso y le dice al sobrino: “no lo he superado”, volviendo a su muerte en vida. Está decidido a ser infeliz.
Me pareció conmovedora la escena final que recuerda tanto al sueño que cuenta Freud en
el último capítulo de “La interpretación de los sueños”. Ese de: “Padre, ¿acaso no ves que ardo?”. “Sueño en suspenso en torno al misterio más angustioso, el que une a un padre al cadáver de su hijo que yace a su lado, de su hijo muerto. El padre se queda dormido, y ve aparecer la imagen de su hijo, que le dice: Padre ¿acaso no ves que ardo? Y es que se está quemando en la realidad, en elcuarto de al lado” Lacan. 1
1 Lacan habla de este sueño en
 el Seminario 11, “Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis”. “¿Qué lo quema? si no lo que vemos dibujarse en otros puntos designados por la topología freudiana: el peso de los pecados del padre, que lleva el espectro en el mito de Hamlet, con el cual Freud redobló el mito de Edipo. ¿Y quien no duda a propósito de la transmisión de un sueño cuando, en efecto, es manifiesto el abismo entre lo que uno vivió y el relato que hace de ello?
Ahora bien-y Freud hace hincapié en esto con todas sus fuerzas-, la duda es el apoyo de su certeza.
Nos dice por qué: es precisamente indicio de que hay algo que preservar. Y la duda, entonces, es signo de la resistencia.
Es cierto que la función que confiere a la duda sigue siendo ambigua, pues el algo que ha de preservarse puede ser también el algo que ha de mostrase, porque, de todas maneras, lo que se muestra lo hace sólo tras una Verkleidung (revestimiento), un disfraz, y además postizo, que está mal puesto”
Parecería que en ese sueño de la película Lee mantiene vivas a sus hijas como realización de un deseo, pero tiene
 el costado de mostrar la realidad, aunque permanezca velada, también está su culpa y el vacío que nos hace sentir la imagen que llenan las niñas.
Kenneth Lonergan es un director capaz de contar historias demoledoras que a la vez rebosan vida y emociones soterradas, dejando al espectador descubrir poco a poco
el pasado del protagonista con un guion que él mismo desarrolla con maestría, tanto en la línea temporal actual como en los cuidados saltos atrás en el tiempo.
La visión del sobrino adolescente, de sus vivencias con las chicas y los amigos, de su orfandad, quedan desdibujadas frente a las tres fotografías, que nunca nos enseñan, pero que imaginamos. Es entonces cuando se da cuenta de la tragedia vivida por su tío y de su imposibilidad para hacerse cargo de vivir allí. Es su decisión. ¿Podría darse otra salida si su deseo fuera encontrarse con un psicoanalista para salir de ese impasse?
El actor Cassey Affleck (Lee Chandler) se confirma como uno de los grandes actores de su tiempo por lo que es el gran favorito para llevarse el Oscar. Ya había ofrecido grandes interpretaciones en títulos como “Adiós pequeña, adiós” (2007) o “El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford” (2007). Sorprende especialmente la buena dinámica que se establece entre Casey Affleck y Lucas Hedges, quien ha logrado una merecidísima nominación al Oscar por dar vida a Patrick, el sobrino del protagonista.
Os esperamos
 el próximo viernes 17 en elcafé Isadora, calle Divino Pastor 14, a las 18 h.
Olga Montón.

Coordina: Olga Monton
Crónica: Pilar Berbén
Responsable: Olga Montón 

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Tertulia nº 121
Franz (Francia, 2016)
de François Ozon


Por Mirta García Iglesias

Franz es de una belleza estética admirable. Desde el punto de vista técnico me impactó en extremo su fotografía. Fotografía en blanco y negro que según su director le  aportaba más realismo al filme.
Entremezcla el blanco y negro con el color, en aquellas escenas donde quiere transmitir lo vivo, “cuando regresa la vida”, expresión del propio autor.
También es de subrayar su ambientación de época, como sus actuaciones.
No en vano, Paula Beer recoge el premio a la mejor actriz emergente en el Festival de Venecia.
Película antibelicista, vertebrado el largometraje por la culpa y la mentira.
Culpa con la que carga el padre del soldado muerto que ha obligado a su hijo, a su único hijo a alistarse. Culpa que no deja vivir al atormentado soldado francés. Culpa que lo impulsa a viajar a Alemania en busca de la redención que le permita reintegrarse a la sociedad, luego de haber participado en esta guerra tan dolorosa y absurda que costó la vida de millones de personas.

Está inspirada en la obra teatral de Maurice Rostand. En ella se basó Ernst Lubitsch para filmar Remordimiento en 1931, obra pacifista y en cierta medida optimista que resultó ser su mayor fracaso comercial.
A diferencia de Lubitsch y Rostand, a Ozon le interesa la visión de la protagonista alemana. Él cuenta la historia a partir de la visión de Anna. Por ende, el principio de la película es más próximo a la obra teatral, siendo la segunda parte enteramente ficción.
Existe un paralelismo entre los pueblos, tanto el alemán como el francés manifiestan un exacerbado nacionalismo y odio hacia el enemigo. Resalto dos escenas que ilustran lo antedicho, una en Quedlinburg donde vemos a los padres de los combatientes reunidos en la cafetería del hotel; la otra escena transcurre en un restaurante en París donde cantan La Marsellesa.

Tanto Adrien como Anna están de alguna manera muertos en vida, nada desean, la vida no tiene sentido alguno. La de Anna es asistir diariamente al cementerio a depositar rosas blancas en la tumba de Franz. No tiene familia. En un primer momento es ella quien ayuda a los padres de Franz a soportar su pérdida y luego son ellos los que la sostienen.
Su amor de juventud, muere en setiembre del 18, habían proyectado casarse en otoño. A raíz de los acontecimientos, ella deja de estudiar, pierde toda ilusión, se convierte en una autómata.
A su vez Adrien, a partir de haber matado a Franz, su vida se convierte en un tormento. No se perdona el haber truncado la vida de otro joven como él, tal vez con sus mismas o parecidas inquietudes, también con un amor juvenil como el suyo, con inquietudes literarias, pictóricas, etc. que por el sinsentido de la guerra se presenta como su enemigo.

Y qué decir acerca de la mentira. Si nos atenemos a la afirmación lacaniana, la verdad nada tiene que ver con la exactitud. La verdad tiene estructura de ficción, dirá Lacan. La verdad es no toda, sólo se dice a medias.
Y lanzo la pregunta, era necesario mantener la mentira o era preciso desvelar esa ficción dirigida a esos padres. Me gustará escuchar la opinión de vosotros.
Particularmente pienso que los secretos, la mentira, las fabulaciones, son aceptables en situaciones concretas, hacen que nuestra vida sea soportable.

Regresando a Adrien, considero que es el personaje más complejo. Está encorsetado entre la culpa, su deseo y su familia.
Aunque el tormento que siente por la muerte de Franz, vaya disipándose poco a poco, renuncia a su deseo cuando renuncia a Anna. ¿Podría tal vez haber actuado de otra forma? Lo tiene muy difícil, le debe mucho a Fanny su amor juvenil, ella ha sido fundamental para que pueda ir tramitando su culpa. Está encerrado entre el deber ser y lo que realmente desearía hacer.

En cuanto a Anna, pienso que Ozon nos da pautas para pensar que ella pese a su gran dolor, logrará adueñarse de su vida. Es lo que la última escena nos sugiere. Sentada frente al cuadro de Manet El suicida, se encuentra con un joven que casualmente está también observando la pintura, y él le pregunta si le gusta el cuadro, ella contesta que sí, porque le dan ganas de vivir. La escena está rodada en color.

Aún quedan temas o personajes por comentar, pero lo reservo para el debate que tendremos el próximo viernes 20 en nuestro apreciado café Isadora.

Coordina: Mirta Iglesias
Crónica: Marta Mora
Responsable: Olga Montón 

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120ª Tertulia El Septimo
"La chica del tren"
Director: Tate Taylor


Por Marta Mora

Basada en el libro del mismo nombre, que tuvo un éxito desmesurado en 2015. Su autora Paula Hawkins, era una desconocida y fue la transmisión entre usuarios de las redes sociales el causante del éxito pese a los críticos literarios que lo tildaron de basura. En EEUU se llegó a vender un ejemplar cada 6 segundos, en Reino Unido cada 16 segundos. En España va por la séptima edición, tal vez más mientras escribo. Stephen King asegura que le quitó el sueño una noche entera y que tiene ciertas claves inquietantes y un buen análisis de la miseria que rodea a los personajes, todos de clase media. Hawkins, antes periodista ya había escrito una serie de novelas y el libro de consejos financieros Financial Goddess.
En la película somos introducidas a la historia por la mirada de Rachel  (Emily Blunt), de unos 35 años, alcohólica y deprimida, el divorcio la ha dejado hecha una piltrafa, que observa desde el tren que la lleva al trabajo, la que fue su casa y las de los que fueron sus vecinos. En la que fue su casa vive Anna (Rebecca Ferguson), que una vez fue la otra y ahora es la esposa del ex marido de Rachel y tienen un bebé, el que Rachel no pudo tener y con el que soñaba.
Megan, ( Haley Bennet) es la niñera de ese bebé. Una joven ama de casa que no está conforme con su vida y no quiere ser madre, que va al psiquiatra y le confiesa que le gusta mentir. Tres mujeres, con sus otras, cuyas vidas están entrelazadas.
Todo cambia cuando una mañana, desde la ventana del tren, Rachel ve un impactante y desconcertante suceso, que la llena de rabia. Al día siguiente, se despierta con una resaca terrible, diversas heridas y contusiones, y no recuerda nada de la noche anterior. Además tiene la extraña sensación de que algo malo ha pasado. Poco después descubre en los informativos de televisión que Megan ha desaparecido. Rachel se ve envuelta entonces en un misterioso caso, en el que nadie es realmente quien parece y trata de averiguar qué pasó con Megan, y qué fue exactamente lo que ella misma hizo la noche en que Megan desapareció.
Alguna critica menciona la fotografía que recuerda a Edward Hopper, por las casas familiares en zonas abiertas y despejadas, aisladas del mundo y la perspectiva desde la mirada de una mujer. Temas y formas de este pintor.
A Emily Blunt la conocemos por su papel en “La pesca del salmón en Yemen” y se confirma su capacidad de mimetizarse física y emocionalmente, tanto como las otras actrices que la acompañan en este film. Nadie diría, viéndolas en esta película, que Emily Blunt, Rebecca Ferguson y Haley Bennett protagonizaron antes “Sicario”, “Misión imposible: Nación secreta” y “Los siete magníficos”, respectivamente. Busquen sus imágenes en Internet y se sorprenderán.
No es una gran película pero nos dará la ocasión para conversar sobre muchos temas, la desconfianza, los celos, el desamor, la infidelidad, el despecho, la adicción al alcohol aunque el tema destacado sería el campo de la engañosa percepción imaginaria, la mirada.
Con la ventana como marco se ve lo que este marco permite ver.
Nos vemos el viernes 18 de noviembre a las 18 horas en el Café Isadora!!

Coordina: Marta Mora
Crónica: Pilar Berbén
Responsable: Olga Montón 

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 Tertulia 119
Presentación
“Elle”


Director: Paul Verhoeven
Por Pilar Berbén

Elle es la película 16ª del cineasta holandés  Paul Verhoeven (Amsterdam 1939), quien ha dado a la Historia del cine cintas  como Robocop (1987),  Instinto básico (1992), Starship Troopers (1997), El hombre sin sombra (2000) o la aclamada  El libro negro (2006). Sin olvidarnos de su éxito internacional en 1973  “Delicias turcas”.
Se basa en la novela Oh… del escritor francés Philippe Djian. El guión ha sido adaptado por David  Birke.  En el reparto encontramos aparte de la protagonista Isabelle Huppert a Laurent Lafitte, Anne Consigny, Charles Berling o Virginie Efira entre otros.
Francia presentará está película como candidata al Oscar.
Michele, la protagonista  es una  mujer fuerte e independiente,  que se ha abierto camino en el universo de los videojuegos y que ha sido víctima de una terrible violación. Lo sorprendente, es la reacción posterior de Michele, que no parece demasiado traumatizada por el tema y que solo lo ha contado a sus familiares días después, negándose a presentar denuncia ante la policía. Ella nunca se comporta como una víctima, aunque tenga motivos para serlo.
En palabras del director:
“Elle  es una película que aborda las relaciones entre hombre y mujer desde una perspectiva casi crítica. Es un retrato de mujer única: alguien audaz, afilada, incómoda, extremadamente dura. Eso me interesaba más que cualquier otra cosa.  Bertold Brecht decía que la identificación con el personaje era como una droga que había que evitar. Aquí trato de ser tremendamente brechtiano. Nosotros somos voyeurs, nos dejamos seducir por ella, pero es imposible que logres identificarte con el personaje de Isabelle Huppert. Es algo que ya se hallaba en la novela y me parecía tremendamente atractivo.”
Este filme es inquietante, puede sorprender, tiene recursos para despertar rechazo o gran interés, pero no para pasar inadvertido. Su tendencia a contemplar el sexo en primer plano y a interpretarlo desde posiciones realmente singulares  a veces siembra el desconcierto en el espectador, pero a la vez atrapa y no puedes dejar de admirar la habilidad de Verhoeven para planificar las imágenes, dejando que el espectador asimile los pensamientos de los personajes a golpe de silencio incómodo y réplica cortante. Pocos se atreven a plantear, como él, un tema tan complicado y espinoso como el de la onda expansiva de una violación, con tantas aristas y matices como el de Elle.  Un regreso a lo grande de este holandés errante, maestro de la provocación,  que a  lo largo de su carrera sus películas han sido capaces de sacudir nuestra realidad, haciendo  replantear las fronteras de la naturaleza humana y convirtiendo la violencia y el sexo en armas afiladas contra el espectador acomodado.
Recomiendo no dejar de ver esta película por la enorme riqueza que esconde cada una de sus escenas. La interpretación de Isabelle  Huppert es magistral, sin duda  la más completa de su carrera. Hay un equilibrio y salta del drama intenso hasta la comedia casi absurda de forma tan natural  que se ve como algo completamente lógico.
Aunque el filme serpentea por  los escabrosos terrenos de la violación y el erotismo, esto es solo una verdad a medias,  porque a partir de este hecho, las escenas de la maternidad, la cena navideña o las cenizas funerarias, nos confirman que  la película es una sátira social que arremete contra la familia, la religión y la burguesía.
Como broche, recuerden esta frase: “Gracias por satisfacer sus deseos durante un tiempo”  Cada cual sacará sus propias conclusiones.
Luces y sombras que perfilan uno de los temas centrales de la película: la naturaleza esquiva del goce femenino y la inexorable presencia de la pulsión de muerte  que habita en el sujeto.
Cuestiones que debatiremos el próximo día 21 de octubre, a las 18 h. en el Café Isadora. Divino Pastor, 14

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Tertulia 118

Presentación 
"La estación de las mujeres" (2015)
Directora: Leena Yadav

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Por Olga Montón.

En un pequeño pueblo del estado de Gujarat, en la India actual, cuatro mujeres se atreven a oponerse a los hombres y a las tradiciones culturales que las esclavizan. Alentadas por su amistad y su deseo de libertad, se enfrentan a sus demonios, a la servidumbre y al abuso.
Leena Yadav formula una denuncia frontal, vehemente y extrapolable a otros lugares y contextos.
El mensaje directo de la crudeza del tema planteado contrasta con la sofisticación visual y la luminosa fotografía del desierto de Rajasthan, que es del oscarizado Russell Carpenter.
Por otro lado, la energía y la pasión con la que cuenta la historia de las cuatro mujeres, descritas con precisión y muy bien interpretadas, y la forma en la que la esperanza se filtra en el relato, a través de la amistad que surge entre ellas, es lo que hace de esta cinta un relato imprescindible.
Bijli (Surveen Chawla), es una bailarína y, a veces trabajadora sexual, que atienden a los apetitos eróticos de los hombres del pueblo, a pesar de que esperan que sus mujeres sean sumisas y puras.  En muchos casos con violencia. Ella cree que un hombre que la ama la puede salvar. Pero no, también quiere el negocio. Lo que le hace dar el paso de unirse a sus amigas para escapar de esa vida.
Rani (Tannishtha Chatterjee), es la joven de 32 años que se quedó viuda a los 15. Abnegada, cuida de su suegra y su hijo adolescente, Gulab de 17, al que casa conJanaki (Lehar Khan) una joven de 15 años comprada a la manera de sus costumbres. Obligada a hipotecar su cabaña para pagar estas nupcias, Rani se encuentra en una situación desesperada cuando Janaki llega para la ceremonia con el pelo rapado. Lo que alimenta la violencia de Gulab que la maltrata. Ante la violencia que sufre su nuera y viendo que está enamorada de otro joven, que la respeta y le regala libros, le ayuda a escapar de su hijo. Esta madre que se separa de la posición de mantener al hijo como objeto ante la visión de la nuera como objeto del hijo decide romper con la serie de maltratos.
Lajjo (Radhika Apte), es golpeada por su marido que la hace creer que es ella la estéril, está harta del abuso. Las palizas y violaciones son continuas. Para salir de ese desprecio y por su deseo de ser madre a toda costa, se queda embarazada de otro. Cual no es su sorpresa cuando su marido le comunica que es imposible porque él es el estéril. Estupefacta, se revela y huye de este hombre que pone en ella su propia frustración. A la manera especular, odia en el otro lo más “éxtimo” de él mismo, ese punto ciego interior que todos tenemos y algunos rechazan de la peor manera.
Yadav no se contiene en retratar el lado más oscuro del patriarcado en la India rural. Sin embargo, la amistad de las protagonistas y su deseo de cambiar las cosas viene apoyado por la intervención de un hombre, al menos uno, Kishan (Sumeet Vyas) vilipendiado por estar casado con una extranjera y encima maestra educada. Este hombre da trabajo a todas las mujeres de la aldea, que pueden vender sus artesanías a una fábrica mediante su mediación. Y que finalmente, ante el buen oficio de Lajjo, le ofrece un trabajo estable en una fábrica de la ciudad. Lo que permite que todas se unan y huyan a un destino abierto, pero en busca de cierta libertad.
Este drama feminista, a pesar de estar localizado en una zona poco conocida de la India, por su exposición, nos presenta la universalidad de la desigualdad en todas las sociedades patriarcales en las que vivimos y cómo las protagonistas cuestionan inicialmente ese sistema patriarcal.
¿Qué decir de las desigualdades legales, culturales y sociales? Eso es algo por lo que deberíamos luchar todos, hombres y mujeres. Podemos debatirlo en la tertulia. Pero lo que al psicoanálisis le interesa especialmente es la posición subjetiva con la que las protagonistas se enfrentan al maltrato y la vejación. Y la respuesta que cada una de ellas da.
Siguiendo el aforismo de Lacan: “la mujer no existe: solo existen las mujeres de una en una”, esta película ofrece una variedad de figuras femeninas diversas que nos permite debatir y comentar. Si “La” mujer escrita con mayúsculas es imposible de identificar como tal, ya que “no existe”, no se puede hablar de la mujer en su conjunto, como “un todo”, eso no impide que la condición femenina exista. Se puede hablar en plural de diferentes mujeres. Así, la mujer es absolutamente irreductible a cualquier inscripción significante y radicalmente Otra. Los distintos personajes femeninos en el cine nos pueden permitir pensar lo más propio de la feminidad y encontrar respuestas a la pregunta freudiana ¿qué quiere la mujer?
La respuesta singular que cada una da, la manera de escapar a esa situación, que pasa por la unión de las mujeres y cierto apoyo laboral de al menos un hombre que las respeta.
De estos y otros temas hablaremos el próximo viernes 16 de Septiembre en el café Isadora, calle Divino Pastor 14, a las 18 h.
Hasta pronto!

Coordina: Olga Montón
Crónica: Pilar Berbén
Responsable: Olga Montón.


Correo:
* tertulia.elseptimo@gmail.com

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Tertulia 117
Presentación
"Idol"
Director: Hany Abu-Assad

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Por Olga Montón.Hany Abu-Assad dirige con acierto esta película sobre el fenómeno social en el que se convirtió Mohammed Assaf, interpretado por Tawfeek Barhom en la película, incluyendo algunas imágenes reales del concurso.
“Idol” es la historia de Mohammed Assaf, cantante palestino, famoso ganador del concurso de talentos “Arab Idol” en el 2013 gracias a su fantástica voz. La historia comienza en 2005 con un joven Mohammad y su hermana Noor recorriendo las calles de su ciudad en la franja de Gaza en busca de dinero para comprar instrumentos y cumplir su sueño. Un sueño sencillo: cambiar el mundo con la voz de Mohammad. Pero es la hermana la que cree en él, la que sueña con cambiar el mundo a través de su hermano. Mucho más que Mohammed cree en sí mismo. Es a través de los ojos de su hermana cómo él se mira.Los hermanos, junto con dos amigos, montan un grupo de música amateur para animar las bodas y sacarse algo de dinero.
Es una obra entretenida, sincera, amable, de fácil visionado, que sin embargo nos muestra una realidad bien complicada, como lo es la relación fronteriza entre Palestina e Israel. Vemos transcurrir en la película la cruda realidad de Gaza con sus calles polvorientas, edificios en ruinas y el bloqueo de Israel siempre presente, aunque sea de manera indirecta.
“Idol” está dividida en dos partes. En la primera mitad nos encontramos en la Franja de Gaza, año 2005, y se centra en contar la vida de cuatro niños -Mohammed Assaf, su hermana Noor y dos amigos más- que, por encima de todo, desean ser músicos profesionales. Los niños se enfrentarán, con el descaro y la insolencia propio de la edad, a distintos retos, como conseguir instrumentos de manos de un contrabandista, hacer música por encima de la desaprobación de la religión, tener en el grupo un miembro femenino y obtener dinero a toda costa para poder hacerse con el equipo. Hanay Abu-Assad se las arregla para mantener constante la sensación de peligro mostrando continuamente imágenes de barriadas enteras derrumbadas, y retratando las peligrosas alambradas sembradas de minas. Y aun así, los niños, contra todo pronóstico, siguen viviendo con su ilusión.
Las actuaciones de los jóvenes actores palestinos comienzan siendo un poco forzadas pero acaban por presentar un trabajo brillante a medida que se acerca su salida de la película, coincidiendo justo con los momentos más dramáticos y emotivos de la historia infantil. Vemos en su mirada cómo se aprecia el texto real de su bagaje, incrementado por las continuas referencias a las vicisitudes que debe enfrentar cualquier ciudadano de la Franja de Gaza.
Es una historia de superación enmarcada en un polvorín de enfrentamientos raciales, políticos y religiosos. El guion juega con valores universales, sin embargo, las vicisitudes de estos jóvenes les llevan por caminos diferentes.
Una película sencilla pero que plantea muchos temas a tratar. “Idol” nos muestra la precariedad del sistema de salud y la necesidad de pagar un trasplante inalcanzable. La dificultad de las mujeres para alcanzar sus sueños y practicar su pasión, lo que no permite a Noor tocar la guitarra. Pero también el mundo educativo que no da lugar a los talentos de los jóvenes, que únicamente les deja la salida de la sociedad de consumo por lo que tienen que asistir a un concurso televisivo que mueve masas, igual que el futbol. También queda la salida de la religión y en este caso, el integrismo, el fanatismo por algo que en el mundo occidental se convierte en adicción a algo, a cualquier objeto de consumo. Ya sea la comida, la bebida, las drogas, el deporte o el consumo en general, alineados al objeto.
En la segunda parte Mohammed Assaf pasa a ser interpretado por Tawfeek Barhom (Mis hijos. 2015), quien interpreta con humildad y arrojo a la estrella de la canción. Aquí vemos la construcción de un ídolo de masas, con sus contradicciones. Hay un momento de angustia en el que Mohammed dice: “pero si yo solo quiero cantar”, mientras se ve arrastrado por la vorágine de la fama y el simbolismo que los otros le quieren hacer representar. Sin embargo, a pesar del duelo, él sigue adelante por ese ideal transmitido por la hermana: “cambiaremos el mundo con tu voz”.
Nos vemos el viernes 17 de Junio a las 18 h. para conversar sobre esta película en el Café Isadora, en la calle Divino Pastor 14 de Madrid.
Por ser el último día antes de las vacaciones de verano nos tomaremos unas tapas después. Os esperamos.
Modera: Olga Montón
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116ª Tertulia
"Mi amor" 

Director: Maiwenn le Besco

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Por Pilar Berbén

Es la cuarta película de Maïwenn. Hace 10 años que está al otro lado de la cámara, aunque desde  niña ha trabajado en el terreno de la interpretación. El guión también está escrito por ella en colaboración con Etienne Comar.
Este film nos cuenta la historia de un romance que dura 5 años, protagonozado por  Vicent Cassel (Georgio) y  Emmanuelle Bercot (Tony), quien obtiene la Palma de Oro a la mejor actriz  en Cannes. Ciertas opiniones de algunos críticos ponen en cuestión  este reconocimiento, por la calidad de las otras películas presentadas en Cannes y que no fueron premiadas. La película, además, tiene  ocho nominaciones en los Premios César
Mon Roi, que es el título en francés, hace referencia a una canción de Elli Medeiros, pero sin duda hace referencia al tema de la película, Es posible que lo comercial haya influido para traducir al español “Mi rey”, por ”Mi amor” ya que no es lo mismo, teniendo en cuenta que es un relación de dependencia y de sumisión,  el amor y el odio están presentes y poco a poco esta mujer va perdiendo su dignidad por la entrega a esa pulsión ciega que la lleva a la autodestrucción, situándola al borde de la angustia y la desesperación.
El amor como adicción, es un tema manido que no es fácil de tratar “Nunca envejeceremos juntos” o “La mujer de al lado” son películas que lo trataron  con gran intensidad, quizá Maïwenn busca este efecto a veces con demasiados gritos y  ruido.
 El mes pasado hacíamos notar todo el silencio y la contención  del que está impregnada la película de Julieta, por el contrario, aquí el hablar es una continua catarata verbal en la que los protagonistas se extravían  para no decir ni hacer nada. Por el contrario. A veces  es necesario callar para bien decir. En palabras de Lacan: “Un discurso no es sólo una materia, una textura, sino que requiere tiempo, tiene una dimensión en el tiempo, un espesor….”
Como ejemplo, no deja de ser un exceso verbal lo que afirma una especie de terapeuta al poco de empezar el filme: “Los que sufren problemas de rodilla tienen algún problema grave con  su pasado..”
¿Cómo escapar de esa situación?  Una contingencia vendrá a poner freno en esta caída hacia el abismo y a base de “flashbacks”  Maïwenn nos sumerge de lleno en el complejo universo de los sentimientos de la protagonista  con  su manera de afrontar la nueva situación de su vida y contarnos sus vaivenes pasionales.
Excelente el trabajo de todos los actores, destacando  la buena interpretación de los  protagonistas que se mimetizan en sus personajes, dando coherencia y sentido a esta relación tormentosa y  hace que merezca la pena ver esta película.
Para terminar, este filme nos plantea muchos interrogantes sobre la pareja y cómo construir una experiencia singular. Lacan decía “dar lo que no se tiene..”  Porque hay algo de lo imposible en las relaciones entre hombres y mujeres que tiene que ver con su manera de gozar y con su sexualidad.  Ante eso el amor es una suplencia, pudiendo ser el encuentro entre dos faltas que nunca se pueden colmar.
Debatiremos estos temas, enriqueciéndonos  cada uno con las aportaciones de los demás para apreciar las luces y sombras de esta película  y juntos reflexionaremos  sobre el desafío que es aceptar lo imposible de hacer de dos uno.
Nos vemos el próximo día 20 de mayo, a la 18 h. en el Café Isadora. Divino Pastor, 14
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Tertulia 115

Presentación 
"Julieta" 
Director: Pedro Almodóvar

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Presentación
“Julieta”
Director : Pedro Almodóvar.

Por Marta Mora

En la filmografía de Almodóvar esta es su vigésima película donde vuelve al drama con la vida, durante tres décadas, de una mujer en dos etapas muy diferentes, desplazándonse hacia delante y hacia atrás a medida que Julieta avanza e interrumpe una larga carta. Almodóvar trata esta discontinuidad con habilidad, domina la narración dentro del tiempo y el espacio, es tan riguroso  que hace innecesario indicar cada vez las nuevas coordenadas.
Planteamientos metafóricos y poéticos con alguna pincelada onírica decoran, a veces de forma excesivamente pomposa, una película que marca distancias con el espectador basada en los relatos breves de Alice Munro “Destino”, “Pronto” y “Silencio”.  Los personajes, construidos sobre sus silencios como meros títeres del destino, se expresan sin visceralidad alguna, el dolor de existir aparece real y alejado del cliché.
El presunto 'nuevo Almodóvar', así se promociona, fabrica un drama árido, desprovisto de humor, sin disfraces ni concesiones, en los que analiza como si de un cirujano se tratara cada vena, estría, poro, arruga o marca dejada por el paso del tiempo en el rostro de las protagonistas, no en vano aparece un cuadro de Lucian Freud acompañando al inicio un primer plano de Julieta. Se intuye tras ese plano que el personaje de Julieta va a ser arrastrado al abismo durante algo más de 90 minutos, tiempo en el cual el director nos va a mostrar cada una de sus heridas.
Pero el abismo es mostrado en el tiempo a posteriori del atravesamiento. No hay casi momentos dramáticos. Las emociones permanecen contenidas. Una excelente Emma Suarez y una al principio perdida Adriana Ugarte, que encuentran buenos apoyos en los secundarios pero… todo está tan medido que pareciera que afecta a su alcance emocional, llega a transmitir una molesta sensación de frialdad que le restaría al conjunto, como si le faltara arrojo para alcanzar sus objetivos.
El «drama puro», «la contención», «las emociones» y toda esa novedad de su última película la vemos más en la profunda interpretación, en la extraordinaria capacidad para insinuar drama del rostro desolado de Emma Suárez, que en el propio argumento.
La película es una bofetada a la dictadura de la felicidad perpetua, invita a recrearse en la vida de Julieta de la mano de Emma Suárez y del resto de actrices y actores del elenco que orbitan a su alrededor sin estridencias.
Pero el silencio que reina en la sala durante toda la película y el largo silencio y quietud de los espectadores al final de la proyección, indicarían que más allá de esa frialdad algo nos ha tocado.


Modera: Marta Mora
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Tertulia 113


Presentación 


"Mia Madre" 

Director: Nanni Moretti



Por Graciela Sobral

Mia madre es una película del italiano Nanni Moretti, director muy personal cuyo cine, en muchas ocasiones, tiene un aspecto biográfico.
Este es el interés y la grandeza de la película: lleva a la escena, algunos años después de sucedido, el acontecimiento de la muerte de su madre. Casi todos hemos pasado o pasaremos por esa situación. En ese sentido, es muy interesante ver con qué amor y sensibilidad (sensibilidad, que no sensiblería) lo cuenta.
La película transcurre en medio de las vicisitudes de la vida de sus hijos. La hija es directora de cine y está en medio de un rodaje que no le resulta fácil. Su vida resulta algo caótica y accidentada. Moretti representa al hijo, pero guarda un segundo plano que es muy estructurante. La tristeza que implica el tema tiene un contrapunto de humor e ironía que se desarrolla a lo largo del rodaje y que es muy logrado e importante como contrapartida del dolor.
Como hemos dicho, la película pone en juego, por un lado, los sentimientos y vicisitudes de tres generaciones, y por otro, la realidad social por medio del cine dentro del cine. Sobre todo, creo que es muy importante la reflexión sobria que nos ofrece Moretti para pensar en un tema tan doloroso.
Mia madre es una película  estrenada en 2015, ha sido muy premiada en Italia, y sus actores principales son Margherita Buy, John Turturro, Giulia Lazzarini, Nanni Moretti y Beatrice Mancini.
Como de costumbre, los invitamos a reunirnos y conversar en el café Isadora,  c/ Divino Pastor, 14, el próximo viernes 19 de Febrero, a las 18 hs.

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Tertulia 112


Presentación 


"De Padres a hijas" 

Director: Gabrielle Muccini



Por Pilar Berbén

Gabriele Muccino es un director de cine nacido en Roma en 1967. Comenzó dirigiendo varios documentales, debutando en 1998 con “Ecco fatto”. En 2006 filmó su primer film en Hollywood “En busca de la felicidad”. Su filmografía ha obtenido varios premios y nominaciones en festivales de toda Europa. Este es su noveno largometraje.

El libreto está escrito por Brad Desch. “Es uno de los mejores guiones que he leído nunca. Trata sobre la vida, la muerte, el amor y el miedo a perder a la persona que amas” Explica el director.

Está protagonizada por actores de la talla de Russell Crowe ('Gladiator'), Amanda Seyfried ('Querido John'), Aaron Paul ('Breaking Bad') o Diane Kruger ('Sin Identidad').  Bruce Greenwood, Quvenzhané Wallis y Jane Fonda.

A base de flashbacks, la película transcurre en la ciudad de Nueva York. Jake Davis (Russell Crowe) es un escritor ganador del Premio Pullitzer, pero su vida da un giro inesperado al tener  un accidente de coche. Afronta una grave enfermedad y al mismo tiempo intenta criar y educar  a su  hija Katie de 5 años, interpretada por la joven pero bastante experimentada Kylie Rogers  y  lo intenta desesperadamente, además de dificultades económicas se le va complicando la vida con otros problemas.
En esta parte de la película, el título delata la naturaleza del argumento, una relación paterno-filial, pero también sugiere la transmisión, el legado que deja un padre que da el amor.

Por otra parte, Katie (Amanda Seyfried) 20 años más tarde, sufre las consecuencias emocionales de una infancia complicada, que la afectan a la hora de relacionarse con otros hombres. Cameron (Aaron Paul) le dice “No todos los que te quieren van a abandonarte”.
Intenta hacer frente a los recuerdos de su problemática infancia,  buscando ayuda con una psicóloga  y es buena en su trabajo porque aprende de sí misma a escuchar  el dolor de los niños que atiende.

Esta película nos invita a reflexionar sobre cómo vivimos los acontecimientos traumáticos, las contingencias que nos  van sucediendo. En muchas ocasiones puede que rápido, rápido, para que pase pronto. Así ni hacemos duelos, ni somos conscientes cómo las pérdidas nos afectan, pero el dolor se aloja en nuestro cuerpo ¿Por dónde saldrá?. Freud dijo en una ocasión “He sido un hombre afortunado en la vida: nada me resulto fácil”.

Os invito a ver esta película sin prejuicios, para  participar y enriquecernos hablando sobre temas tan importantes como  la vida, la muerte y el amor.
Nos vemos en el Café Isadora,  c/ Divino Pastor, 14 el próximo viernes día 15 de Enero a las 18 hs.
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Tertulia 111


Presentación 


"Truman"

 
Director: Cesc Gay

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Truman 2015
Director: Cesc Gay
Por Mirta García Iglesias
Cuenta Cesc Gay con una producción bastaste prolífica. Algunos de sus filmes son:Ficción, En la ciudad, Una pistola en cada mano, ésta es la anterior a su actual producción.
A diferencia de sus anteriores obras, donde todas tenían un carácter coral, Truman posee un carácter más intimista, donde el peso de la historia está sostenido por dos personajes principales.
Historia basada en un diario personal del propio director barcelonés, diario que escribió a raíz de vivencias propias acaecidas en el pasado. Entretanto dirigió otras películas y es cuando decide filmar Truman, cuando hace uso de su diario.
Considero que no es la muerte la protagonista del filme, sino la amistad y el amor, aunque nos introduce de lleno en el tema de la muerte y  hace que nos interroguemos acerca de ella.
La muerte como experiencia que tendremos que asumir ya sea la propia cuando nos llegue el momento, como así la de nuestros seres queridos. Nos introduce en el debate acerca de la muerte digna.
No elegimos nacer, pero sí tendríamos que tener el derecho de elegir nuestra mejor manera de morir.  Julián, interpretado por Ricardo Darín, en un momento dice: cada uno muere como puede.
 El filme comienza con un plano de Tomás interpretado por Javier Cámara y lo cierra nuevamente con otro plano de Tomás. Simbolizando de esta manera, la amistad que existe entre ambos protagonistas.
En cuanto a Truman, su verdadero nombre es Troilo, Aníbal Troilo fue un famoso bandoneonista, compositor y director de orquesta de tango argentino.
Troilo, en la ficción Truman, era acompañante terapéutico de niños autistas. Luego del rodaje fallece.
Sabemos que Darín en una de las tantas entrevistas que le hacen con motivo del estreno de la película,  se emociona a punto de llorar cuando los periodistas le preguntan acerca del perro, ya que estableció con él, un fuerte vínculo.
 Freud en su texto El malestar en la cultura, se pregunta acerca de por qué al hombre le resulta tan difícil ser feliz. Y apunta a tres causas del sufrimiento humano: el poder, la supremacía de la naturaleza, la caducidad de nuestro cuerpo y las relaciones humanas.
Argumentando que las relaciones humanas son la fuente de mayor conflicto.
A diferencia del animal, los humanos necesitamos del otro, de nuestro semejante, para vivir.
La película plasma muy bien la relación establecida entre estos dos hombres. Supongo que habréis podido experimentar, que aquellas relaciones sólidas y antiguas, muchas de ellas construidas en la infancia,  a pesar de no vernos e incluso no conectarnos con nuestras viejas amistades, cuando nos reencontramos con estos afectos, es como si el tiempo pasado desapareciese y a  los pocos momentos estamos dialogando como si el tiempo se hubiese detenido.
Julián, en un momento dice: lo único que importa en la vida son las relaciones.
En cuanto a la actuación, resulta impecable. Javier Cámara, actor que hemos visto desarrollar más el género de la comedia, realiza un muy buen trabajo. Magistral su uso de los silencios, miradas y contención. Darín también está bien en su papel, con mucha naturalidad.
Ambos recibieron el premio al mejor actor en el Festival de Cine de San Sebastián en su 63 edición.
La actriz Dolores Fonzi hace también un buen trabajo. Ella no soporta la decisión de Julián, tal vez porque juzga y desde una posición narcisista no acepta lo que el otro decide. Y se enfada y pelea; es la forma que ella tiene para enfrentarse a la muerte.
Hay algún que otro hecho predecible, por ejemplo, ¿qué será de Truman?, creo que muchos espectadores intuimos que Truman quedará bajo el cuidado de Tomás.
Tal vez lo más acertado de la película es que pese a su contenido, el hecho de utilizar la ironía y el humor, la hacen amable.
No encontramos golpes de efecto, no cae en la lágrima fácil, no cae en clichés.
La dignidad y la amistad trascienden más allá de la tragedia.
Portadora asimismo de una buena fotografía y una buena música.
Cesc Gay en una entrevista con Efe, dijo que estaba contento porque se ha conseguido un poco lo que buscábamos: hacer una película sobre algo que es triste, dramático, pero hacerla desde un lugar amable, con humor, con un buen equilibrio.
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Tertulia 110

Presentación 

"Una segunda oportunidad" 


Director: Susanne Bier

Por Olga Montón


A primeros de año murió un buen amigo mío. Murió de repente. "De repente", esa palabra con la que intentamos ubicarnos ante lo terrible de lo real de la muerte cuando esta se nos presenta sin previo aviso, sin ton ni son, prácticamente sin relato. Ante la noticia, acudimos inmediatamente todos los de la tribu. Para ser más precisos acudimos todos los de las diferentes tribus donde se insertaba la vida de mi amigo. Al dar un abrazo a uno de sus hijos, me dijo: "que injusto, mi padre era una buena persona y se muere; en cambio siguen vivos un montón de desalmados".
Viendo "Una segunda oportunidad" de Susanne Bier, hay un instante donde te dan ganas de "dar el cambiazo", como hace Andreas con su bebé. Es el instante donde cualquiera de nosotros nos revelamos ante lo real de la muerte. Donde la muerte nos parece mentira, donde nos preguntamos amargamente porqué me ha tocado a mí ese sufrimiento.
Para mí, lo más terrible de "Una segunda oportunidad" es que no había "tribu". Andreas solo tiene un amigo al que llamar ante el espanto de la tragedia de la muerte repentina de su hijo. Desgraciadamente ese único amigo, Simón, está borracho, ahogado en su propia tragedia, no puede ayudar a Andreas, algo que le pasará después factura y a la vez le salvará.
La desolación más terrible es que no hay amigos, no hay familiares, no hay compañeros, no hay vecinos. La vida de esta pareja y su bebé no está inscrita en una tribu con la que compartir alegrías, pero también en la que apoyarse ante la intensidad de los momentos claves de la vida. Una tribu a la que entregar tu dolor cuando ese dolor es insoportable y te supera, te sobrepasa. En mi opinión, "Una segunda oportunidad" es un grito de Susanne Bier a esta Europa, particularmente a "esta Europa del norte" donde la vida se ha cerrado en un onanismo, aunque sea por parejas. Un estilo de vida aparentemente idílico,aparentemente confortable, lleno de servicios sociales y protocolos, de tecnología punta y de recursos. Al tiempo, un estilo de vida donde los abuelos no conocen a sus nietos, donde esos mismos abuelos acuden al funeral de su hija como de visita. Esa frialdad nos da pistas sobre las consecuencias. Esa madre joven desquiciada, que no puede más. Porque ser marde no es igual para todas, no hay un protocolo que lo represente y muchas tienen dificultad para realizar esa función. Y es en la tribu donde pueden sostenerse, con el apoyo y amor del grupo familiar o social. El marido no es suficiente en este caso. Él la ama demasiado y no de la mejor manera, quiere tapar su falta, cree que la puede completar con un hijo, da igual cuál.
En contraposición a este estilo de vida vemos a una madre "yonky", que sin embargo, es una madre del amor. Ama a su hijo e insiste en que ese hijo muerto no es suyo, que "le han dado el cambiazo". Tanto insiste que la creen loca. Pero ¿quién es el loco?
La salud mental no existe en términos absolutos. Cualquiera, en un momento dado, en un encuentro con lo real, de la muerte, de la sexualidad o del cuerpo puede   desestabilizarse. Cada uno de nosotros precisamos de los otros para sostenernos, para poder "hacer con su locura", con su manera de responder a los hechos de la vida. Cada uno no se aguanta a sí mismo, no se sostiene en esta soledad radical a la que le convoca un estilo de vida en el que cada día "nos damos el cambiazo", sin hacernos preguntas. Nos cambian, cambiamos, el amor, la amistad y la vida en común, por objetos, tecnología, pastillas y televisión basura. La madre del bebé que muere está radicalmente sola en su maternidad. No hay tribu ayudándola, no hay otras mujeres para sostener esa intensidad que la desborda y la desquicia, no está más que su pareja con la fantasía de tapar la falta. Que no le falta de nada y si le falta "doy el cambiazo" y no me hago preguntas.
Mejor no saber que hay detrás de esa pregunta de Andreas: "¿estás arrepentida de haber tenido al bebé?".
Susanne Bier nos da la oportunidad de pensar metafóricamente en los cambiazos, en no preguntarnos nada y pensar que "aquí no pasa nada". Doy el cambiazo al software que detecta la contaminación de millones de coches y no pasa nada, doy el cambiazo a los salarios de un país y no pasa nada, doy el cambiazo al clima del planeta y no pasa nada. Cuando si pasa. Dar el cambiazo no es sin consecuencias. Te puedes llevar por delante la vida de otras personas y desde luego la tuya. No puedes eludir tu propia verdad, la verdad de lo real de la vida, si lo eludes te lleva a lo peor.
Susanne Bier, ganadora del Oscar por “En un mundo mejor” (2010), vuelve a demostrar que el sufrimiento humano es su tema preferido.
Bier es una de los grandes referentes del movimiento cinematográfico conocido como Dogma 95 que lidera el danés Lars von Trier. Desde una perspectiva más convencional, filma un drama sobre la vulnerabilidad de los valores que consideramos inquebrantables, y como éstos se vienen abajo cuando se enfrentan a circunstancias que no podemos controlar. Junto a su guionista habitual, Anders Thomas Jensen (Brothers), la realizadora compone una sorprendente y desgarradora historia en la que el dolor, la tragedia y la fragilidad humana son algunos de sus temas principales.
Los actores están sólidos y convincentes. Vemos cómo Nikolaj Coster-Waldau es mucho más que “Jaime Lannister, el matarreyes”. El actor de “Juego de Tronos” ha demostrado que la fama es, a veces, merecida, con una interpretación portentosa que debería haberse alzado con la Concha de Plata del Festival de San Sebastián. Su interpretación, emotiva y poderosa, destaca junto al gran elenco de actores que componen “Una segunda oportunidad”: Maria Bonnevie, Ulrich Thomsen, Lykke May Andersen y Nikolaj Lie Kaas lo que ayuda a dar fuerza a un guion no siempre redondo.
La estética nórdica, fría y desoladora, contrasta con las emociones que produce el relato, algo que secunda perfectamente la fotografía y la música, curiosamente ambas a cargo de la misma persona: Johan Söderqvist.
Como es costumbre, os invitamos el viernes 16 de Octubre a las 18 hs para conversar sobre esta película en el Café Isadora, en la calle Divino Pastor 14 de Madrid.

 

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Tertulia "El Septimo"

14ª Temporada

Tertulia 109

Presentación 
"Ricki (Ricki and The Flash)"
Director: Jonathan Demme

Ricki (Ricki an the Flash)

Por Marta Mora

El nuevo trabajo del director de “El silencio de los corderos” y “Filadelfia”, Jonathan Demme,  ofrece una interesante combinación de drama, humor y música, mostrando a Meryl Streep interpretando ella misma, guitarra eléctrica en mano, los temas roqueros que escuchamos. En una entrevista dice que no juzga a Ricki, él también “sufrió para hacer realidad su sueño, compatibilizar familia y sueños no es fácil”.
Meryl Streep interpreta a 'Ricki' ('Ricki and the Flash'), la actriz que más veces ha sido nominada a los Oscar (19 nominaciones y tres estatuillas) da vida en pantalla a una mujer que abandonó a su familia para perseguir su sueño de ser una estrella de rock; pero que años más tarde, cuando su hija Julie (Mamie Gummer) sufre una crisis, no vacila en volver para mostrar que sigue siendo madre aunque en su día no lo fue. Su ex-marido Pete (Kevin Kline) y los tres hijos que tuvieron en común van a reaccionar con división de opiniones ante su regreso, mientras que la propia Ricki, con su personalidad tan singular, también sufrirá una experiencia algo catártica al enfrentarse a un pasado del que, al menos ella, nunca se había desprendido del todo. No está arrepentida del camino que emprendió aunque sí tiene remordimientos por el dolor causado ante su decisión y afrontará el reencuentro con realismo y naturalidad tal vez por lo que la actriz comenta; “todos tenemos que vivir con nuestros errores”.
Si en “La decisión de Sophie” le tocó decidir como madre, aquí decide como mujer, oscilación ésta, entre madre o mujer a la que las mujeres nos vemos abocadas.
Mamie Gummer es también su hija en la vida real. Rick Springfield, músico y cantante y Rick Roses el bajista habitual de Neil Young, fallecido el pasado noviembre y a quien la película está dedicada, integran la banda The Flash en la ficción.
Al final, Ricki es una comedia doméstica de superficie amable y trasfondo profundo, que trata temas tan complejos como los sueños matizados por la realidad, el abandono familiar, las rupturas sentimentales, el suicidio, la defensa de la identidad propia y el deseo. 
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108ª Tertulia

Viernes, 19 de Junio, a las 18 hs.
Café ISADORA.
C/ Divino Pastor, 14 
   

¡¡¡Atención!!!
¡Pase del documental en el café Isadora!


“Enterrar y callar”, de Anna López Luna
Por Olga Montón
 

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 “Enterrar y callar”, título de un grabado de Francisco Goya para un documental que nos adentra en un paisaje inquietante de España. Porque lo que se revela no procede solamente de un pasado que podemos mantener a una distancia que nos tranquilice, sino que continua sirviendo al presente: el robo de recién nacidos en las maternidades.
Abuso del poder médico, control religioso, corrupción institucionalizada, menosprecio del otro: palabras y sentimientos que resuenan de un relato a otro y desvelan procedimientos que han sido perpetrados durante la dictadura franquista y que han continuado durante la democracia.
Una serie de testimonios recogidos por diversas regiones de España: madres, padres e hijos, van depositando sus historias que habían quedado silenciadas bajo tierra.


Anna López Luna, artista visual, es la directora de este documental que nos adentra en este tema en la transición y después. También sobre el control del paciente en la institución y la impunidad frente a la justicia.

Vemos en el documental distintos testimonios que nos abren un abanico de posibilidades a debatir.

Por un lado, las madres y los padres a los que se les ha robado su hijo. Relatan cómo queda esa herida que no pueden cerrar, porque además del fallecimiento de su hijo les anuncian que no les dan el cuerpo, por lo que no han podido despedirse de su bebé. La sustracción del cuerpo les impide enterrarlo y con ello el duelo se hace más opaco ¿Cómo se entierra a un desaparecido? La peor de todas las muertes es la que no se puede tramitar porque falta lo esencial, la certeza de la muerte misma. En vez de duelo aparece en su lugar un desgarrador enigma sin respuesta. Una pregunta aparece, ¿estará vivo?, ¿dónde?
Más allá del surgimiento de asociaciones que piden justicia y que denuncian estos hechos. ¿Qué se puede hacer? ¿Qué dice el psicoanálisis?
Cuando se cae del lado de la víctima de forma contingente, una de las primeras preguntas que surge es porqué “me eligió a mí”, “porque yo”, lo que lleva a sentimientos de culpa. Es una forma de dar consistencia al Otro.

Por otro lado los hijos robados. Desconociendo su verdadera identidad, su filiación y la  posterior restitución, ¿Qué efectos tiene? Si esta apropiación no tiene la posibilidad de ser conceptualizada, ¿cómo abordar todos estos temas?
La pregunta por el origen puede llevar a un sujeto a cuestionarse su propia historia ¿decir la verdad garantizará que ese niño o niña construya su propia historia? ¿Qué consecuencias tiene respetar además el derecho inalienable que todo niño tiene de saber la verdad de su origen?

No se puede afirmar, de ninguna manera, como se puede leer en algunos medios: “«todos los niños robados sufren graves perturbaciones psíquicas que los llevan a escaparse de la realidad y caer en la drogadicción, a sufrir graves enfermedades mentales»”. Esto elude aquello que justamente es el sentido de nuestra práctica, lo más original de nuestro quehacer: reparar en las formas singulares que cada uno ha construido en torno a este hecho. Sostener teóricamente la necesidad y la pertinencia de las restituciones no necesariamente nos da la respuesta para abordar la singularidad de cada restitución. No hay recetas.

Nuestra práctica psicoanalítica se despliega precisamente en ese espacio ganado por el deseo. El lugar donde se pueda pensar y procesar todo el caudal de lo universal en la propia subjetividad, respondiendo al desafío de su nueva historia. Donde se despliegue la imprevisible construcción simbólica con sus propias palabras, palabras capaces de decir cosas que de veras valga la pena escuchar. Permitir recuperar la capacidad de vivir el hecho de tal forma que la memoria se anude a nuestra propia narración.

Para el psicoanálisis, a priori, un hecho en sí mismo no es traumático sino toma ese valor para el sujeto. Es verdaderamente un trauma para un sujeto cuando hay una lectura subjetiva que tiene sus consecuencias. Depende de cómo se lea un trauma para que lo sea como tal. El psicoanálisis no alcanza para afirmar que un hecho es traumático, depende de cómo lo lea el sujeto. No hacemos predicciones. La experiencia traumática toma su valor si deja una marca singular imposible de colectivizar.
Un hecho en sí mismo, no se puede considerar traumático esto solamente podrá tomar ese valor si para el sujeto se trata del encuentro contingente entre el goce del cuerpo y la palabra. Falta que aparezca el sujeto, que es la instancia que se abre entre ese S1 que es el drama y la lectura que se hace de ello, el S2.

Socialmente, se catalogan los hechos que en sí mismos se suponen traumáticos y a partir de esto se atiende a las víctimas. Homogeneizando así a todas ellas bajo el mismo significante.
Estamos en un tiempo marcado por el shock, por lo chocante y esto se confunde con lo que para el psicoanálisis de orientación lacaniana es una experiencia traumática. La identificación al lugar de víctima que la sociedad propone para ellas, alejándolas cada vez más de la responsabilidad que conlleva su posición de goce, las torna más frágiles y desorientadas frente a ese Otro omnipotente del que se las pretende salvaguardar.

El psicoanálisis lo que propone es una experiencia con la palabra, con la puntuación, con lo poético anudado a lo real. Que el ser hablante no renuncie a dignificar la experiencia traumática, es decir, una experiencia con lo real que haya dejado una huella, una marca.

Os invitamos el viernes 19 de Junio a las 18 hs para conversar sobre este documental, que proyectaremos previamente, en el Café Isadora, en la calle Divino Pastor 14 de Madrid.

Modera: Olga Montón
Crónica: Marta Mora
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TERTULIA DE CINE Y PSICOANÁLISIS “EL SÉPTIMO”
107 Tertulia:
Día 22 de Mayo, viernes. A las 18 h.
Café ISADORA. C/Divino Pastor, 14.
                               

DIFRET
Pilar Berbén
Zeresnay Mehari es guionista y realizador. Nació y creció en Etiopía en 1981. Se trasladó a los Estados Unidos en 1996 para estudiar Cine en la Universidad del Sur de California. Ha dirigido dos cortometrajes  y un documental sobre Africa.
En 2011, funda Haile Addis Pictures para producir su primer largometraje, Difret, que obtiene el Premio del Público en Sundance y en la sección Panorama del Festival de Berlín.
Esta película es un drama silencioso y potente  basado en hechos reales.
Su titulo significa  “coraje” “Atreverse” en amárico, la lengua nacional de Etiopía, aunque también puede referirse a la violación.
El director  estaba convencido que debía  hacer la película en Etiopía para que pudieran verla las personas que se encuentra en situaciones similares.
Como la industria del cine en este país está en sus comienzos, tuvo muchas dificultades para encontrar el equipo y el material, así como la financiación y además está rodada en 35 mm, “sencillamente porque el paisaje es parte de la historia y quería captarlo para integrarlo plenamente en la película” dice Mehari.
Es magnífica la interpretación tanto de Meron Getnet, en el papel de la abogada Meaza Ashenafi, y Tizita Hagere que interpreta a la adolescente Hirut.
 En Difret se narra la historia de Hirut, una niña de 14 años a la que secuestraron y violaron cuando regresaba del colegio, ella consigue escapar y es arrestada porque mata a uno de sus captores.
Estos hechos son frecuentes en las zonas rurales de Etiopía, donde todavía se práctica la terrible costumbre de la llamada “telefa”, que es el secuestro de niñas y jóvenes por parte de los hombres para casarse con ellas.
La abogada Meaza Ashenafi ha creado  en Addis Abeba una red de asistencia legal para las mujeres y sus derechos. Defenderá a Hirut, aun a sabiendas que nunca un tribunal de Etiopía ha absuelto a ninguna mujer que mató aunque sea en defensa propia. Para ello, toma una posición contra el  ordenamiento jurídico del país.
Es un film bien narrado, acompañado de buena música  y mejor  fotografía. Tiene momentos potentes como la escena del rapto o el consejo de anciano.
Os animo a ver esta singular película que nos sirve para acercarnos a una realidad social en la que se calcula que una de cada nueve niñas es obligada a casarse antes de cumplir los quince años. También para  reflexionar que sólo a través de un deseo decidido es posible cambiar las cosas que se consideran injustas,  aunque se trate de interrumpir las tradiciones que pasan de generación en generación  para evitar así que algunas costumbres sin sentido determinen la vida de muchas personas.



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La Isla Mínima

Director; Alberto Rodríguez



Saludada por buena parte de la crítica como, un estupendo thriller, y el aval de tener tras las cámaras al sevillano Alberto Rodríguez que demostró su buen quehacer con Grupo7, la Isla Mínima consiguió 10 de los 17 Goyas a los que aspiraba en 2015, pasando a ser la película española con más Goyas de la historia, empatada con Blancanieves que se llevó esa misma cifra en 2013.
Obtuvo el Goya a la Mejor Película del año y Alberto Rodríguez como Mejor Director. Los actores Javier Gutiérrez (el Sátur de Aguila Roja) y Nerea Barros (la madre de las niñas desaparecidas) también han sido reconocidos como Mejor Actor Principal y Mejor Actriz Revelación.
La historia sigue básicamente a dos policías encargados de resolver un caso de desaparición de unas hermanas, pero como no podía ser de otra forma, la cosa se sale de ese perfil para apuntar más hacia lo verdaderamenet turbio.
Rendimos así esta vez, siguiendo nuestro estilo, homenaje al buen cine español, convocándolos a la conversación que mantendremos el viernes 20 de marzo a las 18 hs en nuestro apreciado Café Isadora, calle Divino Pastor 14, Madrid.




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No llores, vuela.

Por Graciela Sobral
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Película intensa, sobrecogedora y también entrañable. Se trata, fundamentalmente, del drama que tiene lugar entre una madre y su hijo, en una situación extrema. Frente a un acontecimiento terrible, la madre toma una determinación que la hace seguir su camino propio. Cosa que tiene consecuencias, evidentemente.
Todo transcurre en un paisaje blanco, sobre el hielo; y la película es fría pero cálida a la vez.
No llores, vuela.
El título ofrece de entrada dos posibilidades de interpretación.
No llores, vuela; puede expresar una forma de dejar atrás algo insoportable, queriendo ocultarlo, sin poder pensarlo.
No llores, vuela; puede ser, sin embargo, la elaboración de un drama que permita levantar vuelo por encima de lo peor.
Claudia Llosa es una directora peruana que sabe tratar muy bien a sus personajes, y saca de ellos lo más auténtico para escribir muy bellas historias.
Este drama, que fue premiado en el Festival de Berlín y en el de Málaga, está protagonizado por Jennifer Connelly ('Diamantes de sangre', 'Una mente maravillosa', 'Réquiem por un Sueño'), Cillian Murphy ('In Time', 'Batman', 'Origen') y Melanie Laurent ('Beginners', 'Malditos Bastardos'). Es la tercera película de su directora Claudia Llosa (“Madein USA” y “La teta asustada”).

Como es costumbre, os invitamos el viernes 20 de febrero a las 18 hs para conversar sobre esta hermosa película en el Café Isadora, en la calle Divino Pastor 14 de Madrid.



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103ª Tertulia - Enero 2015
Mommy
Dr. Xavier Dolan
Canadá 2014
Mirta García Iglesias
Este es el quinto largometraje del joven director, actor y guionista. Su debut fue con Yo maté a mi madre(2009), le siguieron Los amores imaginariosLaurence Anyways, Tom à la ferme.
Joven, porque tiene tan solo 25 años y promete, tiene una larga carrera cinematográfica por advenir.
Sus temas recurrentes son la familia, el amor, la sexualidad, las complejas relaciones madre-hijo. La mayoría de los críticos opinan que sus guiones tienen un marcado corte autobiográfico.
En Mommy, nuevamente aborda la relación madre-hijo. Se trata esta vez de una madre viuda que tiene a su cargo a un hijo adolescente conflictivo y en muchas ocasiones violento.
Comienza la película y nos informan que acaba de ser aprobada una ley que permite a los padres dejar a sus hijos bajo la tutela del Estado, en el caso de no poder hacerse cargo de ellos.
Hipotética ley que desliga de responsabilidades a los progenitores y a medida que transcurre la cinta,  nos preguntamos si esta madre finalmente apelará al servicio que le ofrece el Estado.
Nos informan que el joven adolescente padece TDAH, trastorno de atención e hiperactividad. También nos cuentan que el joven padece este síndrome desde la muerte de su padre acaecida hace tres años.
Leon Eisenberg, el psiquiatra que descubrió el trastorno, siete meses antes de morir de cáncer de próstata a la edad de 87 años afirmó que “el TDAH es un ejemplo de enfermedad ficticia”.
En su origen se pensó que se debía a causas genéticas, actualmente eso está descartado. En la misma entrevista el  psiquiatra opina que lo que debería hacer un psiquiatra infantil es tratar de determinar las razones psicosociales que pueden producir problemas de conducta.
Lo que ocurre es que es más sencillo recurrir a la pastilla-se los medica con metilfenidato- que ocuparse de desentrañar las posibles causas que provocan ese tipo de conducta. Y además de ser aparentemente más rápida la solución -si es que podemos pensar como solución, una manera que a la larga provocará más disfunción que solución- no debemos olvidar que detrás de esta política está la política ejercida por la industria farmacéutica.
Steve no ha hecho el duelo por la muerte de su padre, se nos informa que su conducta cambió a partir de este acontecimiento. No tenemos más datos, sabemos que está medicado y lo vemos en este centro especial con una camisa de fuerza.
No es mi intención develarles el final, por tanto no seguiré haciendo comentarios sobre este tema, que supongo dará mucho que hablar.
Tenemos una madre desorientada, confusa, qué no sabe qué hacer, que recurre a la ayuda de su vecina, quien sí sabe cómo hacer. En principio le aplica al joven límites contundentes que lo aplacan.
Su madre además piensa que el amor es suficiente, y sabemos que no sólo el amor basta.
Destaco la escena del baile porque ella nos otorga mucha información acerca de cómo se maneja esta relación entre la madre y su hijo.
Esta madre, seguramente fue una mujer bella y atractiva y parece no querer asumir el transcurrir de los años. En ocasiones trata a su hijo como si fuese un amante joven que la seduce, no está clara su función, su vida está bastante desestabilizada y cómo entonces ofrecer estabilidad y cierto orden en la vida de este adolescente.
Más allá de que Steve tiene serios problemas, es ella quien está absolutamente perdida, sin recursos, recurriendo al auxilio del alcohol para paliar de algún modo su cruda existencia.
Es ella misma la que está imposibilitada de encontrar cierto apaciguamiento y la situación la desborda.  
Desde el punto de vista técnico, Dolan es rompedor en su manera de filmar, lo hace en un formato de 1:1 que confiere al film precisamente aquello que quiere transmitir: opresión, agobio, asfixia.
Al principio del film, esta imagen visual se nos torna extraña, sin embargo a medida que transcurre el metraje, está ya tan incorporado y tan sumergido uno en la historia que el director nos está narrando que uno ya no tiene en cuenta su formato cuadrado.
Dolan nos brinda una filmografía alejada del cine comercial, con una estética exquisita y portadora también de una buena banda sonora.
Muchos son los temas que podremos llevar a debate, en nuestro próximo encuentro en nuestro apreciado café.
Nos vemos el viernes 16 a las 18 hs. como es nuestra costumbre.

102ª Tertulia Noviembre 2014

Presentación de “Relatos Salvajes”
De Damián Szifrón.

Es este el tercer largometraje de Damián Szifrón (39), guionista y director argentino de “El fondo del mar”  (2003) y “Tiempo de Valientes” (2005).   Creador de Los simuladores (2003), una serie para la televisión argentina que también pudimos ver en España del que Sony International adquirió los derechos de formato, serie que hasta el momento se han realizado versiones en México, España, Chile y Rusia.
En una entrevista dijo: “Durante el día, con el sol, no puedo pensar mucho. Las ideas fluyen mejor de noche. Me llevo un cuaderno a la bañadera y voy anotando todo. Y descubrí que la unidad es la idea, ni la imagen ni la palabra. Hay escritores o directores que son grandes observadores de cómo la vida es. Yo pienso en cómo me gustaría que fuera. O por qué la vida no es como a mí me gustaría. Me horroriza que la gente viva como si no soñara. Cuando las sociedades viven dejando la imaginación afuera, cuando la vida es pura realidad, me parece ingenua. Hay tantas cosas por explorar adentro y afuera del hombre, en la naturaleza, en el universo y en el fondo del mar”.
En el año 2014 estrena “Relatos Salvajes” en Argentina. La película es una co-producción argentina-española (El deseo, productora de los Almodóvar) y fue filmada en la ciudad de Buenos Aires, y en las provincias argentinas del norte, Salta y Jujuy.
Compitió por la Palma de Oro en el Festival de Cannes.
Sony Pictures Classics compró los derechos del film para su distribución en Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda. Además de el Festival Internacional de cine de Toronto, ha concurrido a más de quince festivales y en el Festival de cine de San Sebastián recibió el “Premio del Público a la mejor película europea” y ha sido elegida por la Academia de la Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina para representar al país en los Oscar y los Goya.
Seis historias con el hilo conductor que el mismo director indica como “gente que pierde los estribos y siente placer cuando eso sucede”, seis historias sobre el deseo desbocado, la agresividad original y la violencia que el proceso civilizador y socializador atenúa pues hace obstáculo, reprime e intenta moderar pero que sigue ahí.  
Nos presenta situaciones muy locales que se convierten en universales, distintos matices de esa violencia que los humanos albergamos por la misma condición de humanos y que hacen fácil la identificación con alguno de los protagonistas, un guión fresco y ágil  y muy pegado a nuestra realidad y a ese sentimiento de indignación generalizada que sentimos como sociedad maltratada tanto desde los que gobiernan como de los que nos rodean. Historias que llevan a  situaciones límite, liberando todo aquello que supone el placer de sobrepasar lo políticamente correcto. 
Una película que combina la fórmula ganadora de la carcajada y la crítica social.



101ª Tertulia Octubre 2014

“Boyhood” (Momentos de una vida).  De Richard Linklater.

viernes, 17 de Octubre,  a las 18 hs.
Café ISADORA. C/ Divino Pastor, 14    

Por Pilar Berbén
Richard Linklater probablemente es uno de los cineastas norteamericanos independientes más importante de los últimos veinte años, agradando tanto al público como a la crítica. Sus guiones, suenan a verdad y son capaces de llenar un metraje con una ininterrumpida conversación. Prueba de esto es su trilogía “Antes del (Amanecer, atardecer, anochecer)”. Además de otros títulos de trabajos importantes, donde va plasmando sus inquietudes y “lo que piensa y desea expresar”, según sus propias palabras.
Esta gran capacidad para investigar nuevas formas, así como su creatividad, justifican el Oso de Plata al mejor director, en el Festival de Berlín, del pasado mes de febrero.
Ahora nos sorprende con Boyhood, un filme rodado durante 12 años (2002-2013), dedicando cada año unos pocos días para dar cuenta del crecimiento y los cambios que afronta Mason (Ellar Coltrane) un niño de seis años al comienzo del rodaje y de 18 al final del mismo.
Los espectadores acompañaremos al protagonista y a su familia, compuesta por una hermana, Samantha (Lorelei Linklater) mayor que él y sus padres (Patricia Arquette y Ethan Hawke). Como pocas veces antes se ha visto en un filme, durante casi tres horas seremos testigos de los cambios que se producen desde la infancia a la adolescencia en el caso de los niños; y del paso de los años, muy visible, en el caso de los adultos.
El guión es del propio director, fluido y con espléndidos diálogos, aunque hay una constante ayuda por parte de los actores, así como la improvisación necesaria para incluir los acontecimientos que van surgiendo en cada momento. Elige filmar tanto los momentos más íntimos y pequeños como lo cotidiano y rutinario, con total naturalidad, para mostrar la normalidad de la existencia, la vulgaridad del día a día, donde el paso de los años se certifica con el envejecimiento de sus actores como antes comentábamos. Aquí no es necesario el maquillaje, ni varios actores para un mismo personaje.
Como el fluir de cualquier vida, pasa tanto en 12 años, que quizás podríamos decir son demasiados temas los que deja abierta la película para poder debatir: Mudanzas, cambios de colegio, matrimonios, divorcios y un sinfín de decisiones de los adultos que afectan a la vida infantil.  La decepción y la rebeldía se mezclan con la necesidad vital del protagonista para encontrar su identidad. No hay recetas para aprender a vivir, así la película ni sentencia, ni moraliza nada, cada cual hace lo que puede con su vida.
Por otra parte, la improvisación, el humor o la crítica social, aparecen en sus micro-tramas. No olvida acontecimientos históricos políticos; hace mención a nuevos artistas como Lady Gaga; grandes hitos de la cultura popular como “Harry Potter” e invenciones que cambiaron nuestras vidas como los smartphones.
La banda sonora, con una estupenda selección de canciones  es la responsable de que este viaje a la memoria funcione como un reloj. Es la música que se escucha en la radio, aquella que nos lleva a un tiempo preciso y que suena al lado de nuestros recuerdos.
Boyhood, tiene muchos aciertos, como la capacidad para reflejar la naturaleza cambiante de la existencia, a través de relatar la cotidianidad, meciéndose al ritmo de la vida y sobre todo el bien elegido subtítulo: “Momentos de una vida”, pero no sólo vemos a Mason en la pantalla, nos vemos a nosotros mismos, que como el río es siempre el mismo y a la vez no lo es.
Para comentar esta interesante y novedosa película os invito a participar en la tertulia del próximo día 17 de octubre, a la 18 h. En el Café Isadora. Divino Pastor, 14.
Pilar Berbén

Modera: Pilar Berbén
Crónica: Marta Mora
Responsable: Olga Montón.


100ª Tertulia
“Cinema Paradiso”.  De Giuseppe Tornatore, 1988.

viernes, 19 de Septiembre,  a las 18 hs.
Café ISADORA. C/ Divino Pastor, 14    



Comenzamos esta 13ª Temporada con este homenaje al Cine, ya que hacemos la Tertulia número 100. Es una película que va del amor al cine.
Cinema Paradiso” se llevó el reconocimiento de la crítica con esta comedia dramática Ganadora de un Globo de Oro, 5 Premios BAFTA, el Oscar a la Mejor Película Extranjera de 1990, y el Gran Premio del Jurado de Cannes.  El siciliano Guiseppe Tornatore quiso dar su particular homenaje al mundo del cine, además está aderezada con la espectacular banda sonora de Ennio Morricone.
Ahora 25 años después, Cinema Paradiso llega a las carteleras en una nueva versión restaurada en formato digital. Una buena oportunidad para celebrar nuestro Aniversario, hacemos la tertulia numero 100, recordando y disfrutando de este clásico. Encantadora, nostálgica y entrañable celebración de la magia del Cine.
El filme se narra en flashback y rememora la vida en Italia tras la Segunda Guerra Mundial. Con guion del propio Tornatore, la cinta cuenta la amistad entre un viejo proyeccionista de un cine de un recóndito pueblo italiano (el actor Philippe Noiret) que le trasmite su pasión por el cine a un niño huérfano llamado Toto, obnubilado por las películas y que de mayor será un gran director.
Como dijo Federico Fellini: “El cine es un instrumento único y perfecto para explorar con precisión los paisajes interiores del ser humano”.
Esta película nos hace recordar aquellas tardes de domingo en el cine del pueblo o del barrio, sesión doble. La infancia atrás desde los 8 años, cuando comenzamos a asistir en pandilla, sin los mayores, a estas sesiones que nos permitían soñar y construir nuestros propios mitos por fuera de la novela familiar, creer que otros mitos son posibles. Estas sesiones dobles que nos hacían pensar que la “cosa funcionaba” para otros, que podía haber un futuro feliz, el “happy ending” de la existencia.
Salvatore, este huérfano de la guerra, sueña con que su padre regrese. Pero finalmente será Alfredo quien funcionando de padre acompañe al niño y al joven enseñándole el mundo a través de la pantalla. También hay una pregunta de cómo hacer con las mujeres. Esa incógnita que es para todos: ¿Qué es una mujer?
Así, nuestro protagonista vive un amor adolescente, esperando frente a la ventana de su amada, a la intemperie, para conseguir su amor. El joven interroga a Alfredo sobre cómo hacer con la mujer y le responde que mejor renuncie a él por su bien. Le da distintos motivos prácticos, todos del orden de los ideales, en este caso a la manera de un padre. Y es el padre, en este caso, el obstáculo para que el hijo pueda avanzar por la senda del amor hacia la mujer. Es mejor orientarse por el deseo que por los ideales, que al final te pueden llevar a lo peor, igual que en “Esplendor en la hierba” de E. Kazan.  En Cinema Paradiso vemos en Salvatore un adulto frio, aparentemente sin amor en su vida, cuando su madre le dice, “cuando te llamo, cada vez contesta una mujer distinta”.
Dijo Octavio Paz: “el espectador nunca es realista, interpreta y refina lo que ve, de manera que la diferencia entre lo que el artista quiso hacer y el resultado se transforma en otra diferencia cuando el espectador termina la obra y hace con ella su propio cuadro”. Pues cada uno mira con la clave de su subjetividad, de ahí el malentendido y las distintas películas que cada uno relata de un mismo título, haciendo nuestro propio cuadro.
El psicoanálisis ha observado que el artista tiene sobre las demás personas el privilegio de hacer con su fantasma o su “sinthome” un objeto externo. Vemos cómo Salvatore de adulto  construye su existencia entorno al cine, su pasión, se hace director de éxito, dando cuenta de una narrativa particular, con su lenguaje, en sus tiempos. Así el adulto se muestra silencioso, frio, parece misterioso, porque su leguaje, su comunicación, es a través del cine. Al final puede llorar y reír frente a las imagines de los recortes de censura que Alfredo (Philippe Noiret) le ha dejado a su muerte. No parece casual que sean “besos robados” al cine. Al final vemos movilizado su deseo y su amor. Ese amor que había quedado congelado frente al mandato superyoico de Alfredo: vete, triunfa y no regreses nunca.
Quiero terminar con una frase de Tom Clayton:
LA DIFERENCIA ENTRE REALIDAD Y FICCIÓN ES QUE LA FICCIÓN TIENE MAS SENTIDO.
Nos vemos el próximo viernes, día 19 de Septiembre, a las 18 horas en Café Isadora, Divino Pastor, 14.
Modera: Olga Montón
Crónica: Marta Mora
Responsable: Olga Montón.

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