153ª Tertulia
Presentación: "The
lost King"
Director Stephen Frears
Ricardo III fue el último rey inglés que murió en un combate. Fue en la
batalla de Boswohrt en 1485 ante las tropas de Enrique Tudor, que luego
ocuparía el trono con el nombre de Enrique VII. Tras la batalla, el cadáver de
Ricardo fue llevado a Leicester y enterrado sin ninguna celebración.
Su monumento fúnebre parece que fue desmontado durante la Reforma Anglicana y sus restos permanecieron perdidos, en paradero desconocido durante cinco siglos.
En 2012, la Sociedad Ricardiana encargó una excavación arqueológica en un aparcamiento para coches de la ciudad en el sitio antes ocupado por la iglesia de una antigua congregación religiosa. La Universidad de Leicester mediante métodos modernos de datación y de identificación del genoma, identificó el esqueleto encontrado en las excavaciones como el de Ricardo III.
Esta es la historia, ahora os voy a hablar de la película.
La película dirigida por Stephen Frears recrea fantásticamente este tema, y nunca mejor dicho “fantásticamente” que ahora. Porque entre los personajes nos ofrece un increíble y acogedor rey-fantasma que acompaña y ayuda a la protagonista a lo largo de toda la obra. Esto es mágico y precioso, el rey-fantasma no se deja ver por nadie que no sea ella, pero él sabe lo que ella quiere.
Es una película acogedora, graciosa y dramática a la vez, donde el director, como hemos dicho, juega con todos los personajes. La protagonista acaba de dejar su trabajo porque se ha sentido minusvalorada. Va al teatro con su hijo y ve la obra Ricardo III, donde después de la famosa frase “mi reino por un caballo”, Ricardo III es asesinado. ¿qué le pasa a esta mujer? ¿A partir de ver la obra de Shakespeare (1591) tiene una relación real-imaginaria con Ricardo III o era algo que ya la preocupaba antes? Ella se va a dedicar, obstinadamente, a la restauración del rey renegado y olvidado. Se hace socia de la Sociedad Ricardiana y tiene el empeño de encontrar los restos del rey Ricardo III para que sean enterrados como corresponde a su rango. Ella tiene un marido que algunas veces la toma en serio y otras no. Pero lo más importante es la presencia del rey-fantasma que está con ella hasta el último minuto, ayudándola a realizar su objetivo. Él le indica a donde tiene que ir en su búsqueda. Es una especie de vuelta atrás a un pasado que por momentos se hace presente hasta que consiguen lo que quieren. Luego se tienen que separar con una mezcla de dolor y satisfacción porque lo consiguieron: los restos de Ricardo III fueron nuevamente inhumados en la Catedral de Leicester el 26 de marzo de 2015 con todos los honores y el rey fue repuesto como legítimo.
Podemos hacernos muchas preguntas ¿Qué función cumplió el rey-fantasma para
ella? ¿Su deseo surge al ver la obra o era anterior?Su monumento fúnebre parece que fue desmontado durante la Reforma Anglicana y sus restos permanecieron perdidos, en paradero desconocido durante cinco siglos.
En 2012, la Sociedad Ricardiana encargó una excavación arqueológica en un aparcamiento para coches de la ciudad en el sitio antes ocupado por la iglesia de una antigua congregación religiosa. La Universidad de Leicester mediante métodos modernos de datación y de identificación del genoma, identificó el esqueleto encontrado en las excavaciones como el de Ricardo III.
Esta es la historia, ahora os voy a hablar de la película.
La película dirigida por Stephen Frears recrea fantásticamente este tema, y nunca mejor dicho “fantásticamente” que ahora. Porque entre los personajes nos ofrece un increíble y acogedor rey-fantasma que acompaña y ayuda a la protagonista a lo largo de toda la obra. Esto es mágico y precioso, el rey-fantasma no se deja ver por nadie que no sea ella, pero él sabe lo que ella quiere.
Es una película acogedora, graciosa y dramática a la vez, donde el director, como hemos dicho, juega con todos los personajes. La protagonista acaba de dejar su trabajo porque se ha sentido minusvalorada. Va al teatro con su hijo y ve la obra Ricardo III, donde después de la famosa frase “mi reino por un caballo”, Ricardo III es asesinado. ¿qué le pasa a esta mujer? ¿A partir de ver la obra de Shakespeare (1591) tiene una relación real-imaginaria con Ricardo III o era algo que ya la preocupaba antes? Ella se va a dedicar, obstinadamente, a la restauración del rey renegado y olvidado. Se hace socia de la Sociedad Ricardiana y tiene el empeño de encontrar los restos del rey Ricardo III para que sean enterrados como corresponde a su rango. Ella tiene un marido que algunas veces la toma en serio y otras no. Pero lo más importante es la presencia del rey-fantasma que está con ella hasta el último minuto, ayudándola a realizar su objetivo. Él le indica a donde tiene que ir en su búsqueda. Es una especie de vuelta atrás a un pasado que por momentos se hace presente hasta que consiguen lo que quieren. Luego se tienen que separar con una mezcla de dolor y satisfacción porque lo consiguieron: los restos de Ricardo III fueron nuevamente inhumados en la Catedral de Leicester el 26 de marzo de 2015 con todos los honores y el rey fue repuesto como legítimo.
La película muestra también como la historia que prevalece es la que conviene a los vencedores, en este caso a los Tudor. La obra de Shakespeare “Ricardo III” no deja de estar inscrita en esta lectura de la historia por el momento en que acontece.
Muestra también cómo el éxito es usurpado por los políticos e instituciones, en este caso el gobierno local y la Universidad de Leicester.
Si bien, en este caso, la reina le da a la protagonista, tardíamente, la orden del imperio británico.
152ª Tertulia
Presentación: "20.000 especies de abejas"
Director: Estíbaliz
Urresola Solaguren
Por Marta Mora
Este es el primer largometraje de Estíbaliz Urresola Solaguren, tomando la
metáfora de las abejas, pilar delmedio ambiente, desarrolla una historia
constructora de puentes y diálogos, que pone sobre la mesa el debate sobre la
sexualidad humana. En los medios aparece enseguida como la historia de un niño trans, pero ¿es que
realmente hay un tránsito de este niño a otra identidad sexual? Aitor, que
quiere ser llamado Lucía, es un niño en lo que llamamos etapa de latencia,
según Freud, momento en que experimenta un goce extraño en el cuerpo, algo para
lo que no tiene una respuesta, que se muestra explícitamente en varias escenas.
Se hace preguntas, perdido y angustiado busca como orientarse en su rechazo de
ser el falo de la madre. ¿Es suficiente que no le guste su nombre para
etiquetarlo como “un niño trans”?En realidad trata de momentos de crisis, crisis sentimental, profesional y
filial de una mujer y madre y de la crisis sexual de un niño que no está a
gusto con su nombre ni con su imagen.Con delicadeza y sin crispación asistimos al desarrollo de esta historia,
guionizada por la directora, que muestra lo complejo del conflicto en lo
familiar y en lo social. Tomando a las abejas, con una estructura económica,
social y política para optimizar tiempo energía y recursos, Estíbaliz aspira a
que cada personaje encuentre su lugar y nos empuja a reflexionar sobre los
problemas planteados.
El padre de la madre ha muerto, el padre de Aitor está ausente. Sin saberlo tal
vez, muestra una característica de la época: la caída del padre, la caída de la
autoridad, la caída de los ideales.
Escuchar y acompañar es lo que hace la tía, en una posición respetuosa y
considerada. Hay que darle un tiempo a ese niño para que despeje el embrollo
que para los seres hablantes es la sexualidad, modificada justamente porque
hablamos. Al ser hablantes,El padre de la madre ha muerto, el padre de Aitor está ausente. Sin saberlo tal
vez, muestra una característica de la época: la caída del padre, la caída de la
autoridad, la caída de los ideales.Escuchar y acompañar es lo que hace la tía, en una posición respetuosa y
considerada. Hay que darle un tiempo a ese niño para que despeje el embrollo
que para los seres hablantes es la sexualidad, modificada justamente porque
hablamos. Al ser hablantes, sexuados y mortales, no nos guía el instinto sino
la pulsión que no tiene objeto. El sexo no se elige, aunque el discurso de la
época nos empuje a creer que somos dueños de nuestras vidas y que la
controlamos, impulsando a lo “auto”.
Lacan sumó a los descubrimientos de Freud sobre la sexualidad humana las
modalidades de goce, detrás de los semblantes y hombre o mujer lo son,
masculino y femenino se refieren a dos posiciones de goce. El goce no se busca
ni se elige: se encuentra.
Lacan sumó a los descubrimientos de Freud sobre la sexualidad humana las
modalidades de goce, detrás de los semblantes y hombre o mujer lo son,
masculino y femenino se refieren a dos posiciones de goce. El goce no se busca
ni se elige: se encuentra.Las dudas de este niño, curiosamente interpretada por una niña, excelente
actriz, que manifiesta la incomodidad con cómo lo nombran y lo ven los otros,
testimonia que hay algo que falta en la constitución subjetiva de lo humano y
eso que falta es la respuesta a que es ser un hombre o que es ser una mujer, la
biología no es garantía ni el destino. Confirma el axioma de Lacan “no hay
relación sexual”. Cada ser humano se ha enfrentado a ese agujero en el saber
sobre el sexo uno por uno. Nos vemos el próximo viernes 19 de mayo a las 18.30h en “María
Pandora”
Por Marta Mora
Este es el primer largometraje de Estíbaliz Urresola Solaguren, tomando la
metáfora de las abejas, pilar delmedio ambiente, desarrolla una historia
constructora de puentes y diálogos, que pone sobre la mesa el debate sobre la
sexualidad humana.
En los medios aparece enseguida como la historia de un niño trans, pero ¿es que
realmente hay un tránsito de este niño a otra identidad sexual? Aitor, que
quiere ser llamado Lucía, es un niño en lo que llamamos etapa de latencia,
según Freud, momento en que experimenta un goce extraño en el cuerpo, algo para
lo que no tiene una respuesta, que se muestra explícitamente en varias escenas.
Se hace preguntas, perdido y angustiado busca como orientarse en su rechazo de
ser el falo de la madre. ¿Es suficiente que no le guste su nombre para
etiquetarlo como “un niño trans”?
En realidad trata de momentos de crisis, crisis sentimental, profesional y
filial de una mujer y madre y de la crisis sexual de un niño que no está a
gusto con su nombre ni con su imagen.
Con delicadeza y sin crispación asistimos al desarrollo de esta historia,
guionizada por la directora, que muestra lo complejo del conflicto en lo
familiar y en lo social. Tomando a las abejas, con una estructura económica,
social y política para optimizar tiempo energía y recursos, Estíbaliz aspira a
que cada personaje encuentre su lugar y nos empuja a reflexionar sobre los
problemas planteados.
El padre de la madre ha muerto, el padre de Aitor está ausente. Sin saberlo tal
vez, muestra una característica de la época: la caída del padre, la caída de la
autoridad, la caída de los ideales.
Escuchar y acompañar es lo que hace la tía, en una posición respetuosa y
considerada. Hay que darle un tiempo a ese niño para que despeje el embrollo
que para los seres hablantes es la sexualidad, modificada justamente porque
hablamos. Al ser hablantes,
El padre de la madre ha muerto, el padre de Aitor está ausente. Sin saberlo tal
vez, muestra una característica de la época: la caída del padre, la caída de la
autoridad, la caída de los ideales.
Escuchar y acompañar es lo que hace la tía, en una posición respetuosa y
considerada. Hay que darle un tiempo a ese niño para que despeje el embrollo
que para los seres hablantes es la sexualidad, modificada justamente porque
hablamos. Al ser hablantes, sexuados y mortales, no nos guía el instinto sino
la pulsión que no tiene objeto. El sexo no se elige, aunque el discurso de la
época nos empuje a creer que somos dueños de nuestras vidas y que la
controlamos, impulsando a lo “auto”.
Lacan sumó a los descubrimientos de Freud sobre la sexualidad humana las
modalidades de goce, detrás de los semblantes y hombre o mujer lo son,
masculino y femenino se refieren a dos posiciones de goce. El goce no se busca
ni se elige: se encuentra.
Lacan sumó a los descubrimientos de Freud sobre la sexualidad humana las
modalidades de goce, detrás de los semblantes y hombre o mujer lo son,
masculino y femenino se refieren a dos posiciones de goce. El goce no se busca
ni se elige: se encuentra.
Las dudas de este niño, curiosamente interpretada por una niña, excelente
actriz, que manifiesta la incomodidad con cómo lo nombran y lo ven los otros,
testimonia que hay algo que falta en la constitución subjetiva de lo humano y
eso que falta es la respuesta a que es ser un hombre o que es ser una mujer, la
biología no es garantía ni el destino. Confirma el axioma de Lacan “no hay
relación sexual”. Cada ser humano se ha enfrentado a ese agujero en el saber
sobre el sexo uno por uno.
Nos vemos el próximo viernes 19 de mayo a las 18.30h en “María
Pandora”
151ª
Tertulia
Presentación:
"As bestas"
Director: Rodrigo Sorogoyen
Por Olga Montón
Dirigida magistralmente por Rodrigo Sorogoyen, “As bestas” no deja indiferente, especialmente sabiendo que está basada en hechos reales. Son dos realidades antagónicas enfrentadas como dos trenes por la misma vía en dirección contraria, imposible un final feliz. El psicoanálisis ha esclarecido cómo en el ser humano la búsqueda compulsiva de la satisfacción puede llevar a la autodestrucción.
En mi opinión, es tan buena la película, que te sumerge en la escena como si fueras un participante más, un vecino del bar. Y todo muy cinematográficamente, en imágenes, con pocas palabras. Vives la angustia de los personajes en primera persona. Refleja la condición humana tan descarnada, la pulsión descrita por Freud en su peor cara, que algunos incluso rechazan de plano el film, “no les gusta”, cuando en mi opinión se les hace insoportable pensar esa violencia
Fue Jacques Lacan, (psicoanalista francés conocido por los aportes que hizo al psicoanálisis, basándose en la experiencia analítica y en la lectura de Freud, incorporando a su vez elementos del estructuralismo, la lingüística, la matemática y la filosofía) el que supo captar que Freud, a partir de 1920 (en su texto “Más allá del principio del placer”), había logrado que un sujeto cambiase “una existencia miserable por una infelicidad admisible”. Nunca consideró la existencia de una salud mental, puesto que forma parte de la esencia misma del discurso analítico cuestionar de raíz los conceptos de salud, bienestar, adaptación, normalidad, etc. Es una de las razones por las que el psicoanálisis se diferencia de la psicología.
Freud (“El malestar en la cultura”), nos habla de un hiato irreductible, una brecha real incurable y sin embargo constitutiva de la realidad. Esta brecha real imposible de simbolizar convoca al horror, al vacío de la existencia con los que la razón traza astucias para defendernos del mismo. Hay algo que agita la vida y el cuerpo de los seres humanos, sus sueños, fantasías, sufrimientos, actos involuntarios, identificaciones, pulsiones, deseos y síntomas.
Justamente lo que tenemos más en común los sujetos es la diferencia con que abordamos estas tres singularidades: que somos seres sexuados, parlantes y mortales y no hay ningún programa pedagógico que enseñe esto. Paradójicamente eso es lo más singular que tenemos y a la vez lo más común, en el sentido del para todos este no saber qué hacer con eso. El lenguaje no es sólo una vía de comunicación o de información sino, fundamentalmente, es la dimensión en la que se forma el ser. El sujeto es efecto del discurso que lo sostiene encadenado.
El inconsciente ha sido admitido en distintas disciplinas que conciernen a lo subjetivo, si bien con valoraciones distintas a la valoración que le da el psicoanálisis, donde el inconsciente no sería, en ningún caso, una exoneración de responsabilidad sobre nuestros propios actos. Si bien el sujeto esta encadenado a una serie de marcas inconscientes que pueden imponérsele bajo las figuras del ideal, la extorsión, la amenaza, la culpabilidad, el deber u otras, Lacan no retrocedió ante esto y afirmó: “De nuestra posición de sujetos somos siempre responsables”. Es decir, el sujeto toma una “posición” frente a aquello que lo constituye, ese instante, absolutamente contingente en el que un ser humano le imprime su propio sesgo a las determinaciones y los azares de la vida que le han salido al encuentro, lo que le confiere a ese sujeto un carácter único y singular.
Con esta introducción quiero comentar esta película desde esta perspectiva. La pura pulsión de muerte que ya Freud desarrolló en 1920 en su texto “Más allá del principio de placer”, texto muy recomendable. Eros (Olga y su hija, posición femenina) y tánatos (Ellos, los hombres) enfrentados. Los protagonistas tienen razón, cada uno a su manera, pero es el odio y la envidia lo que tienen en común, odio al diferente. El intelectual frente al granjero, el pasado frente al futuro, lo tradicional frente a las nuevos “ecologismos”. Tener la verdad frente a tener la razón, ¿es suficiente con una imagen grabada? ¿Dejarse matar para confirmar que tenías razón? Vemos cómo hay una cuestión fundamental, el delirio es intrínseco a la razón, un delirio no es una proposición falsa, sino un estado determinado de la verdad que puede incluso ser compartido por millones de personas.
La violencia del silencio, la ausencia de lo simbólico, todo son actos, amenazas, acoso, sabotajes. Por no hablar de la pasividad de los espectadores de estas escenas, ¡¡¡qué papel juegan siempre los espectadores “pasivos” en los actos de bulling!!!
En la experiencia analítica hay una elaboración de saber sobre nuestro inconsciente que nos hace ver que el malestar no depende de condiciones ajenas a nosotros mismos, sino que nos hace asumir la responsabilidad de al menos una parte del sufrimiento que padecemos. Al mismo tiempo el psicoanálisis promueve un modo diferente de habitar el desamparo, la soledad y la infelicidad de la condición humana. Pero también aporta efectos terapéuticos que se traducen en un alivio de los síntomas que entorpecen la vida de una persona, manteniendo lo que la hace única. Siempre partiendo de la base de que jamás alcanzaremos un equilibrio que no solo es imposible por definición (el conflicto es ineliminable) sino que supondría la disolución de lo que hace de un sujeto algo irrepetible, su propia respuesta sintomática existencial.
Nos vemos el próximo viernes 14 de abril a las 18.30h en “María Pandora”
Tertulia 149ª
Presentación: "Vida oculta"
Director: Terrence Malik
Terence Malick, si por un lado es
siempre igual a sí mismo, por otro siempre nos sorprende. Esta
película, larguísima, con sus bellas imágenes muestra un mundo en
tiempo real.
¿De qué trata? Es sobre todo una
película ética, una película kantiana podríamos decir. Un hombre,
muy religioso, se encuentra frente a una decisión que tiene que
tomar y que lo va a llevar a un extremo porque le concierne muy
íntimamente y lo enfrenta a algo con lo que no puede acordar.
Franz es un hombre joven y guapo,
casado con una mujer que lo adora y a la que adora, con la que tiene
3 hijas. Viven en un hermoso pueblo en el norte de Austria y tienen
una granja donde trabajan duramente. Son felices.
Esta historia ocurre en 1941, dos años
después del comienzo de la segunda guerra mundial. Austria es
anexada a Alemania y los austriacos son llamados a filas.
El pequeño pueblo queda totalmente
alineado con las tesis hitlerianas y, sin embargo, casi como una
excepción, Franz y su familia viven en oposición temiendo que él,
que ya ha cumplido su servicio militar, pueda ser nuevamente
movilizado. Cada vez que pasa una bicicleta, temen que pueda ser el
cartero trayéndole nuevamente la orden de incorporación al
ejército. Debo señalar, una vez más, que él era un hombre del
pueblo, sereno, trabajador y querido, hasta que se interpone la
guerra y surgen los sentimientos más profundos de todos.
Sin mostrar ni una sola escena de
guerra, Malick nos enseña el horror de la retaguardia. Por ejemplo,
mientras contemplamos unas hermosas e idílicas imágenes de la
naturaleza, por las radios del valle y a todo volumen resuena la voz
de Hitler. Es un contraste atroz.
Los austríacos son pro alemanes y
beligerantes, pero Franz no. Él no quiere ir a la guerra a pelear en
nombre de Hitler, ése es el quid de la cuestión.
Siendo Franz un hombre muy religioso,
habla con el cura y con el obispo, quienes lo empujan a alistarse con
el argumento de que debe considerar las consecuencias de sus actos.
La gente del pueblo, el alcalde por
ejemplo, lo increpa, diciéndole que si él no se alistara sería
peor que los enemigos: sería un traidor.
En la conversación con el obispo surge
la cuestión de “someterse a la autoridad”. ¿A qué autoridad
debería someterse? ¿A la autoridad de Dios? ¿A la de Hitler? ¿O a
su propio criterio? También surge la cuestión de la verdad. ¿Cuál
es la verdad que está en juego? ¿Qué relación tiene él con la
verdad?
Franz no puede huir como le aconsejan
algunos amigos, porque el problema está dentro de sí. Él no puede
decir sí a Hitler y, frente a eso, no puede escapar ni mirar para
otro lado. Tiene una posición de gran determinación.
La iglesia le dice que acepte, el
pueblo también… al igual que su cuñada. La única que lo apoya es
su mujer que le dice que haga lo que tenga que hacer.
Franz no tiene consuelo porque nadie lo
apoya, pero no puede decir que sí. Con el paso de los días irá
ganando fuerza en su posición.
Es enviado a la cárcel donde, en
contra de lo que se podría pensar, no es especialmente maltratado.
En un sentido se podría decir que lo maltrataron más en el pueblo,
haciéndole el vacío, que en la prisión. Al contrario, a medida que
pasan los días, las autoridades de la prisión intentan convencerlo.
Se celebra un juicio donde hasta el juez (magistral Bruno Ganz), en
un aparte, lo anima a decir que sí, con el argumento de que lo que
importa es lo que él piense, no lo que diga. Pero él no puede
mentir. Todas las autoridades intentan hacerlo cambiar de idea pero
Franz permanece imperturbable. Sólo lo perturba la visita de su
mujer, pero es ahí donde ella le dice que haga lo que tenga que
hacer.
Él no puede tener una vida sin honor.
El argumento más utilizado para tratar
de convencerlo es que con su acto no va a cambiar nada en el mundo.
Él no quiere cambiar el mundo pero no podría seguir viviendo si no
fuera fiel a sus ideas. Quiere justicia, pero lo quieren empujar a
hacer algo injusto, a participar en una guerra injusta. Un oficial le
dice que todos tienen las manos manchadas de sangre… Él ve en la
cárcel que nadie tiene amigos ni amor, que están solos y deben ser
muy rudos para sobrevivir. No es ese el mundo que quiere. Él acepta
morir como una forma de ser fiel a sí mismo. Es una cuestión ética
extrema.
Por otra parte, su esposa se consuela
pensando que dios no les enviará un dolor que no puedan soportar.
Esto es muy interesante para nuestra
discusión, ¿por qué no acepta decir que sí e ir a trabajar a un
hospital, por ejemplo? Su decisión ética nos hace pensar en el
goce, en el sentido de una posición subjetiva que lo sitúa más
allá del placer y el bienestar. No se lo ve sufriendo por su
decisión solitaria sino que pareciera que, paradojalmente, disfruta
de ésta y solo puede sostenerse manteniendo su “no”.
Esto nos plantea profundas cuestiones
ético-morales. ¿Qué haría uno en su lugar?
¿En esta cuestión está implicado su
deseo? ¿Qué desea Franz? Él tiene todo lo que quiso tener
(familia, hogar, etc.) pero, a la hora de tomar esta decisión, su
deseo no prevalece, no se pone en juego; se trata más de un mandato
por el cual prefiere ser fiel a su decisión moral aunque pierda todo
lo material que posee.
Título y poema final
Malick cuenta la vida de un campesino
austríaco que fue beatificado posteriormente por su sacrificio.
Encontró la historia de esta película en un libro que recoge las
cartas entre Franz y su mujer, mientras él estuvo en la cárcel.
Tanto el título como un poema que
aparece al final pertenecen al poeta George Elliot que, en realidad,
es el nombre que toma para sí una escritora muy importante en el
siglo XIX en Inglaterra: Mary Ann Evans. Uno de sus versos dice: “el
bien depende de hechos sin historia y de héroes que descansan en
tumbas no visitadas” (hay otra versión que dice “… a causa del
número de personas que vivió fielmente una vida oculta y descansa
en tumbas no visitadas”). Como vemos, se trata de la exaltación de
una vida recóndita, humilde, sutil, sin excesos. ¿Es eso lo que
quería Franz?
Para terminar, con su férreo principio
moral él se convirtió en un mesías anónimo o en un beato. Tal vez
su sacrificio valió para ayudar a restaurar el orden y la coherencia
de una población devastada por la 2da guerra. O, en el otro extremo,
como todos le decían, no sirvió estrictamente para nada.
Esto es algo que debemos debatir.
Tertulia 148ª
Presentación: "Parásitos"
Director: Bonn Jon Hoo
Por Mirta García Iglesias
Bong Joon Ho es un director polifacético. Ha incursionado en la
comedia, la ciencia ficción, el thriller policiaco, el drama. Su cine está
atravesado por lo social.
Su última película, Parásitos (2019) es un drama contemporáneo. Nos muestra la polaridad y desigualdad existente en la sociedad actual. Está filmada en Corea del Sur, de donde es originario el director, sin embargo su relato es extrapolable a cualquier otra sociedad.
El director maneja distintos géneros, transitamos por la comedia, la tragedia, el drama, con cuotas de humor también presentes que hacen que el encuentro con un real tan descarnado sea más amable de visionar.
Dos clases antagónicas, ricos y pobres nos dibujan dos mundos aislados y separados en una época donde el capitalismo acampa a sus anchas. Una familia pobre que se vale de la estafa y el fraude como un modo de supervivencia. En realidad dos familias pobres que parasitan a los de arriba.
Aunque el significante “parásitos” se utiliza con un doble sentido. ¿Acaso no son también parásitos, los de arriba, que necesitan a los de abajo para vivir porque no saben valerse por sus propios medios?
Gente desesperada en un mundo absolutamente injusto, donde a la igualdad de oportunidades acceden solo unos pocos.
La fotografía, la música, la dirección del filme son impecables, además de contar con un muy buen reparto actoral.
Desde el punto de vista cinematográfico realiza una buena utilización de los espacios, estableciendo un contraste entre los pobres y los ricos; los primeros viven en un sótano, hacinados; los segundos tienen su morada en una colina, disponen de amplios espacios, pero solitarios, alienados dentro de su propia casa.
Una de las escenas más impactantes de la película es la escena de la tormenta. La lluvia ha devastado la vivienda de los Ki-taek, sus enseres, sus pertenencias flotan en medio de las aguas fecales. En contraste es bello observar la tormenta desde el amplio ventanal de los Park con vistas a su florido jardín.
El olor a pobre, olor detectado por el pequeño de la familia Park cuando dice que todos ellos huelen igual, será el detonante del film.
En la escena del cumpleaños del pequeño Park, una vez desatada la tragedia, es el gesto del Sr. Park tapándose la nariz lo que lleva al Sr. Kit en un brote de locura, mientras intenta salvar a su hija que se desangra, a apuñalarle. Son el desprecio y la humillación por su condición, más la angustia infinita ante la posible pérdida de su hija lo que lo impulsan al acto.
Como señala con acierto Zygmunt Bauman, la exclusión actual no se ve como el resultado de una mala racha pasajera, sino más bien como un destino irrevocable. Es más, la exclusión, hoy en día, suele ser un callejón sin salida.
En estas sociedades consumistas por antonomasia, los pobres son seres indeseables, no son útiles, no son necesarios, más bien pertenecen a la infraclase, término acuñado y utilizado por primera vez por Gunnar Myrdal en 1963. Este hacía referencia a los peligros de la desindustrialización que podría convertir a grandes sectores de la población en desempleados permanentes e inutilizabes, no por causa de ineficiencia, sino porque no habría trabajo suficiente para todos aquellos que desearan o pudieran trabajar.
Su hipótesis no produjo mayor atención pública y se quedó en el olvido.
Hoy podemos comprobar que su vaticinio no era incorrecto.
La inestabilidad, la imprevisibilidad y la incertidumbre son patentes en este mundo en todos los órdenes, en el trabajo, en el amor, en las relaciones con los otros.
Los ideales imperantes son el individualismo, la competencia, las relaciones utilitaristas, coyunturales y poco comprometidas, así como el pragmatismo y el liberalismo. Se trata entonces de la época de la pulsión en su permanente y constante empuje a la satisfacción, cuyo objeto puede variar, pero no su fin, que es siempre el de satisfacerse.
Y surge la pregunta acerca de qué ocurre con los sujetos en esta época marcada por un capitalismo atroz en su versión neoliberal.
Consecuencia de este panorama socio-económico imperante es que el sujeto desaparece y en su lugar aparece el individuo usuario, consumidor, productor, que con su yo inflado y sus objetos no precisa de los otros para satisfacerse. La competencia a ultranza ha barrido con la solidaridad.
En la clínica los efectos del discurso imperante y sus ideales sobre los sujetos se perciben en las dificultades para subjetivizar lo que les pasa, aparecen dolores en el cuerpo, síntomas variados y dolor psíquico del que poco pueden dar cuenta.
Las patologías del acto son otra forma de sufrimiento de la época, la violencia machista, la violencia entre los escolares, entre padres e hijos, etc. También las adicciones en sus diferentes formas, ya sea drogas, juego, alcohol, los problemas con la alimentación, ya sea anorexia y/o bulimia. Son actos compulsivos que empujan al sujeto a satisfacerse, que empujan al sujeto a la acción, aún a costa de ser acciones dañinas.
El deseo también está amenazado, porque con tanta proliferación y oferta, con tanta asfixia, sin hueco para un pequeño vacío, para algo que falte, es difícil que el deseo pueda emerger. Encontramos entonces sujetos desganados, sin ánimo para seguir luchando, pero sin poder conectar su malestar con este aislamiento.
Parásitos ha obtenido dos premios importantes, uno en el Festival de Cannes y el Globo de Oro, y es una candidata favorita para los Oscar.
Es sin duda una buena película que no nos deja indiferentes.
Su última película, Parásitos (2019) es un drama contemporáneo. Nos muestra la polaridad y desigualdad existente en la sociedad actual. Está filmada en Corea del Sur, de donde es originario el director, sin embargo su relato es extrapolable a cualquier otra sociedad.
El director maneja distintos géneros, transitamos por la comedia, la tragedia, el drama, con cuotas de humor también presentes que hacen que el encuentro con un real tan descarnado sea más amable de visionar.
Dos clases antagónicas, ricos y pobres nos dibujan dos mundos aislados y separados en una época donde el capitalismo acampa a sus anchas. Una familia pobre que se vale de la estafa y el fraude como un modo de supervivencia. En realidad dos familias pobres que parasitan a los de arriba.
Aunque el significante “parásitos” se utiliza con un doble sentido. ¿Acaso no son también parásitos, los de arriba, que necesitan a los de abajo para vivir porque no saben valerse por sus propios medios?
Gente desesperada en un mundo absolutamente injusto, donde a la igualdad de oportunidades acceden solo unos pocos.
La fotografía, la música, la dirección del filme son impecables, además de contar con un muy buen reparto actoral.
Desde el punto de vista cinematográfico realiza una buena utilización de los espacios, estableciendo un contraste entre los pobres y los ricos; los primeros viven en un sótano, hacinados; los segundos tienen su morada en una colina, disponen de amplios espacios, pero solitarios, alienados dentro de su propia casa.
Una de las escenas más impactantes de la película es la escena de la tormenta. La lluvia ha devastado la vivienda de los Ki-taek, sus enseres, sus pertenencias flotan en medio de las aguas fecales. En contraste es bello observar la tormenta desde el amplio ventanal de los Park con vistas a su florido jardín.
El olor a pobre, olor detectado por el pequeño de la familia Park cuando dice que todos ellos huelen igual, será el detonante del film.
En la escena del cumpleaños del pequeño Park, una vez desatada la tragedia, es el gesto del Sr. Park tapándose la nariz lo que lleva al Sr. Kit en un brote de locura, mientras intenta salvar a su hija que se desangra, a apuñalarle. Son el desprecio y la humillación por su condición, más la angustia infinita ante la posible pérdida de su hija lo que lo impulsan al acto.
Como señala con acierto Zygmunt Bauman, la exclusión actual no se ve como el resultado de una mala racha pasajera, sino más bien como un destino irrevocable. Es más, la exclusión, hoy en día, suele ser un callejón sin salida.
En estas sociedades consumistas por antonomasia, los pobres son seres indeseables, no son útiles, no son necesarios, más bien pertenecen a la infraclase, término acuñado y utilizado por primera vez por Gunnar Myrdal en 1963. Este hacía referencia a los peligros de la desindustrialización que podría convertir a grandes sectores de la población en desempleados permanentes e inutilizabes, no por causa de ineficiencia, sino porque no habría trabajo suficiente para todos aquellos que desearan o pudieran trabajar.
Su hipótesis no produjo mayor atención pública y se quedó en el olvido.
Hoy podemos comprobar que su vaticinio no era incorrecto.
La inestabilidad, la imprevisibilidad y la incertidumbre son patentes en este mundo en todos los órdenes, en el trabajo, en el amor, en las relaciones con los otros.
Los ideales imperantes son el individualismo, la competencia, las relaciones utilitaristas, coyunturales y poco comprometidas, así como el pragmatismo y el liberalismo. Se trata entonces de la época de la pulsión en su permanente y constante empuje a la satisfacción, cuyo objeto puede variar, pero no su fin, que es siempre el de satisfacerse.
Y surge la pregunta acerca de qué ocurre con los sujetos en esta época marcada por un capitalismo atroz en su versión neoliberal.
Consecuencia de este panorama socio-económico imperante es que el sujeto desaparece y en su lugar aparece el individuo usuario, consumidor, productor, que con su yo inflado y sus objetos no precisa de los otros para satisfacerse. La competencia a ultranza ha barrido con la solidaridad.
En la clínica los efectos del discurso imperante y sus ideales sobre los sujetos se perciben en las dificultades para subjetivizar lo que les pasa, aparecen dolores en el cuerpo, síntomas variados y dolor psíquico del que poco pueden dar cuenta.
Las patologías del acto son otra forma de sufrimiento de la época, la violencia machista, la violencia entre los escolares, entre padres e hijos, etc. También las adicciones en sus diferentes formas, ya sea drogas, juego, alcohol, los problemas con la alimentación, ya sea anorexia y/o bulimia. Son actos compulsivos que empujan al sujeto a satisfacerse, que empujan al sujeto a la acción, aún a costa de ser acciones dañinas.
El deseo también está amenazado, porque con tanta proliferación y oferta, con tanta asfixia, sin hueco para un pequeño vacío, para algo que falte, es difícil que el deseo pueda emerger. Encontramos entonces sujetos desganados, sin ánimo para seguir luchando, pero sin poder conectar su malestar con este aislamiento.
Parásitos ha obtenido dos premios importantes, uno en el Festival de Cannes y el Globo de Oro, y es una candidata favorita para los Oscar.
Es sin duda una buena película que no nos deja indiferentes.
Nos vemos el viernes
17 de enero a las 18,30 h. en el café Libertad 8.
Tertulia 147ª
Presentación: "Joker"
Director: Philips Todd
Por
Marta Mora
Oscura,
violenta, sórdida, incendiaria, cargada de ambigüedad moral, hace
una peligrosa conexión entre la enfermedad mental y la violencia,
culpable de una idiotez agresiva y probablemente irresponsable... son
algunos de los calificativos de la critica para esta película, antes
de estrenarse y después. Aún así también la califican de obra
maestra.
Joaquín
Phoenix, con su interpretación magistral de Arthur, gana el León de
Oro en el último Festival de Cine de Venecia. Este Joker viene
precedido de grandes actores que lo llevaron al cine: Max Nicholson,
Heath Ledger y Jared Lato.
Con
Influencias de “Taxi driver”(1976), anunciada con la promesa de
producción de Martín Scorsese y la participación de Robert De
Niro, ha sorprendido viniendo de Philips Todd quien tiene en su
filmografia “Resacón en las Vegas”, “Escuela de pringaos” y
otras con un estilo diferente.
El
estreno de ‘Joker’ en
USA llegó acompañado de un aviso del Ejército
alertando
sobre la posibilidad de tiroteos en el país durante sus
proyecciones. Una carta de los familiares
de las victimas de un tiroteo real, masivo (2012), durante la
proyección de “El caballero oscuro: la leyenda renace”, pidieron
la prohibición de la proyección y la Warner Bros emitió un
comunicado tranquilizador negando que fomentara una violencia
similar.
El
nombre Joker nos remite al enemigo eterno de Batman (1970), pero no
es una película de súper héroes. Es la precuela de Joker, nos
cuenta como, cuando y porqué, según Todd, se convirtió en el
villano.
Este
malo malísimo es tan solo un paria, un resto de un sistema que
avanza en el mundo: el neoliberalismo. Parecería que atrapado en la
encrucijada entre la cínica del poder y la falta de moral de los
medios de comunicación a Arthur, (o a nosotros), no le quedara otra
salida que la locura.
Él
es lo que se ha dado en llamar un enfermo mental, que descubre su
destino matando cuando creía que era hacer reír. En
cuanto mata por primera vez, se siente muy bien. Y entonces se arroja
a una espiral homicida. Y en su historia nos
compadecemos de él, nos despierta por momentos simpatía y no nos
cae tan mal.
Al
final, el sufrimiento de Joker es tan estremecedor que todo nos
empuja a buscar fuera de él, a la sociedad como la verdadera
villana. Todo
el proceso de caída de Arthur está rodeado de política, ¿es la
política la causa de su destino?.
Me
parece muy peligroso el vinculo explicito que se establece entre la
violencia y las enfermedades mentales. "Lo
peor de la enfermedad mental es que la gente se espera que actúes
como si no la tuvieras",
escribe Arthur en su diario o "¿Qué
obtienes cuando cruzas a un enfermo mental solitario con una sociedad
que lo abandona y lo trata como basura? Obtienes lo que mereces"
dice
el Joker justo antes de disparar en la cara y en directo a su héroe
de la infancia. Gotham es su ciudad pero puede ser Madrid o cualquier
otra.
Si
la película hace consideraciones sobre la falta de amor, la locura,
lo traumático aparente, la injusticia en lo social...
Que
es lo inquietante de esta película?
Los
esperamos para conversar y tratar de cernirlo.
Tertulia 146ª
Presentación: "Diecisiete"
Director: Daniel Sanchez Arévalo
Por Pilar Berbén
Daniel Sánchez Arevalo es para está tertulia un director conocido, en 2006 nos sorprendió con AzulOscuroCasiNegro, su opera prima. Posteriormente ha dirigido otras películas y últimamente ha estado más dedicado a otras facetas más literarias.
Rodada en escenarios naturales de Cantabria, el título hace referencia a la edad de su protagonista.
Nos cuenta la relación de dos hermanos que a bordo de su autocaravana van en busca de un perro llamado “Oveja”. A pesar de su aparente sencillez, está llena de pequeños detalles aunque muy importantes para resolver las encrucijadas de sus vidas. Nos va dejando perlitas por el camino para hacernos pensar en los problemas de un adolescente peleado con el mundo, desconectado de su entorno y encerrado en sí mismo y lo difícil que es para todos, no sólo para los adolescentes, hacerse cargo de la propia vida con sus avatares cotidianos.
En general está muy bien interpretada, destacando a sus dos protagonistas principales que tienen una buena química entre ellos, haciéndonos creíbles sus personajes.
Los animales también forman parte de esta trama, en palabras de su director: “Los animales nos convierten en mejores personas” Es evidente que está llena de escenas en las que se muestra el respeto y cariño hacia ellos.
Hay otros temas que atraviesan el film, como las familias desestructuradas, los centros de menores, el miedo a la paternidad, el desarraigo, la soledad, o el final de la vida.
Os animo a que veáis esta película para después compartir y enriquecernos con las opiniones de todos.
Nos vemos el próximo viernes, día 18, a las 18,30 h. en el Café Libertad 8.
Por Pilar BerbénDaniel Sánchez Arevalo es para está tertulia un director conocido, en 2006 nos sorprendió con AzulOscuroCasiNegro, su opera prima. Posteriormente ha dirigido otras películas y últimamente ha estado más dedicado a otras facetas más literarias.Rodada en escenarios naturales de Cantabria, el título hace referencia a la edad de su protagonista.Nos cuenta la relación de dos hermanos que a bordo de su autocaravana van en busca de un perro llamado “Oveja”. A pesar de su aparente sencillez, está llena de pequeños detalles aunque muy importantes para resolver las encrucijadas de sus vidas. Nos va dejando perlitas por el camino para hacernos pensar en los problemas de un adolescente peleado con el mundo, desconectado de su entorno y encerrado en sí mismo y lo difícil que es para todos, no sólo para los adolescentes, hacerse cargo de la propia vida con sus avatares cotidianos.En general está muy bien interpretada, destacando a sus dos protagonistas principales que tienen una buena química entre ellos, haciéndonos creíbles sus personajes.Los animales también forman parte de esta trama, en palabras de su director: “Los animales nos convierten en mejores personas” Es evidente que está llena de escenas en las que se muestra el respeto y cariño hacia ellos.Hay otros temas que atraviesan el film, como las familias desestructuradas, los centros de menores, el miedo a la paternidad, el desarraigo, la soledad, o el final de la vida.Os animo a que veáis esta película para después compartir y enriquecernos con las opiniones de todos.Nos vemos el próximo viernes, día 18, a las 18,30 h. en el Café Libertad 8.
Tertulia 145ª
Presentación: "Quien a hierro mata"
Director: Paco Plaza
“Quien
a hierro mata” de Paco Plaza
Olga
Montón
En
un pueblo de la costa gallega vive Mario (Luis Tosar), un enfermero
ejemplar que trabaja en un geriátrico. Cuando el narcotraficante más
conocido de la zona, Antonio Padín (Xoán Cejudo, recientemente
fallecido), recién salido de la cárcel y enfermo de una dolencia
degenerativa, ingresa en la residencia, Mario trata de que se sienta
como en casa. “Quien
a hierro mata” cuenta
el viaje de un hombre herido por el recuerdo de un hermano con las
venas abiertas, adicto a la heroína.
Paco
Plaza nos muestra dos mundos: la
tranquilidad del geriátrico y la agitación entre bandas de
narcotraficantes. Un contraste de dos éticas: la del cuidado y la
del narcotráfico.
El
director español Paco Plaza construye un thriller meticuloso que es
a la vez drama
familiar con aires shakespearianos, película de terror y western
entre rías y cocaína. Conocido
y premiado por su trilogía “Rec”, que rodada a modo de falso
documental, es especialista en películas de terror.
“Quien
a hierro mata” muestra, a medida que el relato se hunde en el
interior del protagonista, la espiral de venganza que le lleva a un
callejón sin salida. La magistral puesta en escena donde todo queda
a la vista, hasta el más oscuro secreto, nos lleva a la pregunta:
¿Qué tiene que ver Mario en la muerte de su hermano?
Luis
Tosar interpreta, con gran dominio de los matices, un personaje que
viaja de la ternura y delicadeza hasta la brutalidad extrema, sin
crear apenas contradicciones.
La
venganza está ligada a un duelo no resuelto, al cadáver insepulto,
como nos lo muestra Antígona, Medea y Hamlet. La venganza lleva al
sujeto a estar pegado al objeto, de tal forma que todo gira entorno a
ese objeto, no hay nada más. En este caso ni el nacimiento de su
hijo lo aparta de él. Pura pulsión de la que el sujeto es
responsable, cree que matando al objeto apaciguará su sufrimiento.
Freud tiene una frase formidable con respecto a la venganza: dice que
hay mujeres (podemos decir también hombres) que no se divorcian
porque no han terminado de vengarse. La otra cara de la venganza
sería la culpa. Lo vemos en el sujeto que quiere acusar a su padre o
a su madre de su propia dolencia, está en una aporía, ya que no
podría dejar de sufrir sin perdonar, porque su sufrimiento es la
única prueba que tiene de las maldades que le adjudica al otro. La
desaparición de su sufrimiento lo dejaría sin argumento. Cabe
preguntarnos si Mario en realidad se siente culpable de su propio
acto y le es mas fácil vivir poniendo la culpa en el otro.
Como
dice Luis Martínez en Metropoli:
“descubrir el horror en la belleza del nacimiento de un bebé es
algo que marca a fuego”
Os
esperamos en el café Libertad, 8, el próximo viernes 20 de
septiembre.
ATENCIÓN:
CAMBIAMOS POR ESTE MES LA HORA
A LAS 17.30
Tertulia 144ª
Presentación: “Clara y Claire”: "Quien crees que soy".
Director: Safy Nebbou
Por Olga Montón
Claire (Juliette Binoche), una profesora divorciada en la cincuentena, se crea un avatar en Facebook de una chica de 24 años. Lo que en principio era para espiar a su joven amante ocasional Ludo (Charles Berling), se convierte en una historia de amor con su mejor amigo Alex (François Civil).
El director Safy Nebbou, en su sexto largometraje, adapta con mucha sensibilidad, la novela “Celle que vous croyez” (Quien crees que soy) de Camille Laurens de 2016 en esta magnífica interpretación de Binoche.
La protagonista, ante el paso inexorable del tiempo y los cambios físicos, así como el abandono por parte de su marido, Gilles (Charles Berling) y padre de sus dos hijos, se siente insegura. Y es en las sesiones con su terapeuta, Dra. Bormans (Nicole García), donde va desplegando su historia, inventada o no, deseada o no, real o no.
Su marido la abandonó por una mujer que podía ser su hija. Y no es hasta el final que descubrimos la importancia de este hecho, ocultado también a la terapeuta. ¿Cuál es el lugar que “la otra mujer” ocupa en su mundo, en su construcción psíquica? Tan importante como para ocupar su lugar y disfrutar rápidamente de momentos de sensualidad y enamoramiento virtual, sin haberse encontrado en la vida real, aunque el final pueda ser trágico.
Alex por su parte, se enamora de una voz, si, también de una foto, pero la voz y lo que dice es la construcción de un personaje irreal cuya madurez es lo que le atrapa. El juego del misterio, a la vez que es la mujer de otro, porque ella le dice que tiene un novio.
El director juega con nosotros al escondite, conversaciones de WhatsApp y darse largas para no tener un encuentro cuerpo a cuerpo. Donde la visión del cuerpo de una mujer de 54 años podría dar al traste con toda la seducción. ¿Pero es eso cierto? ¿Realmente sucedería así? No lo sabemos, el final queda abierto a esa llamada donde todo puede cambiar en un último giro de guion con sabor metalingüístico donde se despliegan finales diferentes.
Actualmente las relaciones sociales suponen un gran cambio con las nuevas tecnologías. El tiempo de respuesta es inmediato. Perdiéndose el tiempo para contestar, tiempo para pensar, tiempo para dudar, para encontrar, incluso para inventar. Porque en el cara a cara nos mostramos nosotros mismos, sale el inconsciente aunque no nos demos cuenta y es difícil mentir mucho tiempo. Sin embargo, el flirteo por Facebook o WhatsApp, donde la pantalla hace de velo, tenemos el refugio de la intimidad y de ser otros que podemos creer más fascinantes, más seguros. ¿Es el amor así más seguro?. ¿Si dos personas no se llegan ni a mirar a los ojos puede eludirse la decepción?
Continuaremos en la tertulia con los tres finales posibles que el director nos presenta. Tres finales subjetivos posibles que dan para reflexionar.
Nos vemos el próximo viernes 21 a las 18.30 en el café Libertad 8.
Tertulia 143ª
Presentación: “En buenas manos”
Director: Jeanne Herry
Por Marta Mora
La
sinopsis oficial dice: “Theo acaba de nacer. Después de dar a
luz, su madre biológica le entrega a un programa de adopción. Los
servicios de adopción deben encontrar entonces a la que se
convertirá en su madre adoptiva. En el otro extremo, Alice (Élodie
Bouchez) lleva casi diez años luchando por ser madre. Un grupo de
profesionales trabajará para que Theo y Alice puedan reunirse”.
Aquellos
que se ocupan de traducir los títulos al español debió parecerles
confuso el titulo original “Pupille” en francés. Sería
interesante que nos dejaran a los espectadores ese juego de homofonía
del significante entre “pupilo”, niño tutelado por el estado y
“pupila”, parte del ojo. Es algo que enriquece y es un gancho más
para asistir a la proyección, incluso sería el mejor para ver esta
película. El cartel presagia una historia edulcorada que nada tiene
que ver con lo que veremos luego. Acaso ignoran que los enigmas
invitan al intento de revelarlos?.
Entre
una madre que desea un hijo y otra que lo entrega en adopción se
desarrollan unos hechos, esta película muestra el interés de el
cine como vehículo para dar a conocer el funcionamiento del sistema
publico de salud francés. No nos ahorra los obstáculos que aparecen
por el camino. La directora, autora también del guión, ficciona una
realidad con la propiedad de llegar más al público.
La
mirada y la palabra forjan el vinculo de cada uno de los actores de
esta historia en la que Theo es tutelado por el Estado para ser
adoptado, rechazado por la mujer que lo gestó. No nos cuentan como
fue su concepción, se escucha el significante “violencia” entre
los asistentes sociales pero lo más claro es el rechazo decidido y
rotundo y la ausencia de deseo de esa joven por ese niño.
Preocupante para el futuro del bebé, pues sabemos, por nuestra
experiencia como analistas, la importancia para un sujeto de haber
sido deseado o no. Ese efecto de no haber sido deseado dura largo
tiempo en su vida, aunque un niño no deseado pueda “en nombre de
no sé qué que le viene de sus primeros bullicios” ser mejor
acogido más tarde, “queda la marca de que el deseo en algún
momento no existió”.
Es
explicita la influencia de Francoise Doltó, medica pediatra y
psicoanalista francesa, que junto con Lacan, sostiene la función
fundamental de la palabra, ella dice que el bebé oye todo lo que se
dice de él , lo que se le dice y, lo que recibe “a quemarropa”
le afecta profundamente mientras la gente piensa que no se entera de
nada. Considera a Theo siempre como un sujeto de pleno derecho. Se
transmite muy bien que la tarea de los trabajadores sociales es
encontrar unos padres para ese niño y no un niño para padres sin
hijos.
Aunque
es una película coral, impresiona Gilles Lelouche, en su
interpretación del padre de acogida, el contraste entre su imagen
viril y la ternura y el amor con que cuida a ese bebé que en dos
meses tiene que entregar, es el tiempo que el protocolo concede a la
madre biológica para retractarse de su decisión. Un hombre que
cuestiona los rígidos protocolos que prohíben separar a dos
hermanos sin tener en cuenta la subjetividad. Su personaje se
aproxima más a “un hombre sin ambages” que a lo que los criticas
señalan como “una idealización masculina”.
Es
el segundo largo de esta directora y la avalan las 7 nominaciones a
los Premios César 2019, los Oscar del cine francés, a mejor
actriz, mejor actor, mejor dirección y mejor guión original entre
otros.
Tendremos
muchos temas para conversar.
¡¡Los esperamos el viernes 17 de mayo de 2019!!
Tertulia 142ª
Presentación: “Dolor y gloria”
Por Pilar
Berbén
Con
Pedro Almodóvar no es necesario hacer mención a su filmografía
anterior, es conocida por todos. Su larga y brillante trayectoria,
con más de veinte títulos como guionista y director, dan buena
cuenta de ello. Gran observador de su tiempo, es un maestro
retratando los años 80 y la Movida madrileña. Hizo suyo el
neorrealismo italiano y tiene una habilidad especial para reflejar en
las películas sus preocupaciones, mezclando lo tradicional, lo
transgresor y la realidad marginal. Haciendo historias cargadas de
dramatismo, donde los personajes femeninos tienen un papel
primordial. Con el tiempo sus guiones son más sofisticados y
coloristas.
A
través de su productora el Deseo, se ha comprometido con el talento
del cine español (Isabel Coixet y Álvaro de la Iglesia), con el
cine Latinoamericano (Guillermo del Toro y Alfonso Cuarón). Y ha
sido valiente comprometiéndose con el documental: “El silencio de
los otros”.
Dolor
y gloria, es sobre todo una película sincera desde la impactante
primera escena hasta el sorprendente final.
El
guión trata de cine dentro del cine y nadie mejor que Almodóvar
para presentarnos la película: “En mi vida ha habido más gloria
que dolor, pero el dolor ha pesado más”. Reconociendo que aquí ha
desnudado su alma, sigue: “La película está impregnada de mi
mismo, no es autobiográfica, pero si la película que habla más de
mi vida. Hay cosas que son ciertas… Otras escenas no las he vivido,
pero corresponden a momentos de mi vida”.
El
protagonista, en ocasiones con tristeza y cierta melancolía, recorre
su pasado tan alterado como su organismo. ¿Cómo afrontar los
errores, el paso del tiempo, la enfermedad, el deterioro? El tiempo
aquí no importa, es un bucear por la memoria, vamos del presente al
pasado mezclando conversaciones con recuerdos. Hermosas escenas y
maravillosos los flashbacks remitiéndonos a la infancia y la
relación con su madre. Ilustran de dónde viene. Su gran valor está
en que toda esa discontinuidad y flujo de idas y venidas alcanzan una
total armonía y la película fluye a pesar de la complicada
estructura de tiempos.
Destacar
la sensibilidad en las escenas tanto de los primeros brotes del deseo
como el encuentro con un amor perdido.
Desde
el primero al último de los actores hacen un trabajo impecable y
magnífico, pero sin duda destaca Antonio Banderas, como protagonista
encarnando a Salvador Mallo, papel que hace con gran honestidad,
siendo una de las mejores interpretaciones de su carrera.
Disfrutamos
de unas fotografías esplendidas de José Luis Alcaine y, como en sus
anteriores películas, repite Alberto Iglesias con una banda sonora
maravillosa que merece la pena escuchar entera, pero especialmente a
Mina cantando “Come sinfonía”, San Remo 1961 y a Rosalía
cantando a dúo con Penélope Cruz “A tú vera”.
En
muchas ocasiones para seguir adelante hay que mirar atrás, en un
ejercicio de introspección no exento de dolor que nos permite
reconocernos y reflexionar sobre las incógnitas de nuestra vida,
para encontrar la forma particular de afrontar las contingencias y el
vacio de la existencia, y ¿Cómo lo hace Almodóvar? Analiza sus
frustraciones, sus errores, haciendo un repaso de sus fantasmas
particulares, en una auténtica catarsis creativa y emocional, para
encontrar en la ficción su vía de salvación y seguir adelante, a
través de la música, la fotografía y la narración, convirtiéndolo
en obra de arte, como la manera más auténtica de plasmar la verdad.
Son
muchos los temas para debatir, como la dificultad del acto creativo,
ese impulso creativo hacia lo desconocido que mueve a todo artista.
¿Es posible separarlo de la propia vida? Otros temas importantes
podrían ser: El dolor, la culpa, el perdón, el resentimiento, las
drogas. ¿Qué hacer con las pérdidas irrecuperables?
Para
terminar, sólo un artista de la altura de Pedro Almodóvar
derrumbaría el muro del éxito para enseñarnos que detrás se
esconde la soledad del que parece que lo tiene todo.
Nos
vemos el próximo 26
de abril, a las 18,30 horas, en el Café Libertad. Calle Libertad, 8.
Tertulia 141ª
Presentación: “Asuntos de familia”
Director: Hirokazu Koreeda
Mirta
García Iglesias
Tertulia 140ª
Presentación: “El vicio del poder”
Director: Adam Mckay
Por Graciela Sobral.
Esta
película sobre la vida (y obra) de Dick Cheney me ha resultado muy
conmovedora. El director cuenta la historia de una manera excelente
donde muestra el lado más íntimo y el más político del personaje.
Es muy interesante porque creo que nadie que haya visto el desempeño
de Cheney en el gobierno de EE.UU. se imagina de dónde viene ni cual
ha sido su carrera.
Este
es uno de los puntos que hace grande a El vicio del poder porque es
sorprendente. De entrada, Dick, marido y padre, es un hombre como
tantos, o menos que tantos. Su futuro como político lo construye en
el film a lo largo de dos horas, muy entrecruzado con las artes de su
esposa.
Se
trata de una película que es, en un sentido, sencilla y lineal; pero
desde el punto de vista político, resulta escalofriante. Es
escalofriante no porque haya escenas violentas si no porque muestra,
como en un cuento no de hadas, la realidad en la que vivimos hoy en
día.
Os
esperamos el viernes 15 de febrero a las 18,30 hs en Libertad 8
Un
saludo
Tertulia 138ª
Presentación: “La buena Esposa”
Director: Björn Runge
Por Pilar Berbén
Björn Runge, es sueco, nació en
junio de 1.961. Director, guionista, dramaturgo y autor, desde los 20
años trabaja en la industria cinematográfica realizando
cortometrajes, producciones de televisión y cosechando diversos
premios. Esta es su 5ª película. Recordemos algunos títulos anteriores: Al
final del día (2003), Mun mot mun (2005) y Happy end (2011).
La buena esposa está basada en la
novela de Meg Wolitzer, con guión de Jane Anderson.
Presentaré la película y a sus
protagonistas con palabras del director: “Cuando leí este guión, se conectó
con experiencias fuertes de mi propia vida, sentí que estaba
familiarizado con los personajes y el viaje dramático en el que
estaban…” “El marco del que parte el filme es un gran escenario: la ceremonia
de los premios Nobel de Estocolmo, donde la familia se prepara para celebrar la
exitosa obra de Joe (Jonathan Pryce). Pero tras esto se esconde un gran
secreto… después nada será nunca lo mismo”. Sigue B. Runge: “Pero por encima de
todo, La buena esposa es la historia de Joan (Glenn Close). Ella es sencillamente
fascinante y poética y es su determinación la que nos engancha”.
Se trata de Joan y Joe Castlema,
(Sorprende la similitud de sus nombres, no debe ser casual) una pareja que
durante 40 años de matrimonio y a través de flashbacks vemos cómo se gesta y
consolida esta relación, en la que en ocasiones hay humor, ternura y mucha
complicidad, ellos han tomado muchas decisiones juntos sobre sus vidas y
el proceso creativo, pero los prolongados silencios de Joan, nos van
revelando poco a poco el volcán que puede despertar en cualquier momento en lo
que aparentaba ser una relación sólida.
Todos los papeles están bien
interpretados, Jonathan Pryce es un gran actor, su personaje es complejo y
contradictorio, vive en un dilema permanente lleno de luces y sombras. También
mencionar a Max Irons, Annie Stark y el obstinado escritor Christian Slater,
pero hay que destacar las miradas, los gestos, las frases a medias
y los primeros planos del rostro contenido y a la vez esplendido de
Glenn Closse que está espectacular.
Los caminos del deseo son complicados
¿Qué le pasa a Joan para que llegue al límite y saque todo lo que lleva dentro?
La forma singular de gozar de cada ser hablante, esta marca primaria,
condiciona y determina la elección de amor.
Por amor una mujer puede llegar a
extremos insospechados. Lacan decía: “…Hasta el punto de que no hay límites a
las concesiones que cada una hace para un hombre de su cuerpo, de su alma, de
sus bienes.” Él habla de un nuevo amor que haga de la palabra un territorio
común.
Les animo a que vean está
película que nos permitirá hablar de los tres personajes masculinos;
plantear problemas tan actuales como la creación artística, el movimiento “Me
too” o el escándalo que ha rodeado a la Academia sueca este año, suspendiendo
el premio nobel de literatura. Debatir sobre el enigma femenino con su gran
pregunta ¿Qué quiere una mujer? En definitiva, sobre el amor y sus
encrucijadas.
Nos vemos el próximo día 16 de
noviembre, en el Café Libertad, calle Libertad, 8.
Tertulia 137ª
"Viaje al cuarto de una madre"
Director: Celia Rico Clavelino
Por
Marta Mora
En un pueblo de Sevilla, dos mujeres,
una hija que desea marcharse, que supera el temor a hacerle daño a
su madre, diciéndoselo y una madre que desearía retenerla, callando
lo que siente pero empujando con hechos a que su hija realice su
deseo sin culpa. Dos deseos enfrentados que suelen ser ley de vida,
la una por crecer y volar, la otra por retener, enfrentándose al
dolor de la separación, sin reproches. Ese momento no es fácil
para ninguna de las dos. De fondo una tristeza cuyo origen se irá
despejando en el devenir de la narración en un clima de mucha
ternura y complicidad.
Con pocos personajes, un diálogo
mínimo, miradas y gestos y una ambientación muy simple, la
debutante Celia Rico Clavelino construye una narración que nos lleva
de la mano por ese momento que han dado en llamar, colonizadamente,
“nido vacío” pero también nos muestra el abismo al que se asoma
el que se va.
Una película llena de sutiles detalles
que sorprende por su calidez, con un enfoque intimista y diferente a
las películas que han tratado esta temática porque tiene en cuenta
las dos miradas ante la separación física, haciendo hincapié en el
vacío que deja el que se va y los efectos en quien se queda.
Extraordinaria la actuación de Lola
Dueñas, (Estrella, la madre) y de Anna Castillo (Leonor), un duelo
actoral de primer orden y una dirección de actores artesanal.
Tertulia 136ª
"Happy End"
Director: Michael Haneke
Por Olga Montón
Michael
Haneke, de 76 años, dirige esta película, protagonizada por
Isabelle Huppert (Valley of Love, La Pianista), Jean-Louis Trintignat
(Amor, Un Héroe muy discreto), Mathieu Kassovitz (De plus belle) y
Fantine Harduin (Dans la brume).
Haneke
describe el áspero universo de una radiografía familiar, los
Laurent, de la alta burguesía de Calais. Su afición al sarcasmo nos
da este título que ironiza sobre los finales felices de las
películas de Hollywood. Pensar que esta película no está a la
altura de otras obras del director es cuestión de expectativas.
Puede parecer una versión descafeinada del universo del artista,
pero es tan perturbadora y deprimente como Amor o Funny Game, donde
no hay finales felices. Parece que aborda de manera caustica su
propia obra haciendo una relectura estimulante y sofisticada de temas
centrales en Haneke como la superioridad moral, el clasismo, el
racismo, la eutanasia, el suicidio, la violencia doméstica, la
violación de la intimidad e incluso de la maldad como algo
abstracto.
El
mejor Haneke perturbador aparece en secuencias como la conversación
de Trintignant con un grupo de migrantes en la que no se oye nada,
pero todos estamos pensando que les pide ayuda para suicidarse. En la
mirada siempre extraviada de la joven Eve, su silencio, donde pesa
más lo que calla que lo que dice; la manera en la que ve, en la
conversación telefónica del padre, que hay una amante. La paliza
que recibe el hijo (Pierre) de Isabelle Huppert (Anne) en plano
general largo. O el derrumbamiento del muro en la obra de la empresa
familiar.
Las
nuevas tecnologías marcando la era digital están muy presentes en
la película. Dan cuenta del abismo entre los personajes y el
inevitable choque generacional. Secuencias como las grabaciones con
el móvil, las conversaciones pornográficas por chat o las
conversaciones por WhatsApp nos muestran las relaciones y vínculos
en nuestra época.
Me
ha interesado especialmente el personaje de Eve. El director retrata
la infancia, a través de Fantine Harduin de 12 años, de una forma
despiadada y fría, aparentemente testigo mudo de todo lo que le
ocurre a esta familia. Deja en el aire la pregunta de si Eve ha
envenenado a su madre con somníferos igual que al hámster, dejando
una sensación de incomodidad en el espectador.
Happy
end es básicamente perturbadora porque nos descoloca. No sabemos si
nos movemos en clave de drama cotidiano o en tragedia. Todo nos
resulta familiar pero lo inquietante es el tratamiento que hace de la
violencia, el suicidio o la muerte, con el tacto pueril y cruel de lo
intrascendente.
La
proliferación de objetos de satisfacción (móviles, Tablet, tv.) al
alcance del ser hablante, especialmente en niños muy pequeños,
tiene mucha importancia en la constitución del circuito pulsional,
más allá incluso del cuerpo de la madre, que es el primer objeto de
satisfacción. Vemos en la consulta como estos niños hacen funcionar
perfectamente los aparatos cuando aún no han accedido al habla, no
hablan o no hacen ademán de dirigirse al otro. Vemos en la película
como Eve no habla casi nada, ni la hablan. Hay una carencia simbólica
tremenda. Todo es la pantalla, el silencio, “Es fácil hacer callar
a alguien” dice Eve. Tampoco le habla al hermanito cuando llora. En
un momento dado el padre le dice: ¿cómo no me has dicho que estabas
triste, que te sentías sola? Podríamos pensar: ¿Pero le has
preguntado?
En Happy end vemos una falta de amor que da paso al aislamiento, a la
pura satisfacción pulsional, donde no interviene el deseo.
Esta película nos plantea distintos interrogantes y mi reflexión
personal es entorno a la falta de relato entre los sujetos y el
empuje a la satisfacción inmediata mediante el objeto sin dejar
lugar al tiempo del deseo.
¿Cómo
salir del embrollo del goce con el objeto pantalla frente al
desvanecimiento y descomposición de las formas narrativas
tradicionales? ¿Cómo separar a los sujetos de ese goce autista de
“él solo” con la pantalla? Reintroduciendo la palabra, pero la
palabra encarnada. Es necesaria la presencia real de un cuerpo que
vivifique a su manera lo simbólico. Por eso no es lo mismo aprender
a solas con el ordenador que en presencia de un maestro que encarne
el saber, que lo vivifique.
Es
entonces cuando la presencia de otro, que de manera simbólica
intervenga (en algunos casos puede ser el analista, en otros el
maestro), lo que haría posible la entrada del sujeto en los
circuitos de satisfacción. Por ejemplo, en el goce sin sentido
atrapado en la sonoridad de una palabra, o en el relato del niño
sobre sus videojuegos, donde puede establecerse una pregunta, una
puntuación que tenga efecto de corte, de recorte del goce,
relanzando el deseo. Que, de otra forma, el niño solo frente a la
pantalla, no tiene, no pasa por el circuito del Otro.
“El
deseo humano permanecerá para siempre irreductible a cualquier
reducción y adaptación… El sujeto no satisface simplemente un
deseo, goza de desear y ésta es una dimensión esencial de su goce”,
señala Jacques-Alain Miller en su curso “Los divinos detalles”.
Se trataría de un deseo que encuentre una manera de hacer con el
goce. Pero ¿Quieres lo que deseas?, título de las próximas
Jornadas de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis.
Nos vemos el próximo viernes 21 de septiembre a las 18.30 h. En el
Café Libertad Ocho, en calle/ Libertad 8, Madrid.
Tertulia 135ª
"Corporate"
Director: Nicolas Silhol
Tertulia 135ª
"Corporate"
Director: Nicolas Silhol
Por Olga Montón
Película dirigida por Nicolas Silhol y protagonizada por Céline Sallette (Emilie), Lambert Wilson (Stèphane), Violaine Fumeau (Marie) y Stéphane De Groodt (Vincent).
Emilie ha sido recientemente contratada por su superior, Stéphane, como jefa de recursos humanos de la multinacional Esen por su falta de escrúpulos y remordimientos. Su misión es conseguir que los empleados, que la empresa considera “no rentables”, renuncien ellos mismos, y así no ser acusada de despedir a cientos de trabajadores y pagarles indemnización. La estrategia de Esen, con 90.000 empleados, es crear una serie de circunstancias adversas, un ambiente hostil al trabajador seleccionado, acosándolo, para que, con el tiempo, presente su renuncia. Emilie sigue el programa con total obediencia, anteponiendo la sumisión y los beneficios empresariales a cualquier otra consideración. Hasta que un día, uno de sus empleados se suicida saltando desde la ventana de su oficina. La inspectora del trabajo y los ejecutivos de la empresa comienzan una investigación en la que la principal sospechosa es ella. Película con una puesta en escena ágil, sin contrariedades formales que despisten la verdadera esencia de fondo, donde se observa que solo hay música en instantes sin texto.
La película comienza con un letrero donde se nos advierte que "los personajes del film son ficticios, pero los métodos son reales". Y es que entre el 2007 y el 2010, en tres años, se produjeron en la empresa France Telecom más de sesenta suicidios entre sus empleados. El hecho provocó una investigación en la que se pusieron de manifiesto los crueles métodos que utilizaba la empresa para deshacerse de sus trabajadores. Finalmente, la fiscalía francesa pidió el procesamiento de siete ex-directivos de “France Télécom” por “acoso moral” y “desestabilización” de sus trabajadores.
Actualmente sabemos que muchas empresas tienen un protocolo de actuación en caso de suicidio de uno de sus trabajadores, lo que indica que no ha cambiado mucho la presión sobre ellos. Presión ejercida en nombre de eufemismos como “gestión del saber estar” y “curva de emociones”. Así, vemos a Emilie preguntarle a un empleado durante su evaluación: “Tiene usted 46 años, ¿dónde se ve dentro de 10 años?” Y subraya: “No es una pregunta trampa, ¡eh!”.
Es entonces cuando hace su aparición Marie, la inspectora de trabajo, que con su manera particular de entender el lugar que las mujeres ocupan en el entorno laboral, lleva a una crisis a Emilie, la lleva a preguntarse sobre su posición ética u a asumir las consecuencias de sus decisiones. También su secretaria, Sophie, única verdaderamente honesta en este thriller de tonos grises.
El capitalismo construye subjetividades y este es el punto clave que diferencia la época actual que vivimos de otras epocas anteriores donde las sociedades estaban ordenadas, en la teoria de los cuatro discursos de Lacan, entorno al discurso del amo. El discurso del amo permitía cierta flexivilidad respecto de los sujetos. Uno podía someterse al amo, pero también podía revelarse, sublevarse y luchar por sus derechos. Habia otro con quien hacer vínculo de una u otra forma.
Actualmente el discurso capitalista, como muy bien muestra la película, crea subjetividades en la medida que los sujetos creen el discurso que viene del otro y lo hacen propio. Son “empresarios de sí mismos”, “emprendedores de sí mismos”, se gestionan en base al rendimiento económico, ya sea monetario, de ocio o de tiempo. Las personas tomadas como maquinas de producción autónoma, no solo para el amo invisible, tambien para ellas mismas. De forma que si no estas produciendo para consumir, aunque sea ocio, no eres feliz, te sientes culpable de no hacer nada en tu tiempo libre. Así surge el fenomeno del “burn-out” (consumirse, colapso físico o mental causado por esceso de trabajo) de manera que hay una sobreadaptación al esceso de trabajo que nos roba nuestro tiempo. Incluso gestiones y tramites que antes hacian las propias empresas, ahora se nos pide que lo hagamos nosotros online, mientras se despide a los trabajadores.
El capitalismo maneja dos significantes subjetivos importantes: la autoestima y la resiliencia. La autoestima revela de un modo privilegiado las exigencias superyoicas del modo de producción de subjetividad neoliberal. Mientras la resiliencia demanda una sumisión despolitizada al siguiente mandato: hagan lo que hagan contigo vamos a premiar que lo soportes y haremos de esto una cualidad que te designa. Es un término que reclama que por abstracta y opaca que sea la fuerza que siempre te pide más, la virtud reside en quien se somete a ella
Tambien resulta muy interesante los tres personajes mujeres (la de recursos humanos, la policia y la secretaria) frente a los tres personajes hombres (el jefe, el suicida, y el marido de Emilie). Personajes que comentaré durante la tertulia sobre sus vínculos y posiciones subjetivas distintas.
Os esperamos el próximo viernes 15 a las 18.30 en el café Libertad 8.
Olga Montón
134ª Tertulia
Crónica: "Custodia compartida"
Director: Xabier Legrand
Pilar Berbén
Inicia este debate nuestra colega Mirta García recomendado la película: “El Cairo confidencial” y a pesar de que no fue la elegida para esta tertulia, considera que es una buena película.
Custodia compartida es el primer largometraje de Xabier Legrand, aunque anteriormente había hecho un corto titulado: “Antes de perderlo todo”, premiado con un Cesar y nominado al Oscar. El director tenía previsto hacer tres cortometrajes para ilustrar los distintos momentos o tiempos por los que pasa una separación, pero posteriormente se dio cuenta que ese formato no era suficiente para transmitir el tema que quería desarrolla y decidió hacer una película. Obtuvo numerosos premios: En el festival de Venecia, mejor dirección y mejor opera prima. En San Sebastián el premio del público al mejor film europeo. De TVE, premio de la crítica en San Pablo, al mejor guión en Miami y especial del jurado en Zurich.
Legrand es un actor de teatro que en 1987 trabajó en la película: Adiós muchacho. Para este relato se inspirar en tres filmes: Kramen contra Kramen, La Noche del cazador y El resplandor. Comenta en una entrevista que le hace un guiño a Kubrick, al desarrollar el desenlace de la película en el baño.
Según el director, en Francia cada dos días y medio muere una mujer y hace 10 años que a él le interesa este tema. Para investigarlo realizó un trabajo de campo muy exhaustivo antes de escribir el guión, asistiendo a grupos de terapia para hombres maltratadores; entrevistándose con numerosas mujeres víctimas de violencia de género; acudió a juicios, a comisarias; se entrevistó con psicólogos y con trabajadores sociales. Legrand dice: “Hacer cine es tomar la palabra” y él quiere hablar como hombre y como ciudadano.
Desde el punto de vista cinematográfico, la cámara -a la altura de los ojos de los personajes- busca el efecto de acercarnos a la tragedia que viven los protagonistas, como en las escenas filmadas dentro de la camioneta, sentimos que estamos ahí.
Como banda sonora utiliza los sonidos cotidianos y sólo hay música en el cumpleaños de la hermana, en contraste con el final, que el silencio es total cuando van apareciendo los créditos. A la pregunta de por qué no utiliza música, Legrand comenta que recordó el relato de una mujer que con sólo escuchar la llave en la cerradura de la puerta ya sabía cómo venía el marido y si iba a recibir golpes o no.
En cuanto al trabajo de Julien, interpretado por Thomas Gioria es excelente. Su mirada refleja miedo, indefensión, rabia, dolor e impotencia. Sólo hay una escena (en casa de los abuelos) donde sonríe un poco.
Al empezar la película vemos a la jueza leyendo una carta de Julien. No sabemos a qué atenernos, quién miente de los dos, cuál es el conflicto. Porque, aunque son las menos, también hay casos donde hay mujeres que manipulan a los hijos. Reflexioné sobre la poca atención a la declaración del menor cuando dice claramente que no quiere ir con el padre.
La película es un retrato descarnado sobre la violencia machista, aunque la mirada está puesta en los niños y en las consecuencias que sufren cuando las separaciones o divorcios son tan conflictivos, siendo los más vulnerables e indefensos. Nos invita a reflexionar sobre la custodia compartida que aunque siempre es lo mejor, no siempre es posible. En Francia, si la madre es maltratada no ven ninguna razón para prohibir que los niños vean al padre, el director considera que esto es un error tremendo y la pregunta que subyace todo el tiempo es si un hombre maltratador tiene derecho a ver a sus hijos y si puede ser un buen padre. Muchos son los interrogantes. ¿Hasta dónde es capaz de llegar un padre o una madre con tal de hacer daño a su pareja? Tendría que prevalecer el amor por encima del odio, sin embargo, la realidad nos señala que en muchísimos casos pasa lo contrario y los menores son tomados como piedra arrojadiza entre sus progenitores.
Los niños aprenden reproduciendo conductas, pero ¿qué aprenden cuando viven en un hogar donde impera la violencia y el maltrato?¿Cuáles son los valores que se les están transmitiendo? En muchos casos tienen inseguridad, falta de empatía. Pueden sufrir fobias, dificultades para amar a sus semejantes, fracaso escolar, dificultades en la adolescencia a la hora de enamorarse. Otras señales pueden ser conductas adultas o infantiles inapropiadas para la edad del niño. Reacciones que puedan representar una agresividad extrema. Otra señales puede ser: Excesiva preocupación por complacer a las figuras que representan la autoridad; sentirse continuamente enfermo, o sufrir muchos accidentes. Digamos que son muchas las patologías que pueden desarrollar, porque es bastante difícil enfrentarse a la devastación que genera la ausencia de un deseo parental.
Mirta comenta que tanto en Francia como en España son muchas las mujeres que retiran las denuncias y un porcentaje mínimo las que denuncian los hechos. Nos recuerda la escena en la fiesta, después del encuentro violento con el marido, la hermana de Myriam le dice “Mañana le denuncias” y ella responde: “Para qué, si no sirve de nada.” Por desgracia y para no extendernos, escuchamos continuamente casos que confirman esta hipótesis.
Termina su exposición hablando de la importancia del Coordinador parental y cómo se aplica esta figura en España, ya que es diferente al mediador, dado que lo nombra el juez.
Comienza el debate en la sala y como en las demás ocasiones, el clima permite una gran participación donde hubo mucha reflexión en torno a la violencia de género, esta pandemia que sufrimos no sólo en España, sino en el resto del mundo.
En general, la película gusto mucho. Admirable cómo el director maneja los silencios, las miradas y las escenas tan sutilmente. Es enormemente eficaz, nos da tanta información sobre lo que ha pasado, que nos deja totalmente destrozados y nos remueve por dentro. Se resalta el trabajo de todos los actores. El personaje de Miriam, hablando muy poco, pero haciéndonos sentir su miedo, su inseguridad. Es un duelo de los dos protagonistas. Antoine, el padre, siempre al borde de la explosión en su forma de hablar y comportarse y sobre todo destacar el espléndido y extraordinario trabajo del hijo, Julien.
No se tiene en cuenta la carta del niño en la que dice por qué no quiere ir con su padre y no puede expresarse en el juicio. Parece que los niños no tienen nada que hablar y nada que decir, pero recordamos que para el psicoanálisis todos los seres humanos, incluidos los niños, somos sujetos de pleno derecho y tenemos voz y voto y hay que escucharlos tengan la edad que tengan. Otra cosa es lo que la ley diga. Los jueces escuchan a partir de los 12 años, pero los niños mucho más pequeños pueden decir lo que quieren y lo que necesitan y hay que hacerles mucho caso. Si un niño no está a gusto en una relación por algo será y, en todo caso, habrá que custodiar esa relación. En los juzgados de familia cuando hay conflictos intervienen otros profesionales para emitir informes sociales y psicológicos y el juez escucha. El Estado tiene una responsabilidad y tiene que hacerse cargo de esta situación, protegiendo primero a los niños y al mismo tiempo a la mujer cuando es maltratada.
Antoine es incapaz de dialogar. Es una víctima de si mismo porque es él quién provoca el problema. Es un hombre que no tiene ninguna tolerancia a la frustración, no entiende que una mujer le deje de amar. Seguimos en un mundo, donde amar es cada vez más difícil, en cambio hay lugar para la rabia y la destrucción, para no saber resolver las vicisitudes negativas sino por medio del odio. Se trata de un paranoico, que no sabe amar. Confunde a la mujer con su objeto perdido, lo ha encontrado, le pertenece, no lo va a soltar bajo ningún concepto y lo quiere a cualquier precio y si no que no exista. Por otra parte, no olvidamos que él también sufre (rompe a llorar).
La custodia compartida tiene muchas aristas, es un problema social muy grave y en muchos casos no se trata de que uno es el bueno y otro el malo. Puede haber violencia entre dos cónyuges y pueden ser buenos padres. Cuando un niño, por las razones que sean, no quiere ver a su padre, la mayoría de los padres tienen sufrimiento y el hijo se está perdiendo la oportunidad de esa relación. Pero si los hijos no quieren saber nada del padre, hay que tenerlo en cuenta y debía condicionar la custodia compartida. En cualquier caso, estas relaciones entre hijos y padres maltratadores, deben ser vigiladas y muy protegidas.
Queda claro que los recursos económicos son fundamentales. Estamos hablando de muchos más juzgados especialistas en violencia de género, los que hay están desbordados. Más casas de acogida, para mujeres que han denunciado y que su vida corre peligro, donde a veces hay hacinamiento, pensemos que las personas que llegan tienen una situación muy conflictiva. Muchas están en manos de ONG, porque las instituciones no tienen recursos suficientes y sin los cuales no se puede hacer nada. Hay un montón de niños que son huérfanos porque su madre murió asesinada y después el padre se suicidó o está en la cárcel y hay poco o nada de ayuda para estos huérfanos que están en instituciones o en la mayoría de los casos al cargo de los abuelos u otros familiares. También son necesarios recursos para prevención.
Desde 2016 existe un fondo de ayudas para niños y niñas que han perdido a su madre a causa de la violencia de género, establecido por la familia de Soledad Cazorla que fue la primera Fiscal del Tribunal Supremo contra la violencia sobre la mujer. Pero este fondo es muy escaso y sólo testimonial para hacer referencia a la falta de recursos.
Hasta hace muy poco solamente podían recibir ayuda económica las mujeres que tenían una denuncia previa. Ahora se ha conseguido que otras figuras puedan avalar que esa mujer es víctima de maltrato, aunque no haya denuncia. Por ejemplo, un informe médico. A veces no nos damos cuenta el panorama que tiene una mujer cuando decide dejar el domicilio conyugal porque su vida corre peligro. El problema es enorme, tiene que abandonar la casa clandestinamente ¿Qué hace una mujer que no trabaja y tiene niños? Si no tiene familia ¿a quién recurrir? ¿Dónde vive o qué come? El dinero ayuda y por eso tiene que existir partida presupuestaria, aunque estaría bien cambiar el tipo de terapias, tanto para las víctimas como para los maltratadores, para que esas personas puedan reflexionar sobre sus actos y la relación de esos actos con su vida y con su historia, preguntándose por qué hacen eso para que la historia no se vuelva a repetir. Para esto se necesita mucho dinero y sería un dinero muy bien invertido.
La falta de recursos y tiempo para que los profesionales puedan hacer bien su trabajo, ya que tienen que tomar decisiones que afectan a la vida de las personas, se nos muestra en las primeras escenas. Vemos la mesa de la jueza llena de legajos y al otro lado a los padres. Esa sentencia no se puede resolver en un ratito como si estuviéramos con una conversación banal. Una cosa es el fallo de una sentencia y otra la ejecución, que tiene que ser un proceso y debiera ser revisable, vigilada y tutelada por la jueza y su equipo, ya que puede ser bueno que el niño tenga a su padre y a su madre, pero falta la vigilancia y el seguimiento.
En cuanto a la educación, hay que hacer un trabajo muy grande desde la infancia por la igualdad para no llegar a las situaciones que aborda la película. En esta sociedad de consumo, tremendamente individualista y violenta ¿Qué valores enseñamos? ¿Cómo son las relaciones de nuestros jóvenes? ¿De usar y tirar? También para que no confunden los celos con el amor y sobre todo para hacer entender que las mujeres no somos propiedad de los hombres. Que aprendan a reflexionar sobre el respeto y los vínculos afectivos.
Aunque el trabajo sea uno por uno, quedan muchas preguntas en el aire: ¿Qué les pasa a los hombres? ¿Vienen así de fábrica? ¿Dónde se empieza a crear toda esa violencia que este señor despliega? ¿Por qué hay más asesinatos ahora? ¿Es que antes no había visibilidad? La mujer ha hecho un movimiento en la sociedad que no está siendo digerido por algunos hombres. Están muy bien las leyes, pero es fundamental trabajar con los hombres. Por otra parte, confiemos que algo está cambiando y lentamente parece que se empieza a romper el silencio cómplice de los hombres en este tema y existen asociaciones de hombres por la igualdad de género. Esto tiene un valor y quiere decir algo. El libro: Iron John, de Robert Bly, se apoya en el cuento de los hermanos Grimm para desarrollar que los roles y valores que nuestra cultura ha venido convencionalmente asignando a la mujer y al hombre ya no son válidos.
En cuanto a la publicidad, siempre se pone el foco en la mujer maltratada y el director dice “¿Por qué no hacer algo con los maltratadores? ¿Por qué las campañas no van dirigidas a ellos?”.
¿Hasta qué punto el sistema ha colaborado con esta mujer o la ha perjudicado? Todos tenemos nuestras dudas acerca de la decisión de la jueza. En cambio, cuando la mujer ve que el marido llega a la casa, ella llama y la persona que se pone en contacto con ella le va dando las instrucciones, por suerte ahí el sistema funciona. Es decir, el sistema a veces nos perjudica y otras nos beneficia.
Se destaca la importancia de las terceras personas, que estamos alrededor de estas familias para denunciar estos hechos. Se salvan porque la vecina lo denuncia. La llamada de ella no hubiera llegado a tiempo.
Por último, Sólo puede acceder a un psicoanálisis alguien que se hace algunas preguntas sobre sí mismo y con un tiempo pueden tener la oportunidad de salir de esa situación. Porque hay que recordar que en el abordaje de cualquier problema o malestar psíquico en el ser humano, ningún tratamiento incluye lo que llamó Freud la pulsión de muerte. Este es un punto que sólo el psicoanálisis trabaja y esto es igual para la mujer maltratada, para el maltratador y para todos. Por decirlo coloquialmente, sería este empuje o pulsión que tenemos los seres humanos que por una determinada satisfacción somos capaces de hacer algo incluso aunque nos pueda hacer daño, porque nos da cierta satisfacción. Por ejemplo fumar, que es lo más fácil de decir y entender. En este sentido, el psicoanálisis trabaja este punto que tiene que ver con la violencia hacía los otros y hacía uno mismo.
Damos las gracias al Café Liberad por sus atenciones.
Tertulia 133ª
Presentación:
"El Aviso"
Director: Daniel Calparsoro
Pilar Berbén
Dirige esta película Daniel Calparsoro, nacido en Barcelona, aunque afincado desde niño en San Sebastián (Cien años de Perdón, Combustión, entre otras y varias miniseries para TV). Es un thriller de misterio y emoción, basado en la novela homónima de Paul Pen, escritor madrileño con gran éxito de ventas en EEUU. Guión que ha dado muchas vueltas y ha pasado por diferentes manos.
La atmósfera, la foto, el tempo y la historia nos introducen en el género hasta el final. Se mueve en dos planos temporales: 2008 y 2018. Jon (Raúl Arevelo) es un afamado matemático que empieza a investigar una serie de asesinatos, con ciertas conexiones numéricas. Creyendo que no puede ser cosa del azar, se encierra en casa para dilucidar una ley que pueda regir todo lo que está pasando, llegando a la conclusión que un niño se encuentra en peligro. En palabras del director: “Aquí hay intriga añadida a la novela: Es un hombre que quiere salvar a un niño, y que, de alguna manera, al hacerlo, se salva a sí mismo”.
Por otra parte, están el miedo de Nico (Hugo Arbues) ante el acoso de sus compañeros de clase y de la carta que ha recibido. Así como la madre y sus fórmulas para acabar con ese miedo. ¿Quién escucha a este niño? Nos faltan sus palabras ¿Qué siente, qué le pasa? ¿Por qué se toman decisiones sin oírle?
En las primeras imágenes aparece el protagonista en un coche y llama la atención la tristeza de su mirada, es un día lluvioso y se reconoce fácilmente Madrid, con las cuatro torres al fondo de la ciudad. En los continuos flashbacks, se van sucediendo alternativamente las escenas lluviosas o con sol, utilizadas como contraste.
Para Calparsoro está es una metáfora sobre la incomunicación. Está claro que a pesar de tener una relación de amistad, el mundo de Jon paulatinamente se va cerrando a cal y canto. ¿Qué le pasa? No hay muchas palabras. Algunas cosas nos muestra la cámara, como que toma medicación. Llamadas de teléfono que no contesta. Sabemos que en secreto, tiene una foto de su amiga ¿La ama? Cada vez su mundo se reduce a buscar la revelación de esa verdad que lo ilumina todo: la repetición de un acto violento en el mismo sitio y con el mismo número de víctimas cada cierto tiempo, él es sólo la única persona que parece comprender el inexplicable suceso. Es tan riguroso que vive exclusivamente para esa idea, tiene que descubrir la verdad. Y llega la certeza: YA TIENE LA SOLUCIÓN …
Según me opinión esta es una película que nos plantea muchas preguntas y pocas respuestas, pero nos permitirá hablar de temas tan complicados como el miedo, el acoso escolar, o la violencia.
Por otra parte, también nos permitirá conversar de cómo un sujeto, bajo transferencia, puede encontrar soluciones singulares para hacer un anudamiento –estructuralmente fallido-, o dicho de otra manera, la respuesta que alguien puede construir a partir de un vacio, de un conjunto de elementos, su realidad.
Nos vemos el próximo día 20 de Abril, a las 18,30 horas, en el Café Libertad 8.
Para ver Comentario/Presentación Temporadas anteriores a la 100ª Tertulia, pinche aquí.
Tertulia 126ª
Presentación
"Clash"
Director: Mohamed Diab
Por Olga Montón
CLASH. De Mohamed Diab. 2016
Clash trata sobre los violentos disturbios ocurridos en el verano de 2013, en El Cairo, dos años después de las revueltas de la plaza Tahrir, en la llamada Primavera Árabe. Inmediatamente después de la destitución del presidente islamista Morsi, un día de violentos disturbios, un furgón de la policía se lleva a un grupo de manifestantes con convicciones políticas y religiosas diferentes. Un microcosmos efectivo que refleja las contradicciones de la sociedad egipcia y sus aspiraciones de libertad. No se sabe si van a lograr superar sus diferencias para salir adelante, un final que queda abierto.
Clash nos recuerda “Náufragos” de A. Hitchcock (1944), al introducir en un bote salvavidas a todo un mundo en guerra durante la Segunda Guerra Mundial, o “La habitación” de Lenny Abrahamson (2015), una madre y su hijo secuestrados en un contenedor, o “A fondo” de Nicolas Benamou (2015) encerrados en un monovolumen. Y por repetido, no es menos efectivo el resultado.
Rodada enteramente en los ocho metros cuadrados de un furgón policial, el ambiente claustrofóbico que se genera, caldea todavía más el ambiente a pesar de la violencia que se vive fuera. Película coral donde nos encontramos con un periodista egipcio-estadounidense y un fotógrafo, ambos sospechosos para todo el mundo por pertenecer al cuarto poder, por lo que son tratados de traidores. Por otro lado, logra introducir en el furgón a miembros de todas las facciones políticas y religiosas enfrentadas, incluso a un militar más perdido que los presos, y a un indigente, lo que completa el panorama de lucha, resentimiento y odio. Además, hay una mujer moderna, enfermera, y una adolescente seguidora de los hermanos musulmanes.
En su segundo largometraje, el oficio de Diab es impresionante, de una sinceridad brutal, su estrategia narrativa arriesgada traspasa la pantalla para alcanzar el cuerpo del espectador. Con un magnífico uso del sonido, el montaje y los colores, con los punteros láser y su uso de la cámara de 180º da cuenta del fascinante espectáculo del terror que tiene lugar fuera. Mientras el espacio interior, que era cárcel, se va convirtiendo en refugio y única zona de libertad al ser atacados por todas partes.
Diab no toma partido, los protagonistas van transformando el odio en el vínculo posible por la supervivencia del conjunto.
Esta película es un reflejo de cómo las identidades religiosas o políticas te pueden llevar a lo peor, si pierdes la perspectiva del uno por uno, de lo que constituye nuestra singularidad. Cuando son capaces de escucharse, de ver más allá de las identificaciones, de lo que cada uno representa para el otro diferente, aparece el vínculo, la solidaridad.
La identidad “tiene que ver con el Otro, con las imágenes reinas y los significantes amo” (M. H. Brousse, “Les identités, une politique, lìdentification, un processus et lìdentité, un symtome”) que al organizar nuestro goce, tienen efectos sobre nuestras respuestas en la vida. Empujados a elegir entre los significantes, en un intento de respuesta al imperativo ¡Identifícate! que los medios de comunicación y las redes sociales nos ofrecen, quedamos etiquetados pretendiendo borrar lo más subjetivo.
Frente a este imperativo, la experiencia analítica permite deshacer una a una estas identificaciones que organizan nuestra subjetividad, para poder alcanzar la singularidad del modo de gozar de cada uno como ser hablante. Lo que puede permitir una vida más digna y con menos sufrimiento, accediendo a nuestro verdadero deseo.
Nos vemos el próximo viernes 16 a las 18 horas en el café Isadora, Divino Pastor 14, Madrid.
Olga Montón
Trailer: http://www.guiadelocio.com/cine/archivo-peliculas/clash-choque
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Información sobre la Tertulia El Séptimo de Cine y Psicoanálisis
Calle Divino Pastor 14
Madrid, 28008
España
Correo:
* tertulia.elseptimo@gmail.com
Blog:
http://tertuliacineypsicoanalisis.blogspot.com.es/p/bienvenida_48.html
Tertulia 125
Presentación
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Tertulia 124
Presentación
"El otro lado de la esperanza"
Director: Aki Kaurismäki
Por Graciela Sobral
¿Cuál es el otro lado de la esperanza?
En esta película, como si fuera una banda de Moebius, figura topológica que es una banda o cinta cuyos extremos están ligados de tal manera que no tiene interior ni exterior, donde se pasa de uno al otro sin darse cuenta; pasamos de la esperanza a la desesperanza de la misma manera. En ella conviven la esperanza (la bondad, la solidaridad, la fraternidad) con la desesperanza (la soledad, la injusticia, el extremismo).
Kaurismaki es un director muy particular, monta sus películas como una comedia del arte, con personajes que son como máscaras, que tienen algo hierático, no humano siendo, a la vez, atentos al otro y solícitos.
En este caso el tema central es la inmigración producida por las guerras. Los hombres producen guerras pero luego no se hacen cargo de sus consecuencias, o no del todo. Aquí se trata de un inmigrante no voluntario que llega al norte de Europa y encuentra las dos caras que comentábamos al comienzo. El fascismo, el odio al otro, al diferente (le dice un nazi “te voy a matar, judío” cuando él, muy evidentemente, es árabe) y la solidaridad desinteresada.
Esta película es la segunda de una serie de tres. La primera, El Havre, cuenta la historia de un joven que quiere llegar a Inglaterra y su relación, fundamente, con un francés que lo acoge, arriesgándose.
Se trata de un cine que muestra algo que hay que ver, si bien, el aspecto hierático de sus personajes no nos lleva tanto a la emoción como a la expectación.
Espero que la veáis, que os guste y que podamos conversar el viernes 21, como es habitual, en el Café Isadora, a las 18 hs.
Coordina: Graciela Sobral
Crónica: Pilar Berbén
Responsable: Olga Monton
¿Cuál es el otro lado de la esperanza?
En esta película, como si fuera una banda de Moebius, figura topológica que es una banda o cinta cuyos extremos están ligados de tal manera que no tiene interior ni exterior, donde se pasa de uno al otro sin darse cuenta; pasamos de la esperanza a la desesperanza de la misma manera. En ella conviven la esperanza (la bondad, la solidaridad, la fraternidad) con la desesperanza (la soledad, la injusticia, el extremismo).
Kaurismaki es un director muy particular, monta sus películas como una comedia del arte, con personajes que son como máscaras, que tienen algo hierático, no humano siendo, a la vez, atentos al otro y solícitos.
En este caso el tema central es la inmigración producida por las guerras. Los hombres producen guerras pero luego no se hacen cargo de sus consecuencias, o no del todo. Aquí se trata de un inmigrante no voluntario que llega al norte de Europa y encuentra las dos caras que comentábamos al comienzo. El fascismo, el odio al otro, al diferente (le dice un nazi “te voy a matar, judío” cuando él, muy evidentemente, es árabe) y la solidaridad desinteresada.
Esta película es la segunda de una serie de tres. La primera, El Havre, cuenta la historia de un joven que quiere llegar a Inglaterra y su relación, fundamente, con un francés que lo acoge, arriesgándose.
Se trata de un cine que muestra algo que hay que ver, si bien, el aspecto hierático de sus personajes no nos lleva tanto a la emoción como a la expectación.
Espero que la veáis, que os guste y que podamos conversar el viernes 21, como es habitual, en el Café Isadora, a las 18 hs.
Coordina: Graciela Sobral
Crónica: Pilar Berbén
Responsable: Olga Monton
Tertulia 123
Presentación "Moonligth"
Director: Barry Jenkins
Presentación "Moonligth"
Director: Barry Jenkins
Por Marta Mora
Moonligth cuenta la infancia, adolescencia y madurez de un joven en un barrio de las afueras de un Miami, un Miami que no se muestra habitualmente, un Miami que nos sorprende y nos orienta sobre la mirada del director.
Es una historia que puede nombrarse como “pseudo autobiográfica a dos”: es la vida del escritor de la historia original que coincide en muchos aspectos con la del director.
Tallel McCraney escribió el guión, que se convirtió en la base para la película en Yale, como parte de un curso de teatro de postgrado en 2003 al regresar de su ciudad, a la que viajó por la muerte de su madre.
Barry Jenkis también nació en Liberty City, Miami, florida, en noviembre de 1979.
Sus vidas fueron muy similares, ambos fueron criados por una madre adicta al crack, la droga que arrasaba en los 80, sin padre desde pequeños. No se conocían hasta que, gracias a amigos comunes, la historia cayó en manos de Jenkins.
Digo “pseudo autobiografíca” porque el final del protagonista, Chiron-Litle-Black no es el de ninguno de estos dos hombres, al menos hasta donde llega la película.
A través de un trío de talentosos actores (Alex Hibbert, Ashton Sanders y Trevante Rhodes) en la piel del mismo personaje en tres fases diferentes de su vida, Moonlight nos habla del dolor de crecer, del despertar de la sexualidad y de la elección del destino a través de las marcas de los encuentros contingentes.
Parece que la confusión que acompaña el hacerse adulto se hizo lapsus en la ceremonia de los Oscar, con la entrega del premio a la Mejor película 2017 y que impidió que Jenkins leyera el texto que tenía preparado y que decía:
“Tarell [Alvin McCraney] y yo somos Chiron. Nosotros somos ese chico. Y cuando veis Moonlight, no asumís que un chico que creció como y donde lo hicimos crecería y haría una obra de arte ganadora de un Oscar. Lo he contado muchas veces, y he tenido que admitir que yo mismo me puse esas limitaciones, me negué ese sueño. No tú, nadie más, yo mismo. Así que, a cualquiera que vea esto y se sienta reflejado en nosotros, que sea un símbolo, una reflexión que te lleve a amarte a ti mismo. Porque al hacerlo puede que sea la diferencia entre soñar y, de alguna manera y por la gracia de la Academia, realizar sueños que nunca te permitiste tener. Mucho amor”.
Esta critica de Jordi Revert resume muy bien el trabajo deJenkins…” ha entregado una obra mayor a partir de la más desarmante sencillez, una pequeña sonata en la que la mínima expresión consigue un alcance universal.”
Espero disfruten la película y los esperamos para conversar en el acogedor Café Isadora.
Coordina: Marta Mora
Crónica: Mirta Garcia
Responsable: Olga Monton
Tertulia nº 122
Manchester frente al mar
de Kenneth Lonergan
de Kenneth Lonergan
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Tertulia nº 121
Franz (Francia, 2016)
de François Ozon
Por Mirta García Iglesias
Franz es de una belleza estética admirable. Desde el punto de
vista técnico me impactó en extremo su fotografía.
Fotografía en blanco y negro que según su director le aportaba más realismo al filme.
Entremezcla el blanco y negro con el color, en aquellas
escenas donde quiere transmitir lo vivo, “cuando regresa la vida”, expresión
del propio autor.
También es de subrayar su ambientación de época, como sus
actuaciones.
No en vano, Paula Beer recoge el premio a la mejor actriz
emergente en el Festival de Venecia.
Película antibelicista, vertebrado el largometraje por la
culpa y la mentira.
Culpa con la que carga el padre del soldado muerto que ha
obligado a su hijo, a su único hijo a alistarse. Culpa que no deja vivir al
atormentado soldado francés. Culpa que lo impulsa a viajar a Alemania en busca
de la redención que le permita reintegrarse a la sociedad, luego de haber
participado en esta guerra tan dolorosa y absurda que costó la vida de millones
de personas.
Está inspirada en la obra teatral de Maurice Rostand. En ella
se basó Ernst Lubitsch para filmar Remordimiento en 1931, obra pacifista y en
cierta medida optimista que resultó ser su mayor fracaso comercial.
A diferencia de Lubitsch y Rostand, a Ozon le interesa la
visión de la protagonista alemana. Él cuenta la historia a partir de la visión
de Anna. Por ende, el principio de la película es más próximo a la obra
teatral, siendo la segunda parte enteramente ficción.
Existe un paralelismo entre los pueblos, tanto el alemán como
el francés manifiestan un exacerbado nacionalismo y odio hacia el enemigo.
Resalto dos escenas que ilustran lo antedicho, una en Quedlinburg donde vemos a
los padres de los combatientes reunidos en la cafetería del hotel; la otra
escena transcurre en un restaurante en París donde cantan La Marsellesa.
Tanto Adrien como Anna están de alguna manera muertos en vida,
nada desean, la vida no tiene sentido alguno. La de Anna es asistir diariamente
al cementerio a depositar rosas blancas en la tumba de Franz. No tiene familia.
En un primer momento es ella quien ayuda a los padres de Franz a soportar su
pérdida y luego son ellos los que la sostienen.
Su amor de juventud, muere en setiembre del 18, habían
proyectado casarse en otoño. A raíz de los acontecimientos, ella deja de estudiar,
pierde toda ilusión, se convierte en una autómata.
A su vez Adrien, a partir de haber matado a Franz, su vida se
convierte en un tormento. No se perdona el haber truncado la vida de otro joven
como él, tal vez con sus mismas o parecidas inquietudes, también con un amor
juvenil como el suyo, con inquietudes literarias, pictóricas, etc. que por el
sinsentido de la guerra se presenta como su enemigo.
Y qué decir acerca de la mentira. Si nos atenemos a la
afirmación lacaniana, la verdad nada tiene que ver con la exactitud. La verdad
tiene estructura de ficción, dirá Lacan. La verdad es no toda, sólo se dice a
medias.
Y lanzo la pregunta, era necesario mantener la mentira o era
preciso desvelar esa ficción dirigida a esos padres. Me gustará escuchar la
opinión de vosotros.
Particularmente pienso que los secretos, la mentira, las
fabulaciones, son aceptables en situaciones concretas, hacen que nuestra vida
sea soportable.
Regresando a Adrien, considero que es el personaje más
complejo. Está encorsetado entre la culpa, su deseo y su familia.
Aunque el tormento que siente por la muerte de Franz, vaya
disipándose poco a poco, renuncia a su deseo cuando renuncia a Anna. ¿Podría
tal vez haber actuado de otra forma? Lo tiene muy difícil, le debe mucho a Fanny
su amor juvenil, ella ha sido fundamental para que pueda ir tramitando su
culpa. Está encerrado entre el deber ser y lo que realmente desearía hacer.
En cuanto a Anna, pienso que Ozon nos da pautas para pensar
que ella pese a su gran dolor, logrará adueñarse de su vida. Es lo que la
última escena nos sugiere. Sentada frente al cuadro de Manet El suicida, se
encuentra con un joven que casualmente está también observando la pintura, y él
le pregunta si le gusta el cuadro, ella contesta que sí, porque le dan ganas de
vivir. La escena está rodada en color.
Aún quedan temas o personajes por comentar, pero lo reservo
para el debate que tendremos el próximo viernes 20 en nuestro apreciado café
Isadora.
Crónica: Marta Mora
Correo:
120ª Tertulia El Septimo
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Tertulia 111
Presentación
"Truman"
Director: Cesc Gay
[
Truman 2015
Director: Cesc Gay
Por Mirta García Iglesias
Cuenta Cesc Gay con una producción bastaste prolífica. Algunos de sus filmes son:Ficción, En la ciudad, Una pistola en cada mano, ésta es la anterior a su actual producción.
A diferencia de sus anteriores obras, donde todas tenían un carácter coral, Truman posee un carácter más intimista, donde el peso de la historia está sostenido por dos personajes principales.
Historia basada en un diario personal del propio director barcelonés, diario que escribió a raíz de vivencias propias acaecidas en el pasado. Entretanto dirigió otras películas y es cuando decide filmar Truman, cuando hace uso de su diario.
Considero que no es la muerte la protagonista del filme, sino la amistad y el amor, aunque nos introduce de lleno en el tema de la muerte y hace que nos interroguemos acerca de ella.
La muerte como experiencia que tendremos que asumir ya sea la propia cuando nos llegue el momento, como así la de nuestros seres queridos. Nos introduce en el debate acerca de la muerte digna.
No elegimos nacer, pero sí tendríamos que tener el derecho de elegir nuestra mejor manera de morir. Julián, interpretado por Ricardo Darín, en un momento dice: cada uno muere como puede.
El filme comienza con un plano de Tomás interpretado por Javier Cámara y lo cierra nuevamente con otro plano de Tomás. Simbolizando de esta manera, la amistad que existe entre ambos protagonistas.
En cuanto a Truman, su verdadero nombre es Troilo, Aníbal Troilo fue un famoso bandoneonista, compositor y director de orquesta de tango argentino.
Troilo, en la ficción Truman, era acompañante terapéutico de niños autistas. Luego del rodaje fallece.
Sabemos que Darín en una de las tantas entrevistas que le hacen con motivo del estreno de la película, se emociona a punto de llorar cuando los periodistas le preguntan acerca del perro, ya que estableció con él, un fuerte vínculo.
Freud en su texto El malestar en la cultura, se pregunta acerca de por qué al hombre le resulta tan difícil ser feliz. Y apunta a tres causas del sufrimiento humano: el poder, la supremacía de la naturaleza, la caducidad de nuestro cuerpo y las relaciones humanas.
Argumentando que las relaciones humanas son la fuente de mayor conflicto.
A diferencia del animal, los humanos necesitamos del otro, de nuestro semejante, para vivir.
La película plasma muy bien la relación establecida entre estos dos hombres. Supongo que habréis podido experimentar, que aquellas relaciones sólidas y antiguas, muchas de ellas construidas en la infancia, a pesar de no vernos e incluso no conectarnos con nuestras viejas amistades, cuando nos reencontramos con estos afectos, es como si el tiempo pasado desapareciese y a los pocos momentos estamos dialogando como si el tiempo se hubiese detenido.
Julián, en un momento dice: lo único que importa en la vida son las relaciones.
En cuanto a la actuación, resulta impecable. Javier Cámara, actor que hemos visto desarrollar más el género de la comedia, realiza un muy buen trabajo. Magistral su uso de los silencios, miradas y contención. Darín también está bien en su papel, con mucha naturalidad.
Ambos recibieron el premio al mejor actor en el Festival de Cine de San Sebastián en su 63 edición.
La actriz Dolores Fonzi hace también un buen trabajo. Ella no soporta la decisión de Julián, tal vez porque juzga y desde una posición narcisista no acepta lo que el otro decide. Y se enfada y pelea; es la forma que ella tiene para enfrentarse a la muerte.
Hay algún que otro hecho predecible, por ejemplo, ¿qué será de Truman?, creo que muchos espectadores intuimos que Truman quedará bajo el cuidado de Tomás.
Tal vez lo más acertado de la película es que pese a su contenido, el hecho de utilizar la ironía y el humor, la hacen amable.
No encontramos golpes de efecto, no cae en la lágrima fácil, no cae en clichés.
La dignidad y la amistad trascienden más allá de la tragedia.
Portadora asimismo de una buena fotografía y una buena música.
Cesc Gay en una entrevista con Efe, dijo que estaba contento porque se ha conseguido un poco lo que buscábamos: hacer una película sobre algo que es triste, dramático, pero hacerla desde un lugar amable, con humor, con un buen equilibrio.
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Tertulia 110
Presentación
"Una segunda oportunidad"
Director: Susanne Bier
Por Olga Montón
A primeros de año murió un buen amigo mío. Murió de repente. "De repente", esa palabra con la que intentamos ubicarnos ante lo terrible de lo real de la muerte cuando esta se nos presenta sin previo aviso, sin ton ni son, prácticamente sin relato. Ante la noticia, acudimos inmediatamente todos los de la tribu. Para ser más precisos acudimos todos los de las diferentes tribus donde se insertaba la vida de mi amigo. Al dar un abrazo a uno de sus hijos, me dijo: "que injusto, mi padre era una buena persona y se muere; en cambio siguen vivos un montón de desalmados".
Viendo "Una segunda oportunidad" de Susanne Bier, hay un instante donde te dan ganas de "dar el cambiazo", como hace Andreas con su bebé. Es el instante donde cualquiera de nosotros nos revelamos ante lo real de la muerte. Donde la muerte nos parece mentira, donde nos preguntamos amargamente porqué me ha tocado a mí ese sufrimiento.
Para mí, lo más terrible de "Una segunda oportunidad" es que no había "tribu". Andreas solo tiene un amigo al que llamar ante el espanto de la tragedia de la muerte repentina de su hijo. Desgraciadamente ese único amigo, Simón, está borracho, ahogado en su propia tragedia, no puede ayudar a Andreas, algo que le pasará después factura y a la vez le salvará.
La desolación más terrible es que no hay amigos, no hay familiares, no hay compañeros, no hay vecinos. La vida de esta pareja y su bebé no está inscrita en una tribu con la que compartir alegrías, pero también en la que apoyarse ante la intensidad de los momentos claves de la vida. Una tribu a la que entregar tu dolor cuando ese dolor es insoportable y te supera, te sobrepasa. En mi opinión, "Una segunda oportunidad" es un grito de Susanne Bier a esta Europa, particularmente a "esta Europa del norte" donde la vida se ha cerrado en un onanismo, aunque sea por parejas. Un estilo de vida aparentemente idílico,aparentemente confortable, lleno de servicios sociales y protocolos, de tecnología punta y de recursos. Al tiempo, un estilo de vida donde los abuelos no conocen a sus nietos, donde esos mismos abuelos acuden al funeral de su hija como de visita. Esa frialdad nos da pistas sobre las consecuencias. Esa madre joven desquiciada, que no puede más. Porque ser marde no es igual para todas, no hay un protocolo que lo represente y muchas tienen dificultad para realizar esa función. Y es en la tribu donde pueden sostenerse, con el apoyo y amor del grupo familiar o social. El marido no es suficiente en este caso. Él la ama demasiado y no de la mejor manera, quiere tapar su falta, cree que la puede completar con un hijo, da igual cuál.
En contraposición a este estilo de vida vemos a una madre "yonky", que sin embargo, es una madre del amor. Ama a su hijo e insiste en que ese hijo muerto no es suyo, que "le han dado el cambiazo". Tanto insiste que la creen loca. Pero ¿quién es el loco?
La salud mental no existe en términos absolutos. Cualquiera, en un momento dado, en un encuentro con lo real, de la muerte, de la sexualidad o del cuerpo puede desestabilizarse. Cada uno de nosotros precisamos de los otros para sostenernos, para poder "hacer con su locura", con su manera de responder a los hechos de la vida. Cada uno no se aguanta a sí mismo, no se sostiene en esta soledad radical a la que le convoca un estilo de vida en el que cada día "nos damos el cambiazo", sin hacernos preguntas. Nos cambian, cambiamos, el amor, la amistad y la vida en común, por objetos, tecnología, pastillas y televisión basura. La madre del bebé que muere está radicalmente sola en su maternidad. No hay tribu ayudándola, no hay otras mujeres para sostener esa intensidad que la desborda y la desquicia, no está más que su pareja con la fantasía de tapar la falta. Que no le falta de nada y si le falta "doy el cambiazo" y no me hago preguntas.
Mejor no saber que hay detrás de esa pregunta de Andreas: "¿estás arrepentida de haber tenido al bebé?".
Susanne Bier nos da la oportunidad de pensar metafóricamente en los cambiazos, en no preguntarnos nada y pensar que "aquí no pasa nada". Doy el cambiazo al software que detecta la contaminación de millones de coches y no pasa nada, doy el cambiazo a los salarios de un país y no pasa nada, doy el cambiazo al clima del planeta y no pasa nada. Cuando si pasa. Dar el cambiazo no es sin consecuencias. Te puedes llevar por delante la vida de otras personas y desde luego la tuya. No puedes eludir tu propia verdad, la verdad de lo real de la vida, si lo eludes te lleva a lo peor.
Susanne Bier, ganadora del Oscar por “En un mundo mejor” (2010), vuelve a demostrar que el sufrimiento humano es su tema preferido.
Bier es una de los grandes referentes del movimiento cinematográfico conocido como Dogma 95 que lidera el danés Lars von Trier. Desde una perspectiva más convencional, filma un drama sobre la vulnerabilidad de los valores que consideramos inquebrantables, y como éstos se vienen abajo cuando se enfrentan a circunstancias que no podemos controlar. Junto a su guionista habitual, Anders Thomas Jensen (Brothers), la realizadora compone una sorprendente y desgarradora historia en la que el dolor, la tragedia y la fragilidad humana son algunos de sus temas principales.
Los actores están sólidos y convincentes. Vemos cómo Nikolaj Coster-Waldau es mucho más que “Jaime Lannister, el matarreyes”. El actor de “Juego de Tronos” ha demostrado que la fama es, a veces, merecida, con una interpretación portentosa que debería haberse alzado con la Concha de Plata del Festival de San Sebastián. Su interpretación, emotiva y poderosa, destaca junto al gran elenco de actores que componen “Una segunda oportunidad”: Maria Bonnevie, Ulrich Thomsen, Lykke May Andersen y Nikolaj Lie Kaas lo que ayuda a dar fuerza a un guion no siempre redondo.
La estética nórdica, fría y desoladora, contrasta con las emociones que produce el relato, algo que secunda perfectamente la fotografía y la música, curiosamente ambas a cargo de la misma persona: Johan Söderqvist.
Como es costumbre, os invitamos el viernes 16 de Octubre a las 18 hs para conversar sobre esta película en el Café Isadora, en la calle Divino Pastor 14 de Madrid.
Modera: Olga Montón
Crónica: Marta Mora
Responsable: Olga Montón.
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Tertulia "El Septimo"
14ª Temporada
Tertulia 109
Presentación
"Ricki (Ricki and The Flash)"
Director: Jonathan Demme
Ricki (Ricki an the Flash)
Por Marta Mora
El nuevo trabajo del director de “El silencio de los corderos” y “Filadelfia”, Jonathan Demme, ofrece una interesante combinación de drama, humor y música, mostrando a Meryl Streep interpretando ella misma, guitarra eléctrica en mano, los temas roqueros que escuchamos. En una entrevista dice que no juzga a Ricki, él también “sufrió para hacer realidad su sueño, compatibilizar familia y sueños no es fácil”.
Meryl Streep interpreta a 'Ricki' ('Ricki and the Flash'), la actriz que más veces ha sido nominada a los Oscar (19 nominaciones y tres estatuillas) da vida en pantalla a una mujer que abandonó a su familia para perseguir su sueño de ser una estrella de rock; pero que años más tarde, cuando su hija Julie (Mamie Gummer) sufre una crisis, no vacila en volver para mostrar que sigue siendo madre aunque en su día no lo fue. Su ex-marido Pete (Kevin Kline) y los tres hijos que tuvieron en común van a reaccionar con división de opiniones ante su regreso, mientras que la propia Ricki, con su personalidad tan singular, también sufrirá una experiencia algo catártica al enfrentarse a un pasado del que, al menos ella, nunca se había desprendido del todo. No está arrepentida del camino que emprendió aunque sí tiene remordimientos por el dolor causado ante su decisión y afrontará el reencuentro con realismo y naturalidad tal vez por lo que la actriz comenta; “todos tenemos que vivir con nuestros errores”.
Si en “La decisión de Sophie” le tocó decidir como madre, aquí decide como mujer, oscilación ésta, entre madre o mujer a la que las mujeres nos vemos abocadas.
Mamie Gummer es también su hija en la vida real. Rick Springfield, músico y cantante y Rick Roses el bajista habitual de Neil Young, fallecido el pasado noviembre y a quien la película está dedicada, integran la banda The Flash en la ficción.
Al final, Ricki es una comedia doméstica de superficie amable y trasfondo profundo, que trata temas tan complejos como los sueños matizados por la realidad, el abandono familiar, las rupturas sentimentales, el suicidio, la defensa de la identidad propia y el deseo.
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108ª Tertulia
Viernes, 19 de Junio, a las 18 hs.
Café ISADORA.
C/ Divino Pastor, 14
¡¡¡Atención!!!
¡Pase del documental en el café Isadora!
“Enterrar y callar”, de Anna López Luna
Por Olga Montón
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“Enterrar y callar”, título de un grabado de Francisco Goya para un documental que nos adentra en un paisaje inquietante de España. Porque lo que se revela no procede solamente de un pasado que podemos mantener a una distancia que nos tranquilice, sino que continua sirviendo al presente: el robo de recién nacidos en las maternidades.
Abuso del poder médico, control religioso, corrupción institucionalizada, menosprecio del otro: palabras y sentimientos que resuenan de un relato a otro y desvelan procedimientos que han sido perpetrados durante la dictadura franquista y que han continuado durante la democracia.
Una serie de testimonios recogidos por diversas regiones de España: madres, padres e hijos, van depositando sus historias que habían quedado silenciadas bajo tierra.
Anna López Luna, artista visual, es la directora de este documental que nos adentra en este tema en la transición y después. También sobre el control del paciente en la institución y la impunidad frente a la justicia.
Vemos en el documental distintos testimonios que nos abren un abanico de posibilidades a debatir.
Por un lado, las madres y los padres a los que se les ha robado su hijo. Relatan cómo queda esa herida que no pueden cerrar, porque además del fallecimiento de su hijo les anuncian que no les dan el cuerpo, por lo que no han podido despedirse de su bebé. La sustracción del cuerpo les impide enterrarlo y con ello el duelo se hace más opaco ¿Cómo se entierra a un desaparecido? La peor de todas las muertes es la que no se puede tramitar porque falta lo esencial, la certeza de la muerte misma. En vez de duelo aparece en su lugar un desgarrador enigma sin respuesta. Una pregunta aparece, ¿estará vivo?, ¿dónde?
Más allá del surgimiento de asociaciones que piden justicia y que denuncian estos hechos. ¿Qué se puede hacer? ¿Qué dice el psicoanálisis?
Cuando se cae del lado de la víctima de forma contingente, una de las primeras preguntas que surge es porqué “me eligió a mí”, “porque yo”, lo que lleva a sentimientos de culpa. Es una forma de dar consistencia al Otro.
Por otro lado los hijos robados. Desconociendo su verdadera identidad, su filiación y la posterior restitución, ¿Qué efectos tiene? Si esta apropiación no tiene la posibilidad de ser conceptualizada, ¿cómo abordar todos estos temas?
La pregunta por el origen puede llevar a un sujeto a cuestionarse su propia historia ¿decir la verdad garantizará que ese niño o niña construya su propia historia? ¿Qué consecuencias tiene respetar además el derecho inalienable que todo niño tiene de saber la verdad de su origen?
No se puede afirmar, de ninguna manera, como se puede leer en algunos medios: “«todos los niños robados sufren graves perturbaciones psíquicas que los llevan a escaparse de la realidad y caer en la drogadicción, a sufrir graves enfermedades mentales»”. Esto elude aquello que justamente es el sentido de nuestra práctica, lo más original de nuestro quehacer: reparar en las formas singulares que cada uno ha construido en torno a este hecho. Sostener teóricamente la necesidad y la pertinencia de las restituciones no necesariamente nos da la respuesta para abordar la singularidad de cada restitución. No hay recetas.
Nuestra práctica psicoanalítica se despliega precisamente en ese espacio ganado por el deseo. El lugar donde se pueda pensar y procesar todo el caudal de lo universal en la propia subjetividad, respondiendo al desafío de su nueva historia. Donde se despliegue la imprevisible construcción simbólica con sus propias palabras, palabras capaces de decir cosas que de veras valga la pena escuchar. Permitir recuperar la capacidad de vivir el hecho de tal forma que la memoria se anude a nuestra propia narración.
Para el psicoanálisis, a priori, un hecho en sí mismo no es traumático sino toma ese valor para el sujeto. Es verdaderamente un trauma para un sujeto cuando hay una lectura subjetiva que tiene sus consecuencias. Depende de cómo se lea un trauma para que lo sea como tal. El psicoanálisis no alcanza para afirmar que un hecho es traumático, depende de cómo lo lea el sujeto. No hacemos predicciones. La experiencia traumática toma su valor si deja una marca singular imposible de colectivizar.
Un hecho en sí mismo, no se puede considerar traumático esto solamente podrá tomar ese valor si para el sujeto se trata del encuentro contingente entre el goce del cuerpo y la palabra. Falta que aparezca el sujeto, que es la instancia que se abre entre ese S1 que es el drama y la lectura que se hace de ello, el S2.
Socialmente, se catalogan los hechos que en sí mismos se suponen traumáticos y a partir de esto se atiende a las víctimas. Homogeneizando así a todas ellas bajo el mismo significante.
Estamos en un tiempo marcado por el shock, por lo chocante y esto se confunde con lo que para el psicoanálisis de orientación lacaniana es una experiencia traumática. La identificación al lugar de víctima que la sociedad propone para ellas, alejándolas cada vez más de la responsabilidad que conlleva su posición de goce, las torna más frágiles y desorientadas frente a ese Otro omnipotente del que se las pretende salvaguardar.
El psicoanálisis lo que propone es una experiencia con la palabra, con la puntuación, con lo poético anudado a lo real. Que el ser hablante no renuncie a dignificar la experiencia traumática, es decir, una experiencia con lo real que haya dejado una huella, una marca.
Os invitamos el viernes 19 de Junio a las 18 hs para conversar sobre este documental, que proyectaremos previamente, en el Café Isadora, en la calle Divino Pastor 14 de Madrid.
Modera: Olga Montón
Crónica: Marta Mora
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TERTULIA DE CINE Y PSICOANÁLISIS “EL SÉPTIMO”
107 Tertulia:
Día 22 de Mayo, viernes. A las 18 h.
Café ISADORA. C/Divino Pastor, 14.
DIFRET
Pilar Berbén
Zeresnay Mehari es guionista y realizador. Nació y creció en Etiopía en 1981. Se trasladó a los Estados Unidos en 1996 para estudiar Cine en la Universidad del Sur de California. Ha dirigido dos cortometrajes y un documental sobre Africa.
En 2011, funda Haile Addis Pictures para producir su primer largometraje, Difret, que obtiene el Premio del Público en Sundance y en la sección Panorama del Festival de Berlín.
Esta película es un drama silencioso y potente basado en hechos reales.
Su titulo significa “coraje” “Atreverse” en amárico, la lengua nacional de Etiopía, aunque también puede referirse a la violación.
El director estaba convencido que debía hacer la película en Etiopía para que pudieran verla las personas que se encuentra en situaciones similares.
Como la industria del cine en este país está en sus comienzos, tuvo muchas dificultades para encontrar el equipo y el material, así como la financiación y además está rodada en 35 mm, “sencillamente porque el paisaje es parte de la historia y quería captarlo para integrarlo plenamente en la película” dice Mehari.
Es magnífica la interpretación tanto de Meron Getnet, en el papel de la abogada Meaza Ashenafi, y Tizita Hagere que interpreta a la adolescente Hirut.
En Difret se narra la historia de Hirut, una niña de 14 años a la que secuestraron y violaron cuando regresaba del colegio, ella consigue escapar y es arrestada porque mata a uno de sus captores.
Estos hechos son frecuentes en las zonas rurales de Etiopía, donde todavía se práctica la terrible costumbre de la llamada “telefa”, que es el secuestro de niñas y jóvenes por parte de los hombres para casarse con ellas.
La abogada Meaza Ashenafi ha creado en Addis Abeba una red de asistencia legal para las mujeres y sus derechos. Defenderá a Hirut, aun a sabiendas que nunca un tribunal de Etiopía ha absuelto a ninguna mujer que mató aunque sea en defensa propia. Para ello, toma una posición contra el ordenamiento jurídico del país.
Es un film bien narrado, acompañado de buena música y mejor fotografía. Tiene momentos potentes como la escena del rapto o el consejo de anciano.
Os animo a ver esta singular película que nos sirve para acercarnos a una realidad social en la que se calcula que una de cada nueve niñas es obligada a casarse antes de cumplir los quince años. También para reflexionar que sólo a través de un deseo decidido es posible cambiar las cosas que se consideran injustas, aunque se trate de interrumpir las tradiciones que pasan de generación en generación para evitar así que algunas costumbres sin sentido determinen la vida de muchas personas.
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La Isla Mínima
Director; Alberto Rodríguez
Saludada por buena parte de la crítica como, un estupendo thriller, y el aval de tener tras las cámaras al sevillano Alberto Rodríguez que demostró su buen quehacer con Grupo7, la Isla Mínima consiguió 10 de los 17 Goyas a los que aspiraba en 2015, pasando a ser la película española con más Goyas de la historia, empatada con Blancanieves que se llevó esa misma cifra en 2013.
Obtuvo el Goya a la Mejor Película del año y Alberto Rodríguez como Mejor Director. Los actores Javier Gutiérrez (el Sátur de Aguila Roja) y Nerea Barros (la madre de las niñas desaparecidas) también han sido reconocidos como Mejor Actor Principal y Mejor Actriz Revelación.
La historia sigue básicamente a dos policías encargados de resolver un caso de desaparición de unas hermanas, pero como no podía ser de otra forma, la cosa se sale de ese perfil para apuntar más hacia lo verdaderamenet turbio.
Rendimos así esta vez, siguiendo nuestro estilo, homenaje al buen cine español, convocándolos a la conversación que mantendremos el viernes 20 de marzo a las 18 hs en nuestro apreciado Café Isadora, calle Divino Pastor 14, Madrid.
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No llores, vuela.
Por Graciela Sobral
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103ª Tertulia - Enero 2015
Mommy
Dr. Xavier Dolan
Canadá 2014
Mirta García Iglesias
Este es el quinto largometraje del joven director, actor y guionista. Su debut fue con Yo maté a mi madre(2009), le siguieron Los amores imaginarios, Laurence Anyways, Tom à la ferme.
Joven, porque tiene tan solo 25 años y promete, tiene una larga carrera cinematográfica por advenir.
Sus temas recurrentes son la familia, el amor, la sexualidad, las complejas relaciones madre-hijo. La mayoría de los críticos opinan que sus guiones tienen un marcado corte autobiográfico.
En Mommy, nuevamente aborda la relación madre-hijo. Se trata esta vez de una madre viuda que tiene a su cargo a un hijo adolescente conflictivo y en muchas ocasiones violento.
Comienza la película y nos informan que acaba de ser aprobada una ley que permite a los padres dejar a sus hijos bajo la tutela del Estado, en el caso de no poder hacerse cargo de ellos.
Hipotética ley que desliga de responsabilidades a los progenitores y a medida que transcurre la cinta, nos preguntamos si esta madre finalmente apelará al servicio que le ofrece el Estado.
Nos informan que el joven adolescente padece TDAH, trastorno de atención e hiperactividad. También nos cuentan que el joven padece este síndrome desde la muerte de su padre acaecida hace tres años.
Leon Eisenberg, el psiquiatra que descubrió el trastorno, siete meses antes de morir de cáncer de próstata a la edad de 87 años afirmó que “el TDAH es un ejemplo de enfermedad ficticia”.
En su origen se pensó que se debía a causas genéticas, actualmente eso está descartado. En la misma entrevista el psiquiatra opina que lo que debería hacer un psiquiatra infantil es tratar de determinar las razones psicosociales que pueden producir problemas de conducta.
Lo que ocurre es que es más sencillo recurrir a la pastilla-se los medica con metilfenidato- que ocuparse de desentrañar las posibles causas que provocan ese tipo de conducta. Y además de ser aparentemente más rápida la solución -si es que podemos pensar como solución, una manera que a la larga provocará más disfunción que solución- no debemos olvidar que detrás de esta política está la política ejercida por la industria farmacéutica.
Steve no ha hecho el duelo por la muerte de su padre, se nos informa que su conducta cambió a partir de este acontecimiento. No tenemos más datos, sabemos que está medicado y lo vemos en este centro especial con una camisa de fuerza.
No es mi intención develarles el final, por tanto no seguiré haciendo comentarios sobre este tema, que supongo dará mucho que hablar.
Tenemos una madre desorientada, confusa, qué no sabe qué hacer, que recurre a la ayuda de su vecina, quien sí sabe cómo hacer. En principio le aplica al joven límites contundentes que lo aplacan.
Su madre además piensa que el amor es suficiente, y sabemos que no sólo el amor basta.
Destaco la escena del baile porque ella nos otorga mucha información acerca de cómo se maneja esta relación entre la madre y su hijo.
Esta madre, seguramente fue una mujer bella y atractiva y parece no querer asumir el transcurrir de los años. En ocasiones trata a su hijo como si fuese un amante joven que la seduce, no está clara su función, su vida está bastante desestabilizada y cómo entonces ofrecer estabilidad y cierto orden en la vida de este adolescente.
Más allá de que Steve tiene serios problemas, es ella quien está absolutamente perdida, sin recursos, recurriendo al auxilio del alcohol para paliar de algún modo su cruda existencia.
Es ella misma la que está imposibilitada de encontrar cierto apaciguamiento y la situación la desborda.
Desde el punto de vista técnico, Dolan es rompedor en su manera de filmar, lo hace en un formato de 1:1 que confiere al film precisamente aquello que quiere transmitir: opresión, agobio, asfixia.
Al principio del film, esta imagen visual se nos torna extraña, sin embargo a medida que transcurre el metraje, está ya tan incorporado y tan sumergido uno en la historia que el director nos está narrando que uno ya no tiene en cuenta su formato cuadrado.
Dolan nos brinda una filmografía alejada del cine comercial, con una estética exquisita y portadora también de una buena banda sonora.
Muchos son los temas que podremos llevar a debate, en nuestro próximo encuentro en nuestro apreciado café.
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102ª Tertulia Noviembre 2014
Presentación de “Relatos Salvajes”
De Damián Szifrón.
Es este el tercer largometraje de Damián Szifrón (39), guionista y director argentino de “El fondo del mar” (2003) y “Tiempo de Valientes” (2005). Creador de Los simuladores (2003), una serie para la televisión argentina que también pudimos ver en España del que Sony International adquirió los derechos de formato, serie que hasta el momento se han realizado versiones en México, España, Chile y Rusia.
En una entrevista dijo: “Durante el día, con el sol, no puedo pensar mucho. Las ideas fluyen mejor de noche. Me llevo un cuaderno a la bañadera y voy anotando todo. Y descubrí que la unidad es la idea, ni la imagen ni la palabra. Hay escritores o directores que son grandes observadores de cómo la vida es. Yo pienso en cómo me gustaría que fuera. O por qué la vida no es como a mí me gustaría. Me horroriza que la gente viva como si no soñara. Cuando las sociedades viven dejando la imaginación afuera, cuando la vida es pura realidad, me parece ingenua. Hay tantas cosas por explorar adentro y afuera del hombre, en la naturaleza, en el universo y en el fondo del mar”.
En el año 2014 estrena “Relatos Salvajes” en Argentina. La película es una co-producción argentina-española (El deseo, productora de los Almodóvar) y fue filmada en la ciudad de Buenos Aires, y en las provincias argentinas del norte, Salta y Jujuy.
Compitió por la Palma de Oro en el Festival de Cannes.
Sony Pictures Classics compró los derechos del film para su distribución en Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda. Además de el Festival Internacional de cine de Toronto, ha concurrido a más de quince festivales y en el Festival de cine de San Sebastián recibió el “Premio del Público a la mejor película europea” y ha sido elegida por la Academia de la Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina para representar al país en los Oscar y los Goya.
Seis historias con el hilo conductor que el mismo director indica como “gente que pierde los estribos y siente placer cuando eso sucede”, seis historias sobre el deseo desbocado, la agresividad original y la violencia que el proceso civilizador y socializador atenúa pues hace obstáculo, reprime e intenta moderar pero que sigue ahí.
Nos presenta situaciones muy locales que se convierten en universales, distintos matices de esa violencia que los humanos albergamos por la misma condición de humanos y que hacen fácil la identificación con alguno de los protagonistas, un guión fresco y ágil y muy pegado a nuestra realidad y a ese sentimiento de indignación generalizada que sentimos como sociedad maltratada tanto desde los que gobiernan como de los que nos rodean. Historias que llevan a situaciones límite, liberando todo aquello que supone el placer de sobrepasar lo políticamente correcto.
Una película que combina la fórmula ganadora de la carcajada y la crítica social.
Marta Mora
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101ª Tertulia Octubre 2014
“Boyhood” (Momentos de una vida). De Richard Linklater.
viernes, 17 de Octubre, a las 18 hs.
Café ISADORA. C/ Divino Pastor, 14
Por Pilar Berbén
Richard Linklater probablemente es uno de los cineastas norteamericanos independientes más importante de los últimos veinte años, agradando tanto al público como a la crítica. Sus guiones, suenan a verdad y son capaces de llenar un metraje con una ininterrumpida conversación. Prueba de esto es su trilogía “Antes del (Amanecer, atardecer, anochecer)”. Además de otros títulos de trabajos importantes, donde va plasmando sus inquietudes y “lo que piensa y desea expresar”, según sus propias palabras.
Esta gran capacidad para investigar nuevas formas, así como su creatividad, justifican el Oso de Plata al mejor director, en el Festival de Berlín, del pasado mes de febrero.
Ahora nos sorprende con Boyhood, un filme rodado durante 12 años (2002-2013), dedicando cada año unos pocos días para dar cuenta del crecimiento y los cambios que afronta Mason (Ellar Coltrane) un niño de seis años al comienzo del rodaje y de 18 al final del mismo.
Los espectadores acompañaremos al protagonista y a su familia, compuesta por una hermana, Samantha (Lorelei Linklater) mayor que él y sus padres (Patricia Arquette y Ethan Hawke). Como pocas veces antes se ha visto en un filme, durante casi tres horas seremos testigos de los cambios que se producen desde la infancia a la adolescencia en el caso de los niños; y del paso de los años, muy visible, en el caso de los adultos.
El guión es del propio director, fluido y con espléndidos diálogos, aunque hay una constante ayuda por parte de los actores, así como la improvisación necesaria para incluir los acontecimientos que van surgiendo en cada momento. Elige filmar tanto los momentos más íntimos y pequeños como lo cotidiano y rutinario, con total naturalidad, para mostrar la normalidad de la existencia, la vulgaridad del día a día, donde el paso de los años se certifica con el envejecimiento de sus actores como antes comentábamos. Aquí no es necesario el maquillaje, ni varios actores para un mismo personaje.
Como el fluir de cualquier vida, pasa tanto en 12 años, que quizás podríamos decir son demasiados temas los que deja abierta la película para poder debatir: Mudanzas, cambios de colegio, matrimonios, divorcios y un sinfín de decisiones de los adultos que afectan a la vida infantil. La decepción y la rebeldía se mezclan con la necesidad vital del protagonista para encontrar su identidad. No hay recetas para aprender a vivir, así la película ni sentencia, ni moraliza nada, cada cual hace lo que puede con su vida.
Por otra parte, la improvisación, el humor o la crítica social, aparecen en sus micro-tramas. No olvida acontecimientos históricos políticos; hace mención a nuevos artistas como Lady Gaga; grandes hitos de la cultura popular como “Harry Potter” e invenciones que cambiaron nuestras vidas como los smartphones.
La banda sonora, con una estupenda selección de canciones es la responsable de que este viaje a la memoria funcione como un reloj. Es la música que se escucha en la radio, aquella que nos lleva a un tiempo preciso y que suena al lado de nuestros recuerdos.
Boyhood, tiene muchos aciertos, como la capacidad para reflejar la naturaleza cambiante de la existencia, a través de relatar la cotidianidad, meciéndose al ritmo de la vida y sobre todo el bien elegido subtítulo: “Momentos de una vida”, pero no sólo vemos a Mason en la pantalla, nos vemos a nosotros mismos, que como el río es siempre el mismo y a la vez no lo es.
Para comentar esta interesante y novedosa película os invito a participar en la tertulia del próximo día 17 de octubre, a la 18 h. En el Café Isadora. Divino Pastor, 14.
Pilar Berbén
Modera: Pilar Berbén
Crónica: Marta Mora
Responsable: Olga Montón.
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Presentacion/Comentario temporadas anteriores: http://elseptimo.zoomblog.com/cat/29247
100ª Tertulia
“Cinema Paradiso”. De Giuseppe Tornatore, 1988.
viernes, 19 de Septiembre, a las 18 hs.
Café ISADORA. C/ Divino Pastor, 14
“Cinema Paradiso”. De Giuseppe Tornatore, 1988.
viernes, 19 de Septiembre, a las 18 hs.
Café ISADORA. C/ Divino Pastor, 14
Comenzamos esta 13ª Temporada con este homenaje al Cine, ya que hacemos la Tertulia número 100. Es una película que va del amor al cine.
Cinema Paradiso” se llevó el reconocimiento de la crítica con esta comedia dramática Ganadora de un Globo de Oro, 5 Premios BAFTA, el Oscar a la Mejor Película Extranjera de 1990, y el Gran Premio del Jurado de Cannes. El siciliano Guiseppe Tornatore quiso dar su particular homenaje al mundo del cine, además está aderezada con la espectacular banda sonora de Ennio Morricone.
Ahora 25 años después, Cinema Paradiso llega a las carteleras en una nueva versión restaurada en formato digital. Una buena oportunidad para celebrar nuestro Aniversario, hacemos la tertulia numero 100, recordando y disfrutando de este clásico. Encantadora, nostálgica y entrañable celebración de la magia del Cine.
El filme se narra en flashback y rememora la vida en Italia tras la Segunda Guerra Mundial. Con guion del propio Tornatore, la cinta cuenta la amistad entre un viejo proyeccionista de un cine de un recóndito pueblo italiano (el actor Philippe Noiret) que le trasmite su pasión por el cine a un niño huérfano llamado Toto, obnubilado por las películas y que de mayor será un gran director.
Como dijo Federico Fellini: “El cine es un instrumento único y perfecto para explorar con precisión los paisajes interiores del ser humano”.
Esta película nos hace recordar aquellas tardes de domingo en el cine del pueblo o del barrio, sesión doble. La infancia atrás desde los 8 años, cuando comenzamos a asistir en pandilla, sin los mayores, a estas sesiones que nos permitían soñar y construir nuestros propios mitos por fuera de la novela familiar, creer que otros mitos son posibles. Estas sesiones dobles que nos hacían pensar que la “cosa funcionaba” para otros, que podía haber un futuro feliz, el “happy ending” de la existencia.
Salvatore, este huérfano de la guerra, sueña con que su padre regrese. Pero finalmente será Alfredo quien funcionando de padre acompañe al niño y al joven enseñándole el mundo a través de la pantalla. También hay una pregunta de cómo hacer con las mujeres. Esa incógnita que es para todos: ¿Qué es una mujer?
Así, nuestro protagonista vive un amor adolescente, esperando frente a la ventana de su amada, a la intemperie, para conseguir su amor. El joven interroga a Alfredo sobre cómo hacer con la mujer y le responde que mejor renuncie a él por su bien. Le da distintos motivos prácticos, todos del orden de los ideales, en este caso a la manera de un padre. Y es el padre, en este caso, el obstáculo para que el hijo pueda avanzar por la senda del amor hacia la mujer. Es mejor orientarse por el deseo que por los ideales, que al final te pueden llevar a lo peor, igual que en “Esplendor en la hierba” de E. Kazan. En Cinema Paradiso vemos en Salvatore un adulto frio, aparentemente sin amor en su vida, cuando su madre le dice, “cuando te llamo, cada vez contesta una mujer distinta”.
Dijo Octavio Paz: “el espectador nunca es realista, interpreta y refina lo que ve, de manera que la diferencia entre lo que el artista quiso hacer y el resultado se transforma en otra diferencia cuando el espectador termina la obra y hace con ella su propio cuadro”. Pues cada uno mira con la clave de su subjetividad, de ahí el malentendido y las distintas películas que cada uno relata de un mismo título, haciendo nuestro propio cuadro.
El psicoanálisis ha observado que el artista tiene sobre las demás personas el privilegio de hacer con su fantasma o su “sinthome” un objeto externo. Vemos cómo Salvatore de adulto construye su existencia entorno al cine, su pasión, se hace director de éxito, dando cuenta de una narrativa particular, con su lenguaje, en sus tiempos. Así el adulto se muestra silencioso, frio, parece misterioso, porque su leguaje, su comunicación, es a través del cine. Al final puede llorar y reír frente a las imagines de los recortes de censura que Alfredo (Philippe Noiret) le ha dejado a su muerte. No parece casual que sean “besos robados” al cine. Al final vemos movilizado su deseo y su amor. Ese amor que había quedado congelado frente al mandato superyoico de Alfredo: vete, triunfa y no regreses nunca.
Quiero terminar con una frase de Tom Clayton:
LA DIFERENCIA ENTRE REALIDAD Y FICCIÓN ES QUE LA FICCIÓN TIENE MAS SENTIDO.
Nos vemos el próximo viernes, día 19 de Septiembre, a las 18 horas en Café Isadora, Divino Pastor, 14.
Modera: Olga Montón
Crónica: Marta Mora
Responsable: Olga Montón.
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